Coquimbo / Institucional / Patrimonio PUBLICADO EL 30 NOVIEMBRE, 2012 Baile Chino Nº10: 202 años de tradición

Una veintena de niños de la Escuela República Italia de Tierras Blancas ha podido compartir y conocer en directo, la esencia, música, danza y fervor religioso de la agrupación, gracias al programa Portadores de Tradición del CNCA.

El día está soleado y en la parte alta de Coquimbo, se reúnen nuevamente los integrantes del Baile Chino Nº 10 para ensayar, con fe y devoción, lo que será su presentación en la fiesta grande Andacollo para adorar a la Virgen del Rosario “la chinita de  Andacollo”, el próximo mes de diciembre. Pero este ensayo, tiene un componente muy especial: esta vez, los niños de la Escuela Republica Italia de Tierras Blancas, son protagonistas del mismo.

Son múltiples niños y niñas que, gracias al programa Portadores de Tradición del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, durante seis meses han trabajado de la mano con el cultor Marco Veliz, integrante del Baile Chino nº10 y el artista Jimmy Campillay, para fomentar el conocimiento del legado de la agrupación y su permanencia en el tiempo.

El Director Regional del CNCA, Matías Awad, explica el objetivo que persigue este programa. “El valor de este programa es fundamental para el resguardo del patrimonio, trabajar con niños enseñándoles a valorar y tener conciencia de nuestro pasado e identidad, es algo que apoyamos porque creemos que vamos a ver sus frutos a largo plazo, pero sin lugar a dudas, será un aporte en el camino que estamos desarrollando para valorar lo nuestro y que esto tenga permanencia en el tiempo”.

Con 202 años de historia, el Baile Chino nº10 es uno de los más antiguos del país. Reconocidos como Tesoro Humano Vivo (THV) por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y la UNESCO el año 2009, su legado y devoción ha trascendido generaciones. Por ello, a través del programa Portadores de Tradición del CNCA, se busca acoger la diversidad cultural y transmitir el patrimonio cultural inmaterial, mediante la inserción de cultores en el sistema educacional formal.

De esta forma, el cultor trabaja dentro de la jornada escolar en conjunto con docentes de los establecimientos educacionales para integrar contenidos vinculados con la apropiación de los saberes, puesta en valor y transmisión del patrimonio cultural inmaterial de Chile.

El artista Jimmy Campillay explica como ha sido el trabajo llevado a cabo con los niños. “Para mí ha sido enriquecedor porque tengo alumnos que están comprometidos, se han comprometido con el baile y están acá en este momento, incorporándose al baile Nº 10 y posiblemente, van a entrar a sus filas. Es un proceso que ha sido de 6 meses, pero en que los alumnos se han comprometido  a construir instrumentos, conocer las dinámicas de las danzas y compartir con los chinos y es posible que estén en Andacollo, danzándole a la Virgen”. Además, explica que el sonido de la flauta de chino representa un diálogo ancestral y cuyo sonido hace entrar en “trance”.

Por su parte, el cultor e integrante del baile chino desde hace 27 años, Marco Veliz, hace alusión al deseo de algunos niños por querer ser parte de esta agrupación. “Los niños quieren ser parte de nosotros. Es bueno eso porque aportamos a la Virgen con un granito de arena más. Aunque sea un integrante más, porque nuestros integrantes no se retiran, se nos van para siempre, ese es el gran problema de los bailes chinos tradicionales… y por eso agradecemos al Consejo de la Cultura y las Artes, por habernos dado la oportunidad de lograr integrar nuevas personas, es una nueva semilla” dijo, agregando que tanto para los niños como para ellos, ha sido una experiencia satisfactoria.

El programa Portadores de Tradición, está orientado al desarrollo integral de los estudiantes y busca promover, transversalmente, valores como el respeto, la valoración del trabajo y la diversidad, así como en la construcción identitaria y ciudadana.

Cabe decir que, durante el ensayo general, el Baile Chino fue secundado por la agrupación danzante Águila Dorada, quienes también se hicieron presente en el lugar. Además, el CNCA hizo entrega de 4 ejemplares del Libro Tesoro Humano Vivo al Baile Chino Nº10.

El Baile Chino Nº10

Fundado el 25 de diciembre de 1810, el Baile Pescador Chino Nº10 de Coquimbo fue reconocido como Tesoro Humano Vivo (THV), debido a su aporte y legado al patrimonio. Este baile participa en las fiestas de Andacollo, Sotaquí, Algarrobo, Tambillo y en las fiestas patronales de La Cantera, Guayacán y el “Ensayo General”.

En su origen, estuvo integrado por las familias de los pescadores de Coquimbo, Antonio Raimundo Vega y Casimiro Antonio Vega, ocupando las jefaturas los hijos de los primeros jefes, tradición que se mantiene hasta hoy.

Actualmente, este Baile está conformado por familias que habitan en diferentes lugares del Puerto de Coquimbo como Guayacán, Coquimbo Centro, Parte Alta de Coquimbo, El Llano, Baquedano, San Juan, Las Torres, entre otras. Algunas de estas familias fueron emigrando a la zona central, La Calera y Quillota, donde sus descendientes formaron nuevos bailes con similares características.