No sólo el aumento en la cantidad de producciones nacionales, sino también el mayor reconocimiento de éstas en los festivales internacionales dan cuenta de un punto de inflexión de la industria nacional.
«Hoy todos los ámbitos relacionados con la producción audiovisual confluyen. Una generación de realizadores talentosos se suma a favorables condiciones de industria, promoción y regulación que permiten que el cine chileno haya dado un salto cualitativo», señala el Secretario Ejecutivo de Consejo del Arte y la Industria Audiovisual, Alberto Chaigneau.
«Que nuevamente hayamos ganado un Goya habla de un buen momento del cine chileno. Particularmente para mi película, este premio nos abre nuevas puertas para mostrar la película en otros países, como Bélgica, Holanda y España», afirmó Bize, cuya obra «La Vida de los Peces» se convirtió en la tercera cinta chilena en ser galardonada con el premio Goya a la mejor película hispanoamericana. Egresado de la Escuela de Cine de Chile, Bize, de 31 años, se ha destacado por haber dirigido películas como “Sábado” (2003), “En la Cama” (2005) y también “Lo Bueno de Llorar” (2007), todas ellas premiadas en diversos festivales internacionales. La prestigiosa revista francesa lo calificó hace algunos años como “el cineasta más prometedor del cine chileno”.
Obras de calidad destacada
Si bien la industria cinematográfica chilena no se caracteriza por su volumen de producción, los últimos años se ha destacado por la calidad de las obras producidas, lo que se ratifica con la cantidad de reconocimientos internacionales otorgados. Desde el 2005 y considerando sólo largometrajes, el cine chileno ha ganado más de 80 premios en el concierto internacional y cuenta con cerca de 30 nominaciones.
“Más que la cantidad de películas chilenas estrenadas, lo que llama la atención es que se hace muy buen cine y que contamos con una generación de directores muy talentosos”, señaló Sergio Gándara, co-director de CinemaChile, quien resaltó que en el último festival de cine de Cartagena obras chilenas ganaron en las tres categorías. Otras películas reconocidas a nivel mundial en festivales importantes son “La Buena Vida” de Andrés Wood (Goya en 2008), “La Nana” del director Sebastián Silva (Premio Sundance a mejor actriz en 2009), “Tony Manero” (festivales La Habana y Turín 2008) de Pablo Larraín, y “La Frontera”, de Ricardo Larraín (Goya en 1991) y el cortometraje La Ducha (Berlinale 2011).
Aún así la industria cinematográfica chilena enfrenta hoy varios desafíos. Uno de ellos es la internacionalización, uno de los propósitos que se ha impuesto el gobierno, a través del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) en conjunto con entidades como CinemaChile. Es así como se han organizado diversas comitivas, que han tenido presencia en los festivales más importantes del mundo. Asimismo el CNCA y el ministro Luciano Cruz-Coke también han llevado a cabo conversaciones con estudios y productoras internacionales con el fin de promover a Chile como una locación para películas, aprovechando aspectos como la diversidad de paisajes, la seguridad y la estabilidad política y económica.