La pieza aborda el estigma y el abandono que marcaron los primeros años de presencia de VIH en el país desde una mirada crítica y poética. Entre hilos, materiales, objetos y encuentros, el proyecto busca entrelazar voces para componer un relato colectivo sobre las complejidades actuales que enfrentan quienes viven con el virus, así como sobre las formas de cuidado comunitario que emergen frente al silencio y la desinformación.

Durante los últimos meses del proyecto se han desarrollado pruebas materiales, objetos, sistemas de montaje y maquetas, avanzando hacia una versión final que será estrenada en enero 2026, para luego circular por diferentes ciudades de Chile.

El equipo es liderado por la artista visual Kütral Vargas Huaiquimilla y su equipo está compuesto por Elisa Figueroa en asistencia de dirección y composición sonora, Benjamín Carriquiry en iluminación, diseño de montaje y composición sonora, Susana Soto en diseño y confección textil, Rodrigo Ortega en escritura y apoyo curatorial, Paulina Rosso en diseño gráfico, fotografía por Fabiola Pontigo, Constanza Rutherford en comunicaciones, Esteban Alarcón en diseño e impresión 3D y Natalia Rodríguez en apoyo en confección textil. Este es un proyecto financiado por el Fondart Nacional para la Creación Artística 2025 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

La pieza principal consiste en una instalