Institucional PUBLICADO EL 20 ABRIL, 2012 Ministro participa en almuerzo de los Príncipes de Asturias en honor a Nicanor Parra

Felipe de Borbón y doña Letizia presidieron hoy un almuerzo en el Palacio Real, con el que se inician los homenajes a Nicanor Parra.

Ministro Cruz-Coke participa en almuerzo de los Príncipes de Asturias en honor a Nicanor Parra

Foto: © Casa de S.M. el Rey de España / Borja Fotógrafos.

Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, presidieron hoy el almuerzo que tradicionalmente ofrecen los Reyes de España en el Palacio Real antes de la entrega del Premio Cervantes. La recuperación tras la intervención quirúrgica a la cadera del Rey Juan Carlos impidió su asistencia a esta actividad, que da inicio a los homenajes que recibirá el poeta chileno.

Tampoco estuvo presente el premiado, Nicanor Parra, ya que su dolencia reumática y su avanzada edad (97 años) desaconsejaron el desplazamiento a España. En el almuerzo de hoy, Parra estuvo representado por su hija, Colombina, y  por su nieto, Cristóbal Ugarte.

Como invitado oficial estuvo el Ministro de Cultura chileno, Luciano Cruz-Coke, quien llegó hoy mismo a Madrid y encabezará las actividades en torno al Premio, que será recibido este lunes por Cristóbal Ugarte, de manos del Príncipe. Otros asistentes al Palacio Real fueron el secretario de Estado de Cultura español, José María Lassalle; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua; y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

A este almuerzo son invitados representantes del mundo de las letras: hoy estuvieron Mario Vargas Llosa, José Luis Sampedro, la académica Carme Riera, el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Conch, la editora Carmen Balcells, Juan Luis Cebrián, Rosa Regás, Nicolás Sánchez Albornoz, Raúl del Pozo, Luis Goytisolo, Carmen Iglesias, Carmen Caffarel, Gim Ferrer, Rodríguez Lafuente, el Premio Planeta Javier Moro y Antonio Gamoneda.

“Fue un almuerzo muy grato y distendido. Los anfitriones lograron crear un ambiente muy cercano entre los invitados, y manifestaron mucha admiración por las letras chilenas. Además de Parra, el Príncipe dedicó palabras a Neruda y Vicente Huidobro”, comentó el Ministro Cruz-Coke tras la reunión.

Palabras del Príncipe

Junto con destacar la “circunstancia muy especial y excepcional” de no poder contar con la presencia del Rey ni del premiado, el Príncipe Felipe de Asturias dedicó el brindis del almuerzo a Cristóbal Ugarte y a Colombina Parra.  Les dijo que, además del premio Cervantes, lleven a Nicanor Parra el «recuerdo» y «el abrazo más caluroso» de los príncipes, de los representantes del mundo de las letras que han asistido hoy a este almuerzo y de todos los que se sienten «unidos en esta patria universal y cervantina de la letras hispanas».

En su discurso, el Príncipe Felipe elogió la palabra «hondamente popular, airosa y elegante» de Nicanor Parra y alzó la copa en homenaje a «la poesía de su magnífica Antipoesía».

Las palabras del anfitrión comenzaron con una alusión a “El Quijote”: «El gran libro de nuestra lengua comienza remitiéndonos a los dos ámbitos fundamentales de la literatura: a la literatura tradicional y popular, que se transmite oralmente, y a la literatura áulica, letrada». El comienzo de la obra cervantina «nos sitúa ante los dos mundos de los protagonistas, el del hidalgo amante de los libros y el del aldeano que no sabe escribir, pero que posee una riquísima cultura oral. Estos dos mundos son los vasos comunicantes de nuestra literatura», dijo  el Príncipe.

En este sentido, Felipe de Borbón destacó que «los grandes poetas del español, como Nicanor Parra, han sabido nutrirse a la vez de la tradición popular y de la tradición letrada». Y agregó: «No otra cosa hizo el propio Cervantes. Sus obras son, al mismo tiempo, expresión de voces marcadamente personales y de aquello que ya en la época de Cervantes comenzó a llamarse el genio de la lengua y que consistía, según los contemporáneos del autor del Quijote, en propiedad de los conceptos, elegancia de la dicción y agudeza de las ideas».

En palabras del Príncipe, «los hispanohablantes de la época de Cervantes estaban orgullosos de su lengua», aquella que «se expandió por muchos lugares de nuestro mundo y que hoy nos ofrece generosa el brillo de la poesía de Parra».