Metropolitana / Música PUBLICADO EL 06 NOVIEMBRE, 2014 Escuelas de Rock llega a 11 escuelas públicas de la Región Metropolitana

El grupo Keko Yoma dio un recital en la Escuela Básica de Viluco de Buin y otro en el Liceo Polivalente Elvira Brady de San Bernardo. Las presentaciones, que seguirán hasta el 24 de noviembre con otras bandas, forman parte del programa de Fortalecimiento de la Educación Pública a través de la Cultura impulsado por el CNCA de la RM y la Seremi de Educación.

“¿Qué países han visitado?”. “¿Quién partió con el grupo?”. “¿Cuál es su mayor inspiración?”, preguntan los niños del 4º básico de la Escuela Viluco de Buin a Fernando Reyes (voz), Allan Follert (bajo), Renato Pizarro (guitarra) y Javier Lizama (batería), integrantes del grupo Keko Yoma.

Es una mañana de noviembre y los músicos han llegado hasta aquí para tocar algunas de sus canciones, pero también para contarles cómo se inició la banda; hablarles de los países que han recorrido, y explicarles de qué modo componen. Y así lo van haciendo: cantan “Berlín” y hablan de las personas que han conocido en los 16 países que han visitado en diez años de trayectoria. Tocan “Resiste” y Allan Follert les cuenta a los niños que con Fernando Reyes tocaban juntos en el colegio República de Siria de Ñuñoa. Y entre canción y canción; entre anécdota y anécdota, narran sus motivaciones, juegan y bromean. En la sala de clases hay algunos alumnos de 8º como Agustín Soto Menéndez y Juan San Martín García, ambos de 14 años: al terminar el recital dirán que es primera vez que ven a un grupo de rock en vivo. Primera vez. Esa confesión quedará grabada entre los Keko Yoma.

“Muchos de nuestros alumnos conocen solo hasta Buin”, cuenta Ramón Zenteno Espinoza, director de la escuela donde estudian 194 niños de esta zona rural conformada por las localidades de Viluco, Santa Filomena, La Vuelta de la Arena, La Estancilla, Las Vertientes y Los Aromos. “Esta es la forma de hacer  cultura: que ustedes vengan hasta acá; porque ellos, por las distancias, no pueden salir a buscar actividades culturales”, comenta el director. Y él sabe de qué habla: esta es una de las 11 escuelas de la Región Metropolitana que participa en el programa de Fortalecimiento de la Educación Pública a través de la Cultura, que impulsa el Consejo de la Cultura y las Artes de la Región Metropolitana, que dirige Ana Carolina Arriagada, en conjunto con la Seremi de Educación, encabezada por Felipe Melo.

“Es importante que llegue gente como ustedes hasta acá, porque esto a los niños esto les sirve para proyectarse”, les dice el director a los integrantes de Keko Yoma.

Desde Viluco a San Bernardo

“Hay que montar todo antes de la 1 de la tarde porque a esa hora salen a almorzar”, instruye Luz Ramírez, coordinadora de gabinete de la Dirección Regional de Cultura. Y los músicos y el sonidista apuran la marcha e instalan los instrumentos en el auditorio ubicado en el segundo piso del Liceo Polivalente Elvira Brady, de San Bernardo.

Poco a poco las alumnas y alumnos de los cinco primeros medio se distribuyen en la sala. Otra vez los Keko Yoma –esta vez ante un centenar de adolescentes– tocan su repertorio e intercalan algunas historias. “Sus canciones llegan; dicen verdades”, comentará Tahía Gyllén, al final del recital, y su amiga Francisca Sepúlveda agregará: “Ponen sentimiento en las letras”.

La partida, la reflexión

Fernando Reyes: “Me voy feliz a Santiago. Fue súper emotivo. Mirar caras a los niños siempre es bueno.  Participaron harto, se rieron de nosotros y nosotros de ellos”.

Allan Follert: “Me voy contento. Al principio los vi muy sorprendidos; no sabían qué decir y nosotros tampoco. Se produjo una tensión medio extraña, pero después todos nos soltamos. Espero repetir esta experiencia”.

Javier Lizama: “Estoy muy contento con esta iniciativa que busca generar espacios de encuentro entre niñas y niños y músicos. Fue muy interesante vivirlo, porque espacios de comunión como estos hacen que nuestro oficio tenga sentido”.

Renato Pizarro: “Estoy contento por el resultado de este viaje en que vinimos a encontrarnos con seres que estaban esperando estímulos. Los sentí expectantes.  Ese fue el punto alto de los dos momentos que vivimos hoy… El artista chileno tiene un deber en este ámbito de la sociedad: debe despertar la creatividad en otros seres porque eso se propaga y después se crea una tormenta bella”.

Rocío Peña, cantante, antropóloga y encargada de contenidos de Escuelas de Rock: “Lo más bonito es sembrar esta semillita para que los niños experimenten el arte, no necesariamente para que se conviertan en artistas; el arte también es catalizador en otros procesos humanos. Hemos visto cómo se ha arrinconado el arte hasta arrebatarlo de las mallas curriculares, pero aquí estamos haciendo la resistencia, como dice la canción de los Keko Yoma”.