Se trata del inicio del trabajo que impulsa el Consejo de la Cultura en la comuna de Alto Biobío, el cual plantea iniciativas artísticas culturales  en el ámbito de la educación formal (prebásica y básica) con talleres artísticos y con la posibilidad de generar una residencia artística en la comuna.

Durante dos meses, el trabajo buscará contribuir a un mejor acceso y participación de la comunidad al arte y la cultura mediante la descentralización de la oferta artística, del fortalecimiento de la gestión cultural municipal y de la participación ciudadana. Los talleres, a cargo de la Compañía La Otra Zapatilla, beneficiarán directamente a más de 100 estudiantes del territorio.

“Entendemos desde el Consejo de la Cultura que no es fácil lidiar con un Programa de Formación de Espectadores a un territorio aislado y donde el acceso a bienes culturales también es escaso. Por ello, el Programa en este territorio tiene características particulares; damos inicio a él con un ciclo de talleres y residencia con la intención de reconocer las necesidades y motivaciones que tienen los niños y jóvenes de la comunidad”, argumentó la Directora Regional del Consejo de la Cultura y las Artes, Marcia Orellana Kröyer.

Según explicó la autoridad, a partir de esto el Consejo de la Cultura planteará la forma de desarrollar este inédito Plan en la comuna. Por ello, el trabajo comienza con la permanencia de los artistas en el territorio y el trabajo con estudiantes de educación básica y parvularia.

“Este Programa no sería posible de realizar si no fuera por el apoyo de la Municipalidad de Alto Biobío. Desde el primer momento se han manifestado muy comprometido por el que esto sea el inicio de una relación de cooperación que perdure en el tiempo”, agregó la Directora Regional.

Intervenciones artísticas y residencia

En el ámbito de la educación parvularia se trabajará en las disciplinas de danza, música y artes visuales con niños, docentes y apoderados del jardín infantil Copito de Nieve de Alto Biobío.

El objetivo es realizar un trabajo en expresión y relajación corporal rescatando la cultura tradicional, con danzas típicas del país, relajación corporal, herramientas de danza y fortalecimiento psicomotor; introducir a niños y niñas de edad prescolar a la composición musical, ejecutando un proyecto educativo musical, lúdico, aplicando la interculturalidad.

Y, por último, enseñar canciones originarias infantiles del pueblo mapuche, voz, cantos y cuentos; técnicas didácticas, dibujo, combinando elementos de expresión plástica con énfasis patrimonial local.