Orquesta de Cámara de Chile
Conciertos 22, 23, 24 y 25 de marzo 2023

Repertorio interpretado en Las Condes, La Reina, Ñuñoa y Rancagua

 

Julio Retamal (1963)

“La tristeza del insecto” (estreno)

El propio autor de la obra – quien integra la sección de violines de la OCCh desde 2001-, nos entrega algunas pistas para abordar su composición: “Aunque el oyente siempre es libre de crear sus propias asociaciones, el título «La tristeza del insecto» no persigue un fin programático. Es más bien una figura que alude a «aquello que no es visto» y de cómo lo marginal, anónimo y ausente, es al mismo tiempo el centro, el nombre y la presencia de otro orden que no vemos. Esta música es un intento de navegar en esta lógica, a veces la presencia se da a través de su ausencia, y el contorno de las cosas pasa a ser el centro. Dos conjuntos de notas, uno el espejo del otro, uno a veces dentro del otro, como dos mundos orbitando”.

 

Robert Schumann (1810 – 1856)

Concierto para piano en La menor, Op. 54

I. Allegro affettuoso, en La menor

II. Intermezzo. Andantino grazioso, en Fa mayor

III. Allegro vivace, en La mayor

Es una pieza para piano y orquesta escrita por Schumann entre 1841 y 1845. Se estrenó el 4 de diciembre de 1845 en Dresde, con su esposa Clara Wieck al piano y bajo la batuta de Ferdinand Hiller, a quien estaba dedicada la obra.

El Concierto para piano fue la culmine de años de trabajo. Comenzó como una Fantasía para piano y orquesta, a los que añadió dos movimientos, uno lento y un final para completar un concierto de tres movimientos.

El resultado fue una obra singular, alejada del modelo de concierto establecido por Mozart y consolidado por Beethoven. Se trata de una partitura de especial dificultad para el solista, por la demanda de musicalidad, estilo y sensibilidad, al ejecutarla.

 

Felix Mendelssohn (1809 – 1847)

Sinfonía n°8 en Re mayor, versión orquestal (MWV N8)

I Adagio e Grave – Allegro

II Adagio

III Menuetto e Trio. Presto

IV Allegro molto; Più presto

La Sinfonía n°8 es una de las trece obras para orquesta de violín que Felix Mendelssohn escribió antes de cumplir 15 años, y dan cuenta de un brillante dominio de la línea melódica y el contrapunto. Al propio autor le encantó su composición, tanto, que desarrolló la orquestación con instrumentos de viento de madera, trompas, trompetas y timbales, convirtiéndola en su primera sinfonía para orquesta completa.

Si bien la obra imita a Mozart, tanto en su sinfonía n°38, como la n°41 y la apertura del cuarteto cuerdas n°19, la pieza es brillante, considerando el contrapunto del final y la zigzagueante coda del cierre. Es casi como si el joven Mendelssohn, hiciera una reverencia en homenaje al genio salzburgués.

Estas obras eran presentadas por Mendelssohn, con una orquesta privada para deleite de los socios y amigos de sus padres, que formaban parte de la élite intelectual de Berlín. La obra fue publicada recién en 1863.

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