Biobío / Libro y Lectura PUBLICADO EL 06 ABRIL, 2017 En Biobío parten las mesas ciudadanas para evaluar la Política Nacional del Libro y la Lectura 2015-2020

  • Tras la conformación de la primera mesa ciudadana, Biobío eligió a dos representantes para continuar con el seguimiento de la medida.

Distintos agentes de la cadena de valor del libro y la lectura se reunieron para revisar los avances y debatir sobre la implementación de la política, contando con la presencia de dos de sus coordinadoras principales, María Soledad Camponovo y Daniela Jara, quienes lideraron el encuentro, como funcionarias del Consejo Nacional de la Cultura y la Artes.

Tras los procesos participativos del 2014 se construyó la política vigente, que por primera vez incluye indicadores que permiten medir su nivel de progreso. De acuerdo con el cronograma de seguimiento,  se inició a la primera mesa ciudadana con cerca de 20 participantes, en donde se presentó el 75% de avance en la implementación de la política Nacional del Libro y la Lectura.

María Eugenia Cartes, encargada regional del programa de Fomento de las Artes, del Consejo de la Cultura, destacó el sentido del encuentro: “Valoramos estas instancias que permiten ir haciendo un seguimiento a la implementación de la Política Nacional del Libro y la Lectura, que fue construida participativamente, donde distintos actores del mundo del libro e instituciones públicas de la región tuvieron la oportunidad de plantear soluciones a los problemas que se habían diagnosticado”.

Indicó que la reunión fue exitosa debido a que concluyó con la elección de dos representantes de la mesa ciudadana de la política del libro. Ellos son Noelia Figueroa, de la editorial Itinerante y Maikel Loyola, escritor y reciente ganador de un premio Ceres por su libro “Planeta de los Botones”. “Ellos tendrán la tarea específica de ir avanzando desde la ciudadanía en aquellos temas que son un desafío para la Región del Biobío y que tiene que ver específicamente con lo que se denomina la industria del libro y la lectura”, agregó la encargada regional.

Por su parte, María Soledad Camponovo, coordinadora nacional de la instancia, explicó su sentido participativo y el rol de la región. “Partimos aquí para comenzar el trabajo con las regiones y lo inédito de esta política 2015-2020 es que la hemos construido colectivamente entre diez instituciones del estado y la sociedad civil”. Esta característica incluso le valió un reconocimiento desde el Servicio Civil, obteniendo el cuarto lugar en el concurso “Funciona 2016”, que destaca proyectos innovadores implementados por funcionarios y funcionarias o equipos de trabajo de la administración del Estado.

En cuanto al enfoque específico del trabajo en el Biobío, Daniela Jara precisó que “la vinculación con la industria editorial es uno de los puntos más débiles y que necesita mayor atención desde la institucionalidad. La tarea en el corto plazo apunta a levantar información de la región para tener cierta certeza respecto a la situación actual de esta industria”.

Entre los temas que se destacaron en la reunión, se encuentra el explosivo aumento de editoriales pequeñas o emergentes. Durante los últimos años ha surgido un movimiento importante de editores independientes, preocupadas principalmente de contenidos locales, contribuyendo con temáticas que fortalecen la identidad regional. “Creemos que hay que seguir avanzando en esto, propiciando la asociatividad de los agentes, procurando un mayor apoyo para la visibilización de estos emprendimientos a nivel nacional e internacional”, enfatizó Cartes.