Artes escénicas / Biobío / Educación artística / Interculturalidad y migrantes PUBLICADO EL 28 OCTUBRE, 2025 Teatro La Obra finaliza itinerancia que abordó infancia y migración por escuelas públicas del centro sur del país Teatro La Obra finaliza itinerancia

  • “Estuario al fin del mundo” realizó, durante octubre, diez funciones gratuitas para estudiantes del Maule, Ñuble y Biobío. La itinerancia, se realizó en colaboración con productoras en terreno de cada región y buscó acercar la experiencia del exilio y la migración a las comunidades escolares a través de una puesta en escena dinámica, música en vivo y actividades de mediación post función.

  • En total, 1.143 integrantes de comunidades escolares pudieron disfrutar de una experiencia de artes escénicas en sus propios establecimientos.
  • El proyecto es financiado por el Fondo nacional de fomento y desarrollo de las artes escénicas, convocatoria 2025 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

La itinerancia escolar de la obra “Estuario al fin del mundo” finalizó su recorrido por escuelas públicas de las regiones de Maule, Ñuble y Biobío, tras realizar diez funciones gratuitas dirigidas a estudiantes de enseñanza básica. El proyecto, financiado por el Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas 2025 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, llevó a las comunidades educativas una experiencia artística que abordó la migración y el exilio desde las infancias, a través de una puesta en escena dinámica, música en vivo y actividades de mediación post función.

Durante octubre, la itinerancia recorrió las comunas de Arauco, Coronel, Nacimiento, Coelemu, Chillán, San Carlos, Constitución, Curicó, Linares y Chanco, llevando el teatro directamente a patios y salones escolares, en un circuito realizado junto a Productora Cambalache (Maule), Corporación Arte y Vida (Ñuble) y Gisel Sparza (Biobío), que generó encuentros significativos con niñas, niños y docentes.

Una experiencia para sembrar empatía

Para Javiera Hinrichs, coordinadora general e intérprete del proyecto, el balance es profundamente positivo. “Estamos muy satisfechas y contentas por el resultado de la itinerancia. El impacto fue incluso mayor del que pensamos, ya que efectivamente pudimos constatar que en las escuelas hay niños y niñas que son migrantes y por lo tanto es una temática que se ha vuelto cotidiana en Chile. Y a través de esta obra de teatro, pudimos invitar a toda la comunidad escolar a ponerse en el lugar de las personas que migran y, en particular, de las infancias que migran.”

Además, Hinrichs destacó la retroalimentación recibida durante las mediaciones post función. “En la actividad de mediación, en base a la pregunta que les hacíamos, los niños y niñas respondían con dibujos y palabras, y luego, había un espacio de preguntas, donde ellos podían expresarse, comentar sobre la obra y preguntar dudas que les quedaban en torno al tema, al oficio del teatro, los vestuarios, la música, la escenografía”.

Respecto a la recepción en las escuelas, agregó que “en muchos casos nos pasó que es raro o especial que vaya una obra de teatro a la escuela, entonces alteramos la dinámica de un día normal de clases con algo novedoso. Llegamos con la obra a patios o salones, y generamos esta experiencia distinta, siendo la reacción muy positiva, porque los niños y niñas se entretienen, se instala un tema a través del teatro, lo que hace que sea dinámico, emotivo y que, efectivamente, la comunidad escolar pueda conectar con esta temática y con el oficio del teatro profesional. Las comunidades estaban muy agradecidas y el encuentro con las infancias, para nosotras, es lo más importante. Nos deja con el corazón llenito”

Puentes entre memoria y actualidad

La directora y dramaturga de la obra, Gisel Sparza, señala que el montaje permite tender un puente entre los exilios del pasado y los desplazamientos actuales, ya que el montaje “es una llave porque invita a reflejarnos de manera directa, descubriendo las historias de ayer nos abrimos a acoger historias de hoy, contingentes y sensibles. Nos permite que nuestra empatía florezca con mayor facilidad”.

Por su parte, Francisca Díaz, intérprete, destacó la oportunidad de “poder usar mis capacidades interpretativas para representar a otros que existen realmente y que tuvieron experiencias dolorosas y tratar de hacer este acto de transformación de ese dolor, a algo un poco más bonito y más de aceptación”. Y añade que, presentar la obra en contextos escolares “permite que estas cosas no se olviden y que la empatía de los niños y niñas que no han tenido experiencias de exilio y migración, pueda desarrollarse más en este aspecto”.

Teatro en espacios escolares

Una de las particularidades de esta itinerancia fue realizar las funciones en espacios no convencionales dentro de las escuelas, como patios y salones. Para el equipo de producción, esto supuso tanto un desafío como una oportunidad para acercar el arte escénico al cotidiano escolar. 

Desde Biobío, Gisel Sparza, quien también cumple el rol de productora en terreno de esta región para este proyecto, comentó que “el principal desafío fue resguardar la experiencia artística que la obra ofrece, ya que nos enfrentamos a espacios no convencionales. Confiamos en que la obra se sostiene a partir de la interpretación y musicalidad, más que de la parafernalia técnica. Hemos visto que conecta de igual manera con la audiencia”.

En Ñuble, Ricardo Valderrama, productor en terreno y director ejecutivo de la Corporación Arte y Vida, destacó que “los espacios escolares no siempre cuentan con las condiciones propias de una sala de teatro, sin embargo, esto se convierte en una gran oportunidad. Compartir el teatro a lugares cotidianos de la vida escolar permite acercar la experiencia artística a niños, niñas y jóvenes en un ambiente cercano, generando un encuentro más directo y muchas veces menos intimidante. Es ahí donde nos damos cuenta que los escenarios pueden ser vivos y eso depende muchas veces de quienes colaboramos para que estas cosas pasen”.

En tanto, Leticia Zapata, de Productora Cambalache de Maule, subrayó la relevancia territorial del proyecto. “ La región del Maule es un territorio profundamente rural, con altos índices de aislamiento. Proyectos como éste, son acciones concretas para democratizar el acceso a las actividades culturales”.

Para saber más sobre este y otros proyectos escénicos, puedes visitar las plataformas digitales de la compañía, @teatrolaobra en instagram y www.teatrolaobra.com y de las productoras en terreno: @corparteyvida en Ñuble y @cambalacheproductora de Maule.