Memoria y DDHH / Nacional PUBLICADO EL 12 SEPTIEMBRE, 2023 Familiares valoran la exhibición del documental “Punto de encuentro” durante el Día de las Víctimas de Desaparición Forzada

La actividad organizada por la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, del Ministerio de las Culturas contó con la presencia de las dos familias protagonistas del filme.

Como parte de los actos de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, se han destacado las exhibiciones del documental “Punto de encuentro”, en numerosos espacios culturales y académicos, donde se ha convocado una importante asistencia de público.

El documental dirigido por Roberto Baeza, relata la historia de dos cineastas que intentan reconstruir lo vivido por sus padres cuando cruzaron sus vidas en Villa Grimaldi, uno de los centros de detención y tortura de la dictadura. Lo hacen con ayuda de sus familiares, quienes se involucran y trabajan en conjunto con los actores, revelando las repercusiones emocionales de cada familia, sobre todo entendiendo las diferencias entre una y otra: uno de los padres, Luis Costa del Pozo, sobrevivió; el otro, Alfredo García Vega, es una de las 1.469 víctimas detenidas desaparecidas por la dictadura.

La exhibición organizada por la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humados del Departamento Ciudadanía Cultural, para conmemorar este año el Día de las Víctimas de Desaparición Forzada, tuvo un especial componente debido a que las dos familias que protagonizan la película pudieron reunirse por primera vez a compartir la exhibición e interactuar con los espectadores que llegaron hasta el Centro de Extensión del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Valparaíso.

A la conmemoración asistieron la esposa y el hijo de Alfredo: Silvia Vera Sommer y Alfredo García Vera, quien es uno de los realizadores de la película; también Luis Costa del Pozo —en cuyo testimonio está basado el guion del film— junto a su esposa, Virginia Maluk Manzano, y su hija Paulina Costa Maluk. Tras la exhibición, seguida con gran interés por las personas asistentes, los familiares protagonistas participaron en un conversatorio donde respondieron preguntas e intercambiaron conmovedoras impresiones con el público.

Silvia Vera expresó que su esposo nunca será olvidado: “Siento que, de alguna manera, esto es un privilegio porque hay muchas víctimas que no sabemos de ellas. Sabemos que hay detenidos desaparecidos, pero no han tenido la posibilidad de ser recordados de esta manera. Siento que estar en este lugar es una reparación, es más para mi hijo, para mis nietas. Agradezco mucho esta posibilidad que hoy día nos brinda el Ministerio de las Culturas y todo lo que sea reparación y memoria”.

Paulina Costa, quien también es productora del largometraje, reconoce que la película también es un acto reparador: “Existen múltiples actores, los sobrevivientes, las agrupaciones, el Estado, todos hacen lo suyo. Desde esa perspectiva, empezamos a reconocer un tejido que se articula. Construir este tejido es parte de lo que nos permite reparar para adelante, entendiendo que hay una esperanza posible y eso es lo que hemos discutido hoy. Empiezan a aparecer esas voces que son las que hay que ir cultivando, regando para que cuenten su propia versión. Hay una esperanza posible en la medida en que somos conscientes de que hay un tejido de articuladores para reparar y construir esperanza, para construir futuro”.

La encargada Nacional de la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, Francia Jamett, expresó que las actividades de este tipo permiten el reconocimiento público de las víctimas y el recuerdo de los crímenes provocados por la dictadura cívico militar: “El Estado tiene la obligación de implementar medidas tendientes a garantizar el derecho a la verdad, justicia y la reparación a las víctimas de graves violaciones a sus derechos humanos y de sus familiares, y esta actividad de conmemoración, en este edificio público, tiene ese sentido de reparación simbólica donde generamos un espacio de diálogo y reflexión en torno a los derechos humanos con la participación de diferentes generaciones”.

Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos

El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, reconoce a la memoria histórica como un pilar fundamental de la cultura y el patrimonio intangible del país, promoviendo el respeto a los derechos humanos, la diversidad, la tolerancia, la democracia y el Estado de Derecho.

La Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos del Departamento Ciudadanía Cultural tiene como objetivo que la comunidad se apropie de los espacios, memoriales y/o sitios de memoria gestionados por agrupaciones de derechos humanos relacionados con los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura cívico-militar, con el apoyo de herramientas de gestión cultural.

En este contexto y desde hace ocho años, la Unidad lleva a cabo acciones de reparación simbólica que incluyen: el reconocimiento público de las víctimas, la expresión de responsabilidades por parte de los involucrados (pudiendo incluir solicitudes de perdón), la divulgación y recuerdo público de los acontecimientos y crímenes, la participación de la sociedad en general y diferentes generaciones, así como la educación en derechos humanos y memoria para diversos actores.