Hasta el jueves 29 de octubre se extiende el “Taller de Construcción de Ruedas Azudas” que imparte en la comuna de Pichidegua el Consejo Regional de la Cultura y las Artes, a través de su Programa “Portadores de Tradición”, del Departamento de Patrimonio Cultural.

El taller comenzó a principios de agosto y se realiza todos los días martes y jueves, de 16 a 18 horas, en la Escuela Larmahue. Así lo dio a conocer la Directora y Presidente del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, María Verónica Atton Bustamante, quien comentó que este taller es dictado por Arturo Lucero Zamorano, destacado Tesoro Humano Vivo del 2014.

Fue la misma escuela la que se encargó de escoger a los diez estudiantes de segundo ciclo básico, que estuvieran interesados en aprender a construir ruedas de agua, con el fin de propiciar la promoción de este oficio que, a través de un sistema de regadío ecológico, es el sello de la identidad y tradición de la localidad.

A través de esta iniciativa se está transmitiendo no solo conocimientos de la construcción y reparación de las Azudas de Larmahue, sino que además se está poniendo en valor un símbolo del trabajo y la agricultura del sector, que le ha entregado un sello distintivo que permite a los jóvenes y niños generar vínculos afectivos con la localidad.

Verónica Atton señaló que promover la identidad local es una prioridad dentro de los propósitos que persigue el Consejo de la Cultura, que a través de instancias que involucran el apoyo del municipio local y por supuesto la Escuela de Larmahue, se trabaja en “fomentar el patrimonio cultural material e inmaterial de la región”.

La directora del Consejo de la Cultura anunció que el fin del ciclo de talleres estará marcado con un importante hito que implica la construcción de una rueda de agua por parte de todos los alumnos participantes, y su posterior instalación en la comunidad, quedando como un registro y recuerdo permanente de esta novedosa experiencia.

“Portadores Tradición”

El programa de mediación cultural “Portadores Tradición” busca la promoción de la transmisión y valorización del patrimonio cultural inmaterial local y regional mediante la inserción de cultores y artistas en el sistema educacional formal.

Este programa se articula gracias al compromiso de transmisión adquirido en el Programa de Reconocimiento de Tesoros Humanos Vivos (THV), que permite que las personas y agrupaciones reconocidas en dicho plan puedan transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones.