Helder Quiroga, periodista, cineasta y coordinador del programa Cultura y Juventud de la ONG brasileña Contato, uno de los invitados internacionales al II Seminario Cultura e Industrias Creativas.
Cofundó Contato hace una década junto al músico Víctor Santana, con sede en Belo Horizonte. Años desarrollando una labor que tiene como centro el arte en tanto vía más efectiva para lograr el mejoramiento humano y que día a día suma simpatizantes. Helder piensa que «a veces una parte importante de la sociedad desconoce el quehacer de no pocas organizaciones que desde hace un tiempo marcan la diferencia, pues consiguen transformar socialmente, gracias al impacto que en ellas tiene la cultura, algunas zonas completamente invisibles para los gobiernos”.
El próximo 25 de octubre dictará en Valparaíso la conferencia Cultura y juventud, los territorios solidarios de la creatividad, en el marco del II Seminario Cultura e Industrias Creativas que organizan Balmaceda Arte Joven y el Consejo Regional de Cultura y las Artes de Valparaíso, en el Centro de Extensión Duoc UC, Edificio Cousiño y que se realizará los días 24 y 25 de octubre.
¿Cuál es el objetivo de Contato?
La ONG Contato es una entidad privada sin fines de lucro, volcada a realizar proyectos y acciones que tienen por objetivo la formación profesional de jóvenes creadores, producción de contenidos culturales, la difusión de los contenidos producidos y la articulación estratégica en red en la búsqueda por fortalecer la ciudadanía entre los pueblos y la valorización de los derechos humanos.
¿Cuál es el valor que le otorgan al arte y la cultura como motor de cambios?
La cultura es la propia sociedad, su forma de manifestar su identidad, sus costumbres y maneras de ver el mundo; y el arte es el fuego que calienta la alma de los territorios y su manera de sentir lo que ocurre alrededor de nosotros. Por lo tanto, estos dos elementos indisociables iluminan los caminos del desarrollo humano en la búsqueda constante de innovación y creatividad, también ante los desafíos más complejos, como la crisis de modelos económicos, sociales y religiosos. Creo que la cultura es la propia necesidad de cambio, de transformación, de la gestación del nuevo mundo que está por venir. La cultura se manifiesta por todo lado, ya sea en la angustia de creación del artista cuando está delante de su creación, o a través de los pueblos cuando tienen que romper con el mito de la torre de babel para construir una nueva manera de convivir en el mundo. Percibir la importancia de la cultura como factor de transformación social es comprender la naturaleza del comportamiento humano, siempre en mutación.
¿Podrías contarnos experiencias positivas que hayan tenido hasta ahora como ONG?
¡Muchas! Desde la fundación de la ONG hemos tenido experiencias positivas de construcción de identidad institucional orientada al diálogo con la juventud y la cultura, ambos con esta característica de estado constante de mutación. Fuimos una de las primeras entidades no gubernamentales creadas por jóvenes para trabajar con jóvenes en Brasil. Hicimos parte de consejos municipales de juventud y del Consejo Nacional de la Juventud. En estos espacios institucionales ayudamos a construir políticas públicas para este segmento de la sociedad en Brasil orientados a la inclusión, la participación y la ocupación del tema juventud en diversas políticas públicas en nuestro país. Lo mismo en relación a la cultura, siempre participando de las conferencias y toma de decisiones sobre las rutas de inversión y construcción estratégica de políticas. En estos años de trabajo práctico nos tocórealizar proyectos audiovisuales, de música, de artes plásticas, de innovación tecnológica y de cooperación cultural con diversos territorios brasileños y en otros países. Tener la cadena productiva de las artes como instrumento de gestión de ideas siempre nos posibilitó comprender y convencer mejor a nuestros interlocutores sobre la importancia de trabajo con la cultura y la juventud. Tenemos una red formada por entidades, intelectuales, activistas, representantes de gobiernos y organismos internacionales en por lo menos seis países: Cuba, Panamá, Venezuela, España, Portugal y Angola con los cuales trabajamos siempre en cooperación. Pero claro, no todo es lecho de rosas, siempre hay dificultades con el financiamiento de los proyectos, de manera de mantener el personal con que trabajas y cuando toca, problemas políticos oriundos de las posiciones ideológicas que son la fuerza de las ONG`s que actúan verdaderamente en búsqueda por transformar la realidad. Son problemas que uno tiene para seguir trabajando en lo que crees, pero el saldo es positivo ¡Más victorias que derrotas!
