A través de la ONG Valparaíso en Colores, la Seremi de las Culturas desarrolla un programa que acerca a vecinos y jóvenes a revisar la historia de sus barrios y estamparla en las paredes a través de talleres.

Vecinos narrando las historias de sus barrios, clases de muralismo, sonidos de hip hop y jóvenes estampando los relatos de su comunidad en paredes que hermosean su sector, es parte de la dinámica que está desarrollando en diferentes sectores vulnerables de la Región de Valparaíso la ONG Valparaíso en Colores gracias al Programa de Intermediación Cultural.

Durante el año pasado realizaron 13 talleres con artistas como Giova en muralismo y Marcela Silva e Iván Brzovic en canto, llevando el arte urbano a vecinos y jóvenes de Vista Hermosa, Glorias Navales y Gómez Carreño en Viña del Mar, también en Villa Alemana y Playa Ancha en Valparaíso, donde hoy se extienden murales que han quedado como vestigios de estos talleres en las paredes de estos barrios.

Horacio Silva, de ONG Valparaíso en Colores, cuenta que la idea de esta iniciativa “es unir a la comunidad receptora de un taller, ya sea una escuela, club deportivo o sede social, con alumnos provenientes de otros lugares, para que así se genere un diálogo entre los participantes y nuestro equipo, de tal forma que se conozcan y empapen de los contenidos propios e históricos de los barrios. Después de eso, el taller de muralismo hace un breve repaso histórico de lo que es el arte urbano, para luego abordar conocimientos específicos de las artes visuales, también ven los materiales, creación de colores y dibujos, y finalmente se pinta una pared dispuesta por la comunidad anfitriona”.

Silva agrega que “la idea era sacar el arte urbano del Valparaíso Ciudad, para llevarlo al Valparaíso Región, porque la necesidad por el arte está en todas las comunas, aunque tampoco vamos al centro de las ciudades, sino que a los barrios, a las poblaciones, donde el arte no llega por distintos motivos, y lo que encontramos en cada barrio son historias muy interesantes que después se transforman en arte mural con un fuerte contenido social. Gracias a este trabajo, el mural genera un sentido de pertenencia entre los vecinos, que cuidan las obras, porque son de ellos”.

La seremi de las Culturas, Constance Harvey, explica que estas iniciativas se enmarcan en el proyecto “Emerge Valparaíso”, que se inició hace un año con un intercambio de artistas urbanos de Valparaíso y Canadá: “En esta iniciativa participan niñas y niños de todas las edades que están trabajando el mural y el graffiti, adquiriendo nuevas herramientas con profesores especializados para pintar murales que embellecen los barrios. Nuestro llamado a los jóvenes es a conocer la historia del graffiti y el mural, que sepan cómo se ha desarrollado en Chile y cómo lo podemos relevar en su calidad de arte de calidad y democrático”. Agrega la seremi que “todo esto es parte del proyecto “Emerge Valparaíso”, que no solo ha generado el intercambio de muralistas con otros países en Valparaíso, capital del arte urbano en Chile, sino que llevando este arte a jóvenes de toda la región con quienes se trabaja el dónde y cómo podemos pintar, cuidando a la vez nuestro patrimonio arquitectónico, por lo que nos concentrándonos en barrios donde no se desarrollan este tipo de expresiones artísticas y esperamos abarcar una mayor cantidad de comunas en la región”.

Uno de los artistas urbanos que ha estado a cargo de estos talleres de muralismo y arte callejero es Giova, quien cuenta “que la mayoría de las personas que participan no saben nada de lo que es el arte callejero, entonces el modelo pedagógico está diseñado para que puedan aprender desde cero, abordando la historia del muralismo, el dibujo, el color y cómo traspasar las ideas que tiene  los jóvenes directamente a los muros. A ellos les llama mucho la atención esto de pintar con spray o brocha, porque es un arte llamativo, que crea una galería pública que toda la gente puede ver y opinar sobre ella, incluso criticando, y estos murales que están generando los talleres se transforma en un regalo que dejamos a la comunidad”.

Ya son más de 250 personas gracias al Programa de Intermediación Cultural (que este año pas´ó a llamarse Programa de Fortalecimiento de Organizaciones Culturales), quienes han participado en estos talleres que se prolongarán durante 2020 y para este verano consideran clases y murales en una residencia familiar del Sename en Villa Alemana, donde se generará una interacción entre jóvenes internos y externos, y otro taller de canto en el Cerro Lecheros, en Valparaíso.