Institucional / Metropolitana / Patrimonio PUBLICADO EL 13 NOVIEMBRE, 2012 Ministro Cruz-Coke dio el vamos a la reconstrucción del Palacio de La Alhambra

El Monumento Nacional que replica el mítico inmueble de arquitectura morisca español fue uno de los edificios ganadores de la tercera etapa del Programa de Reconstrucción Patrimonial del Consejo de la Cultura.

Una inversión cercana a los 240 millones de pesos permitirá rehabilitar y restaurar el Palacio de La Alhambra, uno de los proyectos ganadores de la Tercera Etapa del Programa de Reconstrucción Patrimonial del Consejo de la Cultura (CNCA).

El Ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, destacó la importancia de restaurar este emblemático edificio. “Con su recuperación, el público no sólo podrá volver a apreciar su arquitectura y arte, sino que además la Sociedad Nacional de Bellas Artes podrá continuar con su misión de enseñanza y difusión de las artes”.

Gracias a esta iniciativa el inmueble de arquitectura morisca que replica el emblemático palacio español construido entre los siglos XIII y XV, comenzará a ser reparado en enero de 2013 y se proyecta que estas obras se extiendan entre 8 y 12 meses.

El Secretario de Estado además aprovechó de destacar los buenos resultados del Programa de Reconstrucción Patrimonial del CNCA. “Hemos tenido mucho éxito en convocar a la ciudadanía. Un 38 % de los fondos que van a la reconstrucción patrimonial provienen directamente del Estado y un 62 % es aporte de la comunidad, privados o corporaciones, quienes van dando cuerpo a una reconstrucción patrimonial necesaria que nos permitirá legar esta riqueza a las nuevas generaciones, para que conozcan nuestra historia”.

El Palacio de La Alhambra de calle Compañía ha sobrevivido a los daños del terremoto de 1985 -los que se focalizaron principalmente en la yesería-, a una fuerte plaga de termitas que lo afectó en 2006, y a los efectos del 27F, que provocó daños estructurales por la volumetría de los edificios colindantes.

El proyecto de restauración, postulado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, contempla una primera etapa que supone rehabilitar una superficie de 1.617 m2, más los jardines de los tres patios. Además incluye la consolidación estructural de la parte delantera del palacio, la administración y las salas-taller de la Sociedad de Bellas Artes. Además se habilitarán el primer y segundo piso de esta área y se realizará la restauración ornamental del Patio de La Fuente.

Las obras estarán a cargo de los arquitectos Raúl Irarrázaval y Walter Bee, y la restauración ornamental y museografía en manos de Macarena Carroza.

Una vez terminada la restauración, el reino de Marruecos se comprometió a enviar artesanos expertos en las técnicas de yesería nazarí-mudéjar.

El Ministro de Cultura junto a Sergio Martínez, Secretario General de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile; el Alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett; Anne Marie Garling, gerente del proyecto de reconstrucción; Roberto Fuenzalida, Director ejecutivo de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile y Raúl Irarrázaval, arquitecto a cargo de la restauración. El Ministro de Cultura junto a Sergio Martínez, Secretario General de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile; el Alcalde de Santiago,  Pablo Zalaquett; Anne Marie Garling, gerente del proyecto de reconstrucción; Roberto Fuenzalida,  Director ejecutivo de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile; y Raúl Irarrázaval, arquitecto a cargo de la restauración.

La historia de La Alhambra chilena

El Palacio de La Alhambra que se alza en el casco histórico de Santiago es la primera réplica que se realizó en todo el mundo y la única en América del edifico homónimo de Granada, construido por el reino nazarí.

La réplica local fue construida entre 1860 y 1862 por encargo de la familia Ossa, enriquecida gracias al mineral de plata de Chañarcillo. Para esta empresa Ignacio Ossa envió a estudiar el inmueble mudéjar al arquitecto chileno Manuel Aldunate, quien regresó con planos y artesanos capaces de replicar su ornamentación en yesería.

Con la revolución de 1891 la casa de arquitectura morisca fue confiscada y se transformó en cuartel militar, ocasión en la que parte importante del mobiliario y obras de arte fueron destruidas.

En 1940 el inmueble fue donado a la Sociedad Nacional de Bellas Artes, entidad que hasta hoy funciona en el lugar.