Danza / Folklore y cultura tradicional / O'Higgins / Patrimonio PUBLICADO EL 25 SEPTIEMBRE, 2012 El Ballet Folclórico Nacional volvió a visitar la comuna de Chépica

El regreso de Bafona a la comuna tras diez años fue completamente exitoso.

«Huayno Wiracocha», «Huasos», «Chiloé» y «Servidores de la Virgen» fueron los cuadros lucidos por el Ballet Folclórico Nacional, Bafona, en el Gimnasio Municipal de la comuna de Chépica, presentación en la cual también participaron las solistas Alicia Larraín y Ximena Rodríguez.

A la actividad asistieron la Directora (s) del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Francisca Pizarro Graniffo, y la alcaldesa de Chépica, Rebeca Cofré Calderón, quien agradeció la gestión del Consejo para llevar el talento de este grupo folclórico que se presentó por última vez en esa comuna hace más de diez años.

Por su parte, Francisca Pizarro destacó la trayectoria artística del Bafona, que suma ya un total de 47 años, difundiendo en todo Chile y el extranjero las manifestaciones dancísticas y musicales,  basadas en el patrimonio intangible.

Francisca Pizarro comentó que es precisamente el patrimonio intangible el elemento vital que da forma al legado del pasado y la herencia del futuro, que se transmite de generación en generación, reafirmando la memoria e identidad cultural nacional.

Los cuadros

Bajo la dirección artística de Leticia Lizama Sotomayor, Bafona puso en escena el cuadro denominado «Chiloé», que representa el pensamiento mágico de la isla con  y sus seres benéfico-maléficos que inciden fuertemente en el comportamiento social y comunitario, como por ejemplo la Voladora; que es la mensajera de los brujos, la Pincoya, que provee de los productos del mar y el Caleuche, que es el barco de “gente que se transforma” y cruza mares sin fronteras.

También se presentó «Huayno Wiracocha», que corresponde a la Danza del Agua y Las Estrellas, obra que fue estrenada en el año 1989 y cuya coreografía pertenece a Ernesto Concha y los arreglos musicales  a Germán Concha. Este montaje cuenta la historia de un joven del altiplano que parte en busca del agua, que es el elemento vital para los pobladores de pre-cordillera y que había desaparecido producto que los ríos subterráneos habían cambiado su curso. Con el fin de recuperar el agua para la fiesta del floreo, que es fiesta de fertilidad, viaja por las quebradas guiado por las estrellas, que los conducen de vuelta a la comunidad, en donde es posible continuar con la fiesta.

Finalmente, Bafona presentó también «Huasos», una de las obras del repertorio que ha ido variando con el tiempo y cuya última modificación pertenece a René Cerda y sus arreglos musicales a Jaime Hernández. Su música y bailes están ligados a las diversas faenas propias de la vida agrícola y ganadera.