A los pies de un remozado frontis del Centro Cultural de Coyhaique, el seremi de Culturas Aysén, Felipe Quiroz, y la directora regional de la Fundación Prodemu, Ingrid Osorio, firmaron un convenio de colaboración entre ambas instituciones, con el objetivo de complementar un trabajo que permita potenciar la agenda cultural con enfoque de género en las 4 provincias de la Región de Aysén.

La idea se basa en sumar esfuerzos para fomentar procesos de cocreación de actividades para desarrollar en conjunto, diseñar proyectos y cruzar apoyos técnicos. 

La directora regional de Prodemu, Ingrid Osorio, dijo que “recibimos este convenio de manera muy positiva porque es un ámbito en que las mujeres como fundación siempre estamos generando pequeños espacios de diálogo y reflexión, y que le permite también a las mujeres poder desarrollar sus diferentes habilidades y potencialidades que tienen en torno al ámbito artístico. Estamos muy contentas de poder firmar este convenio que sin duda va a venir a potenciar la oferta programática que tiene la fundación en todo el territorio”.

Felipe Quiroz, seremi de Culturas Aysén, dijo que «este trabajo colaborativo que empezaremos el año 2024 entre la Seremi de las Culturas y la Fundación Prodemu tiene como propósito potenciar el trabajo territorial que ya tiene asentado en la trayectoria que tiene la fundación y generar el trabajo colaborativo en relación a la promoción de las artes y las culturas y los patrimonios en los territorios con enfoque de género. Creemos que es fundamental generar este tipo de alianzas y estar presentes en lugares donde no podemos estar de forma continua. Esto afianza esos lazos y genera una permanencia constante; y manifiesta, además, el enfoque de género como uno de los ejes de la administración del presidente Boric”.

La firma se llevó a cabo bajo el mural recién terminado que pintaron tres mujeres que habitan la Región de Aysén: Sally Sade, Denisse Olguín y Marianela Quinteros. Se trata de una obra que piensa en los 50 años del golpe de Estado civil-militar, entre arpilleristas, memoria y reflexión, junto a la frase “Cómo zurcir un corazón”.

La muralista Marianela Quinteros explica que “yo pinté la arpillera que es un corazón hecho en base a retazos de tela. También aporte con la frase. Y fue lo primero que se me ocurrió”.

Para Sally Sade, muralista y parte del equipo, “quisimos darle un enfoque no tan político, sino más humano. Y nos basamos en las arpilleras que nos hacía sentido y estaba conectado con nosotros por el lado artístico. Parte con la imagen de una mujer que ha perdido a alguien, que puede ser un hijo, un padre, un hermano. Y ella está zurciendo estos recuerdos”.

Denisse Olguín, música y muralista, cuenta que “para mí fue un hito haber compartido esta experiencia con colegas mujeres, en este momento somos solo 3 mujeres muralistas provenientes de la Región de Aysén; no podía ser mejor la forma de concretar una obra en conjunto. Es buen momento para reflexionar y honrar la memoria en torno a la pérdida de un ser amado”.