Biobío / Fotografía PUBLICADO EL 11 ENERO, 2016 Exposición fotográfica rescata vivencias mineras y textiles

Gracias al financiamiento Fondart regional, el fotógrafo Guillermo Salgado, presentará la muestra fotográfica «Retazos de una Frontera».

Treinta imágenes que testimonian el esfuerzo y trabajo de los pirquenes de Curanilahue y el cierre de los textiles de Tomé, darán vida a los muros de la Sala de exposiciones del Arzobispado de Concepción (ex Aula Magna a un costado de la Catedral). La muestra “Retazos de una frontera” desarrollada por el fotógrafo Guillermo Salgado se inaugura este martes 12 de enero a las 18:30hrs.

El trabajo de Salgado surge de su inquietud como reportero gráfico por testimoniar y compartir los recuerdos y testimonios de personas que sobreviven en un espacio de tiempo distante y alejado de las grandes imágenes mediáticas.

En palabras del autor las imágenes de la textil frutillares era como ver la extinción de una época que me  toco escuchar centenares de veces respecto de la gran sastrería de mi bisabuelo en Tomé. Era increíble ver un cambio tan radical, las maquinas se fueron apagando en un murmullo a un suspiro, destacó.

El creador confidenció que “desde pequeño viví entre Tomé y Lota, ciudades diferente, pero con mucho en común. Tuve compañeros que sus padres trabajaban en la minas de Lota. Luego al trabajar como fotoperiodista pude retratar  a los pirquineros de Curanilahue. Así nació hace años mi interés de comunicar y compartir estas historias de un pasado presente que solo se ve publicado por un día en la prensa”.

Salgado detalla, “haber logrado obtener un proyecto Fondart junto a Luis  Manuel Aguirre, coronó una historia de identidad con el nombre de Retazos de una Frontera. En este relato se reconoce la belleza de la gente de Curanilahue más allá de la cesantía y otras cosas más terribles. Debo decir que las imágenes dicen mucho pero son las personas las importantes. Mi objetivo es que reflexionen sobre el esfuerzo de pirquineros que  bajo toneladas de tierra se ganan la vida. Aquí jóvenes y ancianos se unen para palear, mover carros. Un trabajo bruto y antiguo donde las maquinas son imperceptibles. Un mundo antiguo y olvidado, que pensamos extinto pero nos recuerda la fragilidad del trabajo y el progreso”.

La muestra, a la que están todos cordialmente invitados, estará abierta por tres semanas.