Música / O'Higgins PUBLICADO EL 06 MARZO, 2013 Turistas de las Termas del Flaco disfrutaron de un concierto en plena cordillera de San Fernando

El concierto del Conjunto de Cuerdas de Colchagua y el violinista hispano–argentino, Manfredo Kraemer forma parte del ciclo «Uniendo Pasiones».

Respondiendo a una solicitud planteada por el Comité de Adelanto de las Termas del Flaco, el Consejo Regional de la Cultura y las Artes llevó hasta la zona cordillerana de San Fernando -a más de mil 700 metros de altura- un concierto del Conjunto de Cuerdas de Colchagua, que deleitó a los turistas que aprovechan los días de verano en esa localidad.

Fueron más de 150 personas las que se reunieron en torno a la música, en una tranquila noche que se dejó seducir por el sonido de las cuerdas del Conjunto de Cuerdas de Colchagua y el violinista hispano–argentino, Manfredo Kraemer, quien está de visita en Chile y forma parte del ciclo de conciertos “Uniendo Pasiones” que se presenta en distintas comunas.

El repertorio del conjunto musical que lidera el músico rancagüino, Marcelo Vidal, fue ovacionado por los presentes, porque realizó un recorrido por distintas piezas barrocas, sin dejar de lado la música chilena, tradicional de la zona central.

La directora y presidente del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Marcia Palma González, comentó que “estoy feliz porque hubo una cantidad de público impresionante, no esperábamos tanta gente porque me habían dicho que en esta temporada en las Termas del Flaco no había mucha gente. Además que después del alud algo mermó la venida, pero teníamos planificado venir y cumplimos”.

La secretaria del Comité, Elba Paniagua, agradeció la gestión y el compromiso del Consejo de la Cultura. “Viene harta gente y veo que quienes nos visitan a veces no tienen qué hacer. Es bueno potenciar este lugar, escuchar un concierto a 1760 metros de altura. Es espectacular, tenemos el privilegio de escucharlos”.

Por su parte, Marcelo Vidal se manifestó emocionado con la respuesta del público, que lo aplaudió de pie al finalizar su presentación. “Estos conciertos que se hacen en lugares que no son los habituales, siempre tienen una magia y el comienzo es como un desafío, el cómo puedes conquistar a la gente, porque no están acostumbrados a escuchar la música así como uno no está acostumbrado a tocarla en lugares así, pero resultó maravilloso”.

El músico rancagüino agregó que al terminar el concierto se produjo “un silencio que era impagable, que es lo mejor que puede pasarle a un artista, saber que te están escuchando y preparamos un programa especial con cuecas, para que la gente se sintiera un poco más identificada. La idea es que se entretengan y a la vez aprendan”.