Cumpliendo el anhelo de las alfareras de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, y consolidando el resultado de un trabajo de cuatro años de diálogos y trabajo sostenido con la comunidad, el Estado, a través del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, envió esta semana el expediente para postular a esta práctica a la Lista de Salvaguardia Urgente de la UNESCO.
“El trabajo que hoy estamos sellando es una semilla de orgullo e identidad para las futuras generaciones. Es una promesa de memoria y valor por lo propio, donde vuelven a vivir las mujeres y hombres que antaño ejercieron la alfarería, las abuelas y madres que la transmitieron a los suyos, y las que hoy apuestan por impregnarle nueva vida”, dijo la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, quien firmó el expediente para enviarlo, vía valija diplomática, a la Secretaría para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, en París, Francia.
Es la primera vez que un envío para esta lista se enfoca en una representación de patrimonio inmaterial, lo que permite proyectar a la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad, y con ello sumarse al reconocimiento que actualmente ostentan los Bailes Chinos por parte de nuestro país.
“El Plan de Salvaguardia detalla acciones, responsables y tiempos. Para poder cumplir con ellos, se creó una Mesa Intersectorial Regional, instancia que se encargará de cumplir con las medidas propuestas y que estará compuesta por las 16 Seremis y servicios de la región de Ñuble”, explicó la ministra.
El expediente, de 600 páginas, relata las características que relevan la importancia de este patrimonio inmaterial y da cuenta del proceso de participación ciudadana con actas, listas de asistencia, prensa, cartas de apoyo y cartas de compromiso, entre otros antecedentes. Destina un espacio a las amenazas, abordando las dificultades que las alfareras y alfareros han experimentado en la recolección de las materias primas debido a la privatización de los terrenos en donde los conseguían habitualmente y a la industrialización; y detalla el trabajo realizado por el Estado para generar medidas de salvaguardia y propuestas para implementarlas. Esto, porque la Lista de Salvaguardia Urgente exige medidas y compromisos concretos, desde múltiples actores y reparticiones públicas.
“Esta tradición está en peligro de desaparecer por diversos factores”, dijo la alfarera Nayadet Núñez en la ceremonia que se realizó en la región del Ñuble para conmemorar este envío, que genera esperanzas en la comunidad. “Vemos el sacrificio de nuestras familias y a los más jóvenes desmotivados de continuar con esta tradición. Esta postulación abre una nueva luz de esperanza, buscando alianzas, unificando esfuerzos, preservando y protegiendo esta tradición”.
La alfarería de Quinchamalí y de Santa Cruz de Cuca se transmite de forma intergeneracional y constituye una impronta identitaria muy profunda en la región del Ñuble. Es un proceso manual y una artesanía heredera de una tradición indígena, con atributos hispánicos que se sincretizan en un repertorio de piezas de carácter ornamental y utilitario, que recrean los elementos más significativos de la ruralidad e imaginario campesino. Sus piezas, de color negro con incisos blancos, son fruto del uso de tecnologías que perduran desde hace al menos dos siglos, y que son comercializadas por las alfareras mismas. Por todo esto, la alfarería de Quinchamalí y de Santa Cruz de Cuca son parte del Registro e Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile desde 2017, mismo año en que la comunidad alfarera solicitó ingresar a la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Pero en julio de 2020 y luego de tres años de trabajo, en los que el Ministerio de las Culturas solicitó asesoría para la revisión del expediente y después de que las artesanas plantearon las graves problemáticas medioambientales que ponen en riesgo el elemento, este ministerio, a través de su Subdirección Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial, presentó un informe técnico que recomendó postular a la Lista de Salvaguardia Urgente.
En enero de 2021, 59 alfareras y alfareros dieron su consentimiento informado, mediante videos y cartas, del formulario de postulación y del video de 10 minutos que forman parte del expediente. En 2022 UNESCO entregará la respuesta sobre esta postulación.
El anuncio forma parte de la conmemoración del Día del Artesano y de la Artesana, que contará con diversas actividades programadas a lo largo de todo el país, enfocadas en homenajear al sector. En este escenario, destaca el trabajo realizado por 35 organizaciones beneficiarias del programa de Aceleradora de E-Commerce, impulsado en conjunto con la Secretaría Ejecutiva de Economía Creativa y el Área de Artesanía del Ministerio de las Culturas, donde los artesanos y artesanas pudieron capacitarse durante tres meses sobre venta digital, construcción de relato identitario y orden de colecciones. Para este año, este mismo grupo será parte de la segunda etapa de este programa, que tendrá como fin que estas organizaciones participen de la II Feria Nacional de Artesanías.
La plataforma Elige Cultura dispone una programación especial del Día del Artesano y la Artesana, con diálogos, conversatorios, talleres, ferias online y contenido audiovisual sobre el área, disponibles durante toda esta semana.
Cerca de $1.400 millones de los Fondos Cultura 2021 fueron destinados al financiamiento de 134 proyectos para la reactivación y recuperación del sector.