La muralista Sally Sade se trasladó hasta la punta norte de la Región de Aysén para trabajar con la comunidad escolar de Raul Marín Balmaceda en una residencia artística de artes visuales, enfocada en la creación de un mural colectivo que contiene una narrativa propia del territorio.
El programa de Identidad Regional de la Seremi de Culturas Aysén ha permitido el desarrollo de estas residencias artísticas y esta vez fue el turno de Raul Marín, cuyos habitantes trabajaron desde mayo en la programación de las actividades y la creación de bocetos previos a la realización del mural.
De esta manera, el muralismo y el arte urbano fueron parte del lenguaje comunitario durante una semana en que niños, niñas, jóvenes y sus familias pudieron compenetrarse con la temática propuesta para el trabajo, que decía relación con la crisis energética que vive Raul Marín.
La muralista Sally Sade cuenta que el mural se dividió en equipos según la dificultades de la técnica: “Me puse en contacto con el director de la escuela Amanda Labarca para trabajar en conjunto con los niños de la escuela está residencia. Hicimos reuniones previas virtuales con los profesores de cada nivel y los niños para saber cómo se sentían y qué imágenes les gustaría plasmar y destacar sobre esto en particular. Yo llegué con el boceto y los materiales y trabajamos en niveles con el apoyo de la comunidad escolar”.
Para el seremi de Culturas Aysén, Felipe Quiroz, “estas experiencias tienen un valor cultural y comunitario sumamente alto, debido a que la comunidad se reúne no solamente en torno a una disciplina, sino alrededor de una creación colectiva que habla del lugar que habitan y de las personas que son en ese lugar. Las residencias artísticas que desarrollamos desde Culturas Aysén han tenido un alcance y un éxito tales, que nos motiva a seguir trabajando como Gobierno en esta línea”.