Institucional / Nacional / Patrimonio PUBLICADO EL 04 DICIEMBRE, 2015 Presidenta Bachelet y Ministro Ottone reconocieron en La Moneda a los Tesoros Humanos Vivos de Chile 2015

La alfarera Elena Tito, la curadora de semillas Zunilda Lepin, la artesana textil Amalia Quilapi, los colchanderos y colchanderas de Trehuaco y los tejueleros de ciprés de Las Guaitecas, fueron los protagonistas de la ceremonia realizada este viernes 4 en el Patio Los Naranjos de La Moneda. 

04/12/2015 Tesoros Humanos Vivos Fotos: Natalia Espina / CNCA

Hasta hace cuatro meses, muchos de sus oficios eran desarrollados y valorados en sus respectivas localidades, pero desconocidos en otros territorios. Hoy, la alfarera Elena Tito, la curadora de semillas Zunilda Lepin, la artesana textil Amalia Quilapi, los colchanderos y colchanderas de Trehuaco y los tejueleros de ciprés de Las Guaitecas, dejaron de lado sus labores, se trasladaron a Santiago y fueron reconocidos oficialmente como los Tesoros Humanos Vivos de Chile 2015 (THV), en una ceremonia encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet y el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone.

De ahora en adelante, sus respetivos nombres y oficios integran la nómina de quienes desde 2009 han sido reconocidos como THV, programa Unesco ejecutado en Chile por el Consejo de la Cultura, que busca valorizar y visibilizar a aquellas personas y comunidades portadoras de manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial de alta significación para el país, buscando establecer las mejores herramientas para una eficaz puesta en valor de nuestro patrimonio, y promover su registro, transmisión y salvaguardia.

Para la Presidenta Bachelet, “reconocer a estos Tesoros Humanos Vivos también es un estímulo para que nuevas generaciones emprendan el mismo camino, pues los oficios que desempeñan son tan importantes para Chile como la labor que desempeñan nuestros científicos y educadores, porque es identidad vida, historia y vivencia acumulada”.

El Ministro Ottone destacó que “en estos Tesoros Humanos Vivos que hoy reconocemos y honramos, está el ADN, la primera fibra que nos formó y que sigue haciéndolo desde los lugares más remotos. Este hito que celebramos es sólo el inicio de un largo trabajo articulado entre el Estado, la comunidad y los mismos cultores distinguidos, para asegurar la salvaguardia de sus oficios y saberes”.

En el Patio Los Naranjos del Palacio de La Moneda, los cultores recibieron el reconocimiento de manos de la propia Presidenta y el Ministro de Cultura, donde además se presentaron videos que dan cuenta de la comprometida labor que cada cultor realiza en su respectiva zona. Previo a la ceremonia, las autoridades recorrieron una muestra de los oficios y productos de los THV 2015, instalada en el mismo lugar.

La selección de este año consideró por primera vez al rubro culinario, a través de Zunilda Lepin, mujer mapuche que a lo largo de su vida ha desarrollado un sostenido trabajo por la soberanía alimentaria de productos tradicionales, plasmado en su labor como curadora de semillas y en los platos que ofrece en su pequeño restaurant “Zuny Tradiciones”, ubicado en el tradicional Barrio Tucapel de Temuco.

La alfarera Elena Tito viajó directamente desde la Región de Antofagasta para recibir la distinción que reconoce su capacidad técnica y estética en el desarrollo de artesanía tradicional atacameña, a partir de la utilización de un tipo de greda que otorga brillo a las piezas, que es propia de Santiago de Río Grande y que tiene un uso ritual.

Desde Cañete, la artesana mapuche Amalia Quilapi llegó hasta La Moneda con una muestra de sus tejidos, para recibir el primer reconocimiento THV en el área de la artesanía textil, por su dominio de la técnica tradicional del trarikan, de relevancia por su especialidad. Ésta consiste en un tejido a telar de doble urdimbre, que es amarrado para dar diseños iconográficos, luego sacado del telar para ser teñido por reserva, y utilizado tradicionalmente en las denominadas mantas de las autoridades tradicionales.

Entre los cultores reconocidos estuvieron presentes 28 representantes de la comunidad de colchanderos y colchanderas de Trehuaco, oriundos de las localidades de Antiquereo, Pachagua y Tauco, de la Región del Biobío. Ellos son cultores de la técnica de colchar, que consiste en la siembra, cosecha y secado de trigo colorado para su trenzado de 3 a 16 pajas para la elaboración de chupallas, bolsos, alfombras y otras artesanías.

Ramón Carimoney fue el encargado de recibir la distinción en nombre suyo, y de su compañero de labores José Colivoro; los dos últimos tejueleros de ciprés de Las Guaitecas. Ambos son constructores de tejuelas de madera de ciprés, elemento propio de las casas de la isla, que a su vez aporta a la estética arquitectónica de la zona. Su oficio impregna la identidad de una comunidad que se funda en una estrecha relación con su entorno natural, reflejada en un uso equilibrado de sus materias primas, generando una relación respetuosa con el medio ambiente.

Aunque no pudieron asistir a la ceremonia de hoy, también fueron reconocidas este año las Artesanas Püll Püll Foki de Alepue, de la comuna de Mariquina, Región de Los Ríos; por su destacado trabajo en cestería local de fibra blanca de la enredadera Püll Püll Foki o Voquil Pil Pil