La muestra reunió a creadores provenientes de nueve comunas y artistas de diversas disciplinas, incluidos representantes de artes de la visualidad y la librería Ñire Negro en el epicentro de la capital regional.

Con gran éxito concluyó la Feria de las Culturas Aysén en su cuarta versión. En los tres días de actividades programados por la Secretaría Regional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, más de 3 mil personas circularon por los stands de artesanía distribuidos a lo largo de la Plaza Pentagonal.

El evento lleva gestándose desde el año 2019 a través del programa Fortalecimiento de la Identidad Cultural Regional (FICR) para reactivar la economía creativa, espacio que con el pasar del tiempo consiguió posicionarse entre los agentes del circuito como una plataforma para la extensión de redes y promoción del trabajo identitario de la Patagonia.

“Estos tres días de feria han sido un espacio de encuentro con la artesanía, las artes escénicas, el mundo del libro, entre otros, que nos deja con un profundo orgullo al ver cómo las vecinas y vecinos se han acercado a encontrarse con el mundo cultural. Estamos contentos también de contar con la colaboración e interés del intersector, del Ministerio de Economía y la Ilustre Municipalidad de Coyhaique, quienes han entendido la labor fundamental que cumplen las culturas en el quehacer cotidiano”, sostuvo el titular de la cartera Cultural, Felipe Quiroz.

Dentro del cronograma, la organización consideró la implementación de talleres por la Asociación Gremial Artesanos de Aysén, la participación de músicos como Naara Andariega, Celeste Anacletxx, el conjunto folclórico Tehuelche Pionero, Los Lazos, Trío Bajordeón y otros artistas locales. Se añade a la oferta la intervención callejera “Estatuas vivientes”, la mediación en torno a la producción estrenada en TVN “Los mil días de Allende” a cargo de Úrsula Budnik y Cristián Jiménez, el conversatorio del colectivo RAVA y un completo abanico de manifestaciones artísticas.

“El convocar a varios artesanos en un lugar, hacen que las distancias se acorten”, expresó Johana Zajc, quien participó con un stand. Por su parte, Lázaro Igor, que trajo desde Tortel sus creaciones en madera, valoró la instancia: “Ha funcionado como una vitrina para visibilizar el trabajo que uno hace y también empaparse de lo que está haciendo el resto”.

Violeta Flores que viajó de Cochrane, en una línea similar a Igor, enfatizó lo esencial de compartir entre pares. “Me parece muy interesante. Para mí siempre es grato reencontrarme con muchas colegas y ver cómo hemos avanzado en el tiempo creando nuevas artesanías, nuevas técnicas, aprendiendo entre nosotras, porque igual compartimos en estos días y así nos vamos retroalimentando en los conocimientos que tiene cada una”.

Reconocimientos

Ante el público, la institucionalidad cultural reconoció a Mauricio Osorio, María Isabel Quintana e Ivonne Coñeucar, nominados por diferentes organismos y agrupaciones al Premio Regional de Arte, cuyo foco estuvo en la literatura con tres categorías: Ensayo, Narrativa y Poesía. “La verdad es maravilloso, porque uno siente de alguna manera el cariño por todo el trabajo desarrollado en la región. Yo llegué el año 96 a Aysén y desde ese momento me puse a trabajar en temas de artes y cultura regional”, sostuvo Osorio.

En la feria también se distinguió la trayectoria de Tehuelche Pionero, Los Lazos, Ariel Elgueta, Joaquín Real y Enrique Valdés, éste último con un homenaje póstumo bajo la representación de su hermano. “Nos sorprende muy gratamente este reconocimiento. Han sido varios años, ha costado mucho respecto a la lejanía que tenemos en el territorio, siempre es más complejo, pero aquí hemos estado, y por supuesto que se agradece este tipo de instancias. El hecho de trabajar arduo y que alguien te diga ‘lo estás haciendo bien’, vale en estos 53 años de trayectoria”, comentó Gerardo Lavoz, presidente del conjunto folclórico Tehuelche Pionero.

En tanto, Arturo Barros de Los Lazos, recordó el origen de las letras, donde con cariño e investigación visibilizan el poblamiento, la vida de pioneros y tradiciones. “Destacar esa historia, leer, transformarla en verso y musicalizarlo, y posteriormente hacer trabajo de armonizaciones; eso no sólo se ha trasladado a Chile y Argentina, sino que a varios países, incluso se han traducido algunas cosas en alemán y francés”.

Patrimonio culinario e interculturalidad

Además de los puestos de artesanías, la reciente edición acercó la cocina ancestral mapuche y migrante. “Para nosotros ha sido una experiencia maravillosa, porque hemos tenido muy buena acogida con nuestros platos colombianos y venezolanos. Quisimos hacer una fusión, manejamos las tres gastronomías (colombiana, venezolana y chilena), pero tratamos de hacer platos típicos de nosotros con un poquito de sabor chileno para tener esa reciprocidad”, puntualizó Diana Ordoñez, quien compartió su patrimonio culinario.

Para la jornada de cierre, junto a la cocina típica, la comunidad migrante presentó cuatro números dancísticos interpretados por Flor Ángel Yumar, Andry Villegas, Sergio Forero, María Lourdes y Andry Méndez que rescataron expresiones latinoamericanas dando nuevos matices al evento que, luego de tres días de programación, permitió el acceso ciudadano a instancias participativas y culturales.