¿Qué valor le otorgan a la asociatividad o formas de articulación cultural en red?
Buscamos siempre hacer los proyectos en red, creo que todos quienes trabajan con cultura y juventud hacen lo mismo, o por lo menos deberían hacerlo. Es imposible trabajar en cultura de manera solitaria, la cultura es un deporte colectivo que se juega conjuntamente. ¡No hay posibilidad de elaboración de un plan estratégico que tenga como objetivo obtener éxito económico, o transformación social, sin pensar en red, en movimientos, en colectivos, en creatividad! Cuando elaboramos un proyecto cultural necesitamos siempre tener un coordinador, un tipo que ejecute, un tipo creativo, una persona que trabaje en la parte financiera, otro que le toque la parte técnica, el público, etc. Pero cuando pensamos las cadenas productivas de las artes, o de los segmentos culturales, tendremos una arquitectura mucho más compleja que sólo se puede desarrollar a través de red. Pensar en las redes como espacios de solidaridad y de actuación social es también pensar en desarrollo económico y estructural de la cultura. Por eso trabajamos con cultura y juventud, porque son dos elementos complementarios, que juntos interactúan, que cumplen papeles importantes para la transformación de la sociedad.
¿Cuáles crees deberían ser los lineamientos de las políticas públicas en torno a la cultura en los estados latinoamericanos?
Creo que son siete ejes fundamentales para la construcción de políticas entre nosotros:
-Investigación y construcción de indicadores culturales: porque creo que la cultura todavía necesita legitimarse como segmento económico y social y sin datos no tenemos cómo probar la importancia del trabajo que desarrollamos y sus impactos en la vida de las personas.
-Cooperación y los territorios solidarios de la cultura: intercambiar conocimientos y buscar fortalecer las relaciones de trabajo, negocio y colaboración es fundamental para el desarrollo de cualquier política pública.
-Coproducción y gestión creativa: producir conjuntamente y colectivamente pensando modelos de acción colaborativa que generen nuevas formas de gestión de proyectos, son ejes centrales de construcción de programas culturales en siglo XXI.
-Difusión y articulación en red: la articulación en red nos ayuda a resolver el problema clásico de distribución de productos y conocimientos culturales, por una simple razón: ¡una mano limpia la otra!
-Formación y acceso a la cultura: sin formación no hay acceso, sin acceso no hay cultura, sin cultura no hay sociedad. Por eso creo que la formación juntamente con la investigación son dos de los principales ejes de sustentación de una cadena productiva de la cultura.
-Nuevos lenguajes y innovación tecnológica: hay que innovar y estar siempre atento a los avances de las nuevas tecnologías que cambian muy rápido e transforman la forma de acceso a la cultura, por lo tanto es necesario pensar en modelos narrativos para los nuevos lenguajes y aparatos tecnológicos, tanto en términos de consumo, como de producción, gestión, difusión e investigación.
-Preservación y patrimonio: la memoria y sus desdoblamientos en términos de conocimiento y herencia cultural será siempre un eje central de inversiones. Pero hay que modernizar la manera de ver el mundo del patrimonio, no solamente como monumentos, pero también de conocimientos inmateriales y tecnológicos.
Creo que mirando estos siete ejes elementos como pilares de una cadena productiva tendremos una comprensión más densa de la importancia de la cultura como inversión política, social y económica.
En relación a lo anterior, ¿Qué rol le compete a los jóvenes en esta construcción?
¡Todo! América Latina está viviendo un fenómeno importante llamado ventana demográfica, esto quiere decir, nunca antes en la historia tuvimos un cantidad tan grande de jóvenes como en este momento. En consecuencia las políticas públicas deben tener a la juventud como foco principal de inversión, no porque son el futuro -que es obvio- sino porque el futuro comienza en el presente y no en el pasado. Y el presente es joven y están marchando rápidamente por todos lados. Importante entonces mirarlos con respeto, porque serán ellos los que transformarán la realidad.
¿Por qué crees que es importante la realización de este tipo de encuentros o seminarios como el que vas a participar en Chile?
Para intercambiar, conocer otros iguales y compartir sabores y desafíos sobre la vida.
¿Cuáles son tus expectativas de tu visita a Valparaíso?
¡Grandes! Del tamaño de mi país. Estoy muy feliz de poder estar con hermanos chilenos en este territorio encantado que llamamos cultura.