Biobío / Institucional / Patrimonio PUBLICADO EL 24 JULIO, 2014 Directora del CNCA Biobío visita a las Artesanas de Quinchamalí

El reconocimiento de Tesoro Humano Vivo busca reconocer a cultores y cultoras que contribuyen a la salvaguardia de las manifestaciones de patrimonio cultural inmaterial que desarrollan, por su alta significación para sus comunidades y para el país.

Hasta ahora la región del Biobío ostentaba sólo un reconocimiento de Tesoro Humano Vivo en el año 2009, con la cantora campesina Angelina Parra, de la comuna de Penco. Este año se sumaron dos nuevos exponentes: las Artesanas de Quinchamalí, de la provincia del Ñuble; y los componedores de huesos de Tirúa, Grupo de Ngütamchefe, reconociendo así una práctica médica ancestral del pueblo mapuche.

La directora del Consejo de la Cultura, Marcia Orellana, quiso aprovechar la oportunidad de ir personalmente a felicitar al grupo de mujeres artesanas de Quinchamalí que recibió esta importante distinción por parte del Consejo de la Cultura y las Artes y de la Unesco. De esta manera, la región cuenta con un nuevo representante del Tesoro Humano Vivo, grupo de mujeres que han sabido mantener, no sólo un oficio por más de cien años, sino que también la identidad de una pequeña localidad cuyo sello es la artesanía en greda negra.

“La región del Biobío puede estar muy orgullosa por estos dos nuevos reconocimientos, sabemos que hay muchos más, pero es indudable que las Artesanas de Quinchamalí se lo merecían, ya que esta técnica, cien por ciento manual, es reconocida incluso internacionalmente, comentó la directora regional del consejo de la cultura.

La autoridad agregó que «esta distinción implica un trabajo que se inicia hoy en términos de la puesta en valor de un oficio ancestral. Esto significa que aparte de generar un registro audiovisual y toda una campaña de difusión de esta técnica, la idea es que estas mujeres se inserten en el aula, en las salas de clases, como portadoras de tradición y así motivar a las nuevas generaciones a valorar y aprender esta labor que brinda identidad a nuestro territorio. Es deber del Consejo de la Cultura agotar todos los esfuerzos para incentivar a los jóvenes a mantener este hermosa tradición”.

Por su parte, Mónica Venegas, presidenta de la Unión de Artesanos de Quinchamalí, señaló que este reconocimiento es muy importante sobre todo ahora que es muy difícil encontrar personas que tengan la aptitud y la voluntad de continuar con este oficio donde sólo se utilizan las manos en todo el proceso».

“Para nosotras es un orgullo sentir que un jurado compuesto por expertos de distintas partes del país hayan puesto atención en lo que hacemos, a este grupo de mujeres que sigue trabajando de la misma forma en que lo hacían nuestros ancestros. Por eso me siento muy orgullosa de las mujeres que aún pueden trabajar, siempre reconociendo el mérito de tantas otras anónimas, cuyas piezas son reconocidas en el extranjero sin conocer a su autor, figuras centenarias como la famosa Guitarrera de Quinchamalí”, expresó Venegas.

Los reconocidos reciben un estímulo económico de $3.000.000 para cada cultor/a individual y $7.000.000 para cada comunidad o colectivo. Desde 2009 a la fecha se han reconocido 32 Tesoros Humanos Vivos a lo largo del país. En esta ocasión, el proceso de selección estuvo a cargo de Comités Expertos Zonales que sesionaron en Arica, Santiago, Chillán y Puerto Montt, más un Comité Experto Nacional. Todos fueron conformados por personas del ámbito público y privado, académicos, representantes de la sociedad civil, entre otros. La principal modificación al proceso de postulación de este año fue que los cultores destacados del año 2012 y 2013 fueron repostulados automáticamente, como es el caso de las artesanas de Quinchamalí.