Por más de 30 años, Claus Leisersohn Baendel fotografió el proceso de la extracción de sal en Cahuil. En esa localidad de Pichilemu, este fotógrafo autodidacta captó imágenes de un trabajo ancestral que incluso en la actualidad es el sustento de muchas familias de la zona. Por eso puso especial énfasis en los hombres llamados a cumplir con esta labor.

Su vínculo con la zona crecía año a año y realizó una serie de exposiciones con sus fotografías; sin embargo, Claus Leisersohn sintió que debía compartir su trabajo como un legado para la comunidad y las generaciones futuras, para que a través de sus imágenes fueran testigos de esta artesanal forma de extraer sal.

Por este motivo, el aficionado a la fotografía, como el mismo se autodefine, postuló a los Fondos Concursables del Consejo de la Cultura y resultó favorecido con casi 14 millones de pesos entregados a través de Fondart Regional, lo que finalmente le permitió dar vida al libro y la exposición “Salinas y Salineros de Cahuil”.

Con estos recursos, Claus Leisersohn está presentando su exposición por distintos lugares de la Región y además, tuvo la posibilidad de editar un libro que recopila una selección de imágenes que fueron captadas entre los años 1974 y 2005.

La muestra ya fue presentada en el Centro Cultural Ross de Pichilemu, ante la presencia de la Directora y Presidente del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Marcia Palma González, y familias enteras de salineros que valoran desde hace décadas el amor y pasión que tiene el fotógrafo ante la belleza que implica su artesanal labor.

Marcia Palma informó que en la actualidad, la exposición “Salinas y Salineros de Cahuil” está abierta al público en forma gratuita en la Casa del Pilar de Esquina del Museo Regional de Rancagua, ubicado en calle Estado e Ibieta, hasta el próximo 30 de noviembre.

La directora regional destacó además que el Consejo de la Cultura se ha preocupado de rescatar y poner en valor a los salineros, quienes el año pasado recibieron el reconocimiento Tesoros Humanos Vivos, programa de Unesco que ejecuta el Consejo, para rescatar a los exponentes de los oficios más identitarios del país.

Marcia Palma hizo un especial énfasis en que los evaluadores y el jurado de Fondart Regional calificaron este proyecto como de Alta Calidad y precisó que el objetivo al que apunta es contribuir a difundir y preservar el patrimonio cultural inmaterial de un grupo de hombres que ejercen la tradicional cosecha de sal de mar en el litoral de Pichilemu, a través de los extraordinarios efectos plásticos que se manifiestan en el transcurso de la obtención de la sal de mar.