Cumplir el último deseo del abuelo. Ese fue el puntapié inicial de la película “Un caballo llamado elefante”, dirigida por Andrés Waissbluth, y a cuyo preestreno asistió hoy el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone; oportunidad en la que compartió con el realizador, con los niños protagonistas de la historia y con Elizabeth Castro, viuda de Lalo Parra, quien estaba además acompañada de su familia.

La coproducción de Chile, México y Colombia narra las historias infantiles de los hermanos Lalo y Roberto Parra (hermanos de Violeta e insignias del folclor chileno), desde que su abuelo les pide rescatar a su caballo de un circo. En su intento, un rufián llamado Infausto les roba el caballo, lo que los obliga a colarse en el mundo circense, escenario donde se multiplican sus aventuras.

El Ministro Ottone manifestó su alegría porque en Chile “se esté haciendo cine de calidad y que se estén explorando nuevos géneros. Necesitamos más cine familiar y más cine infantil”.

El Secretario de Estado recordó, además, que “Un caballo llamado elefante” fue apoyada  en sus inicios (2012) con casi $185 millones del Consejo de la Cultura, a través del Fondo de Producción de Obras Audiovisuales de Largometrajes y Mediometrajes. En ese entonces, el proyecto todavía se llamaba “Hermanitos”. “Una vez más estamos frente a una producción cinematográfica que cuenta con el apoyo del Consejo de la Cultura, que además, a través de gestiones internacionales del Consejo del Arte y la Industria Audiovisual, están permitiendo que cada vez más países quieran coproducir películas con Chile”, dijo.

Waissbluth se inspiró en las conversaciones que tuvo con Lalo Parra, quien le contó “su historia, su fantasía, sus locuras. Es un personaje único, muy cuentero”, dice. Y precisamente ese cuento y esa magia están presentes en el largometraje que nos muestra el colorido y musical mundo “parriano”.

“Un caballo llamado elefante” se estrena el próximo 4 de agosto en salas de todo el país.