Orquesta de Cámara de Chile
Conciertos 26 al 28 marzo – Semana Santa 2024

Programa interpretado en Providencia Las Condes y Ñuñoa, bajo la dirección de Emmanuel Siffert y la participación del Coro Arsis XXI, dirigido por Silvia Sandoval.

Ferdinand Schubert (1794 — 1859)

Regina Coeli

Se trata de una pieza coral a cuatro voces: Regina Coeli (Reina del cielo), un himno pascual para la Virgen María a manera de felicitación por la resurrección de su hijo, Jesucristo. Aunque no se conoce el autor, ya se rezaba en el siglo XII por los frailes franciscanos, quienes la popularizaron y expandieron por todo el mundo cristiano.

Existen varias versiones, entre ellas, las escritas por Monteverdi, Vivaldi, Mozart y Brahms. La del hermano mayor de Franz Schubert no es muy conocida. Fue publicada en Viena en 1825.

 

Regína cœli, lætáre, allelúia.

Quia quem meruísti portáre, allelúia.

Resurréxit, sicut dixit, allelúia.

Ora pro nobis Deum, allelúia.

Gaude et lætáre Virgo María, allelúia.

Quia surréxit Dóminus vere, allelúia.

 

Orémus:

Deus, qui per resurrectiónem Filii tui, Dómini nostri Iesu Christi, mundum lætificáre dignátus es: praæsta, quaésumus; ut, per eius Genetricem Virginem Mariam, perpetuae capiamus gaudia vitae.

Per eundem Christum Dóminum nostrum.

Amen.

 

Richard Wagner (1813 — 1883)

Encantamiento de Viernes Santo

Se trata del preludio orquestal del tercer acto de “Parsifal”, la última ópera monumental de Richard Wagner, basado en el poema épico medieval del siglo XIII, de Wolfram von Eschenbach, sobre la vida de Parsifal, caballero de la corte del Rey Arturo y su búsqueda del Santo Grial.

Wagner concibió la obra en abril de 1857, una mañana de Viernes Santo, a partir de una extraña sensación que le invadió cuando se sentó esa mañana en aquella terraza de Marienbad (Bohemia) y pudo contemplar la irrupción de la primavera. La música creada en aquel momento fue el germen de la obra que estrenó 25 años después, en el Festival de Bayreuth el 26 de julio de 1882. Wagner llegó a decirle a su mujer, Cósima, que era lo más bonito que había escrito nunca.

La partitura exige una orquesta enorme, con nutrida sección de metal y una cuerda reforzada, sin embargo, los arreglos orquestales del músico Pablo Carrasco permitirán disfrutar de una versión adecuada a los instrumentos de la OCCh.

 

Robert Schumann (1810 — 1856),

Réquiem en Re Bemol Mayor Op. 148

  1. Intro: Requiem aeternam
  2. Kyrie: Te decet hymnus
  3. Dies irae
  4. Liber scriptus proferatur
  5. Qui Mariam absolvisti
  6. Domine Jesu Christe
  7. Hostias
  8. Sanctus
  9. Benedictus

 

Robert Schumann compuso esta obra en 1852, pero fue editado de manera póstuma, 10 años después por su esposa Clara Wieck. Una obra romántica en sus formas, pero también una plegaria cuya profunda sinceridad se revela en cada compás, considerada la obra más auténticamente cristiana de toda la música sacra del siglo XIX.

Es imposible decir qué impulsó a Schumann –de confesión protestante- a componer un réquiem católico, que estaba destinada para ser ejecutada tanto en salas de conciertos como en templos. La obra se divide en nueve partes, ajustándose a las normas de la liturgia católica.

La obra es reconocida por su belleza melódica, riqueza armónica y emocionalidad profunda lo que la ha establecido como una obra destacada en el repertorio coral y sinfónico. Esta es la primera vez que la Orquesta de Cámara de Chile interpretará el Réquiem.

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