Institucional / Nacional / Patrimonio PUBLICADO EL 17 OCTUBRE, 2016 Consejo de la Cultura reconoce por primera vez a un titiritero como Tesoro Humano Vivo

Sergio Guzmán, de la comuna de Lo Espejo, es uno de los cuatro nuevos Tesoros Humanos Vivos de Chile, reconocimiento que destaca a comunidades e individuos portadores del patrimonio cultural inmaterial y que este año incorporó en forma inédita a un oficio perteneciente al ámbito de las artes del espectáculo.

  • El listado 2016 lo completa la tejendera y matriarca de la comunidad Colla, Basilia Escalante, de la Región de Atacama; la familia Marilicán Lindsay, por su labor en cestería en fibra vegetal de quilineja, de la Región de Los Lagos; y las manipuladoras de alimentos Las Palomitas Blancas o Palomitas Blancas de Laraquete, de la comuna de Arauco, Región del Biobío, colectivo femenino dedicado a la elaboración y venta de tortillas de rescoldo.

De las regiones del Biobío, Los Lagos, Atacama y Metropolitana son los nuevos Tesoros Humanos Vivos (THV) de Chile, reconocimiento que -siguiendo las sugerencias de Unesco- entrega en nuestro país el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) a personas naturales, comunidades o colectivos portadores de conocimientos, expresiones o técnicas arraigadas en las tradiciones culturales representativas de una comunidad o grupo.

Antes del anuncio público, el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, llamó personalmente a quienes se sumaron este año a la nómina que ya suma 42 cultores honrados con este reconocimiento, que por primera vez -desde que entra en vigencia en Chile, el 2009- reconoce a un representante de las artes del espectáculo, ámbito incorporado en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que incluye la música vocal o instrumental, la danza, el teatro, la pantomima, la poesía cantada y otras formas de expresión.

Se trata de Sergio Guzmán, de la comuna de Lo Espejo, quien ha dedicado toda su vida a la labor de titiritero, incluyendo la fabricación de títeres, la escenografía, la actuación y la dramaturgia.

“Este año, las prácticas o saberes de los cultores reconocidos, tienen la característica de hacernos revivir algún recuerdo asociado a esos saberes, logrando armar un pequeño mapa de la diversidad de expresiones que componen las culturas de nuestro país. Este patrimonio que ellos mantienen vivo, es parte fundamental en la identidad y la memoria de todos los chilenos, por lo que es un verdadero honor poder ser parte de su reconocimiento público ante la ciudadanía”, comentó el Ministro Ottone.

Las obras de este titiritero difunden relatos, imágenes y universos de entretención y enseñanza más allá de las fronteras establecidas por el teatro o la educación formal. Guzmán creó un teatro rodante con el que irradió su arte a las provincias, localidades y espacios campesinos; y fabricó un teatrino, con el que hoy sigue dando funciones en las comunas más vulnerables de Santiago.

Su larga trayectoria ha dignificado y proyectado el oficio, abriendo el camino a otros cultores, tanto miembros de su familia como muchos titiriteros formados por él.

La segunda reconocida en la categoría individuos es la tejendera y matriarca de la comunidad Colla, Basilia Escalante, mujer de 87 años, madre de 10 hijos, defensora y difusora de su cultura, de gran sabiduría ancestral, poseedora de valiosos conocimientos y experiencia sobre la naturaleza, costumbres y usos rituales.

En la comuna de Diego de Almagro, Región de Atacama, es respetada como una autoridad social y espiritual, líder en ceremonias de pago y rogativas a la pachamama. Además destaca por la práctica tradicional del telar y el arte del floreo de los animales, que ha transmitido de generación en generación.

En la categoría colectivos fueron reconocidas como THV las Palomitas Blancas o Palomitas Blancas de Laraquete, de la comuna de Arauco, Región del Biobío, colectivo femenino dedicado a la elaboración y venta de tortillas de rescoldo, patrimonio alimentario extendido a nivel nacional, cuya particularidad desde el punto de vista culinario es la incorporación de productos del mar a la tradicional tortilla.

Esta marca particular se inscribe en una antigua costumbre (precolombina) de juntar la tierra con el mar, que se mantiene en Laraquete a través de la venta y consumo de tortillas de rescoldo con mariscos. Además, el oficio constituye una fuente de recursos económicos familiares y comunitarios, que contribuye a la subsistencia en épocas de escasez o veda de la pesca.

La nómina de reconocidos la completan los Marilicán Lindsay, familia de artesanos de Chiloé que, usando la quilineja, fabricaron en principio piezas utilitarias de uso cotidiano (especialmente canastos, vetas, esteras y escobas) e incorporaron con el tiempo la elaboración de piezas ornamentales, pero sin desviarse de las formas y técnicas tradicionales.

RECONOCIMIENTO THV

La octava edición de Tesoros Humanos Vivos, propuesta de la Unesco a sus países miembros que en Chile implementa el CNCA, entrega cuatro distinciones: dos en las categorías de cultor individual y dos en cultor colectivo o comunidad local, consistentes en una certificación pública de su calidad de Tesoro Humano Vivo y un estímulo económico de $ 3.000.0000, para cultores individuales, y $ 7.000.000 para los colectivos.

El Consejo de la Cultura, a través del Departamento de Patrimonio Cultural, realiza un trabajo de continuidad con aquellos individuos y comunidades reconocidas, con el fin de cumplir el compromiso de contribuir a la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial por el cual fueron reconocidos. Ello, a través de iniciativas programáticas tendientes a la identificación, registro, investigación, reconocimiento, promoción y valoración de las expresiones de su patrimonio inmaterial.

Entre ellas, a partir de este año se cuenta la encuesta de caracterización socioeconómica aplicada a los cultores individuales, para conocer las problemáticas de carácter social, territorial y económica que los afectan, y la Mesa Interinstitucional de Salvaguardia de Expresiones y Cultores de Patrimonio Inmaterial, que busca coordinar esfuerzos entre instituciones, en favor de los cultores y colectivos reconocidos.

El proceso de selección de los cuatro Tesoros Humanos Vivos 2016 estuvo a cargo de cuatro Comités Expertos Zonales y un Comité Experto Nacional, todos conformados por personas del ámbito público y privado, académicos, representantes de la sociedad civil, entre otros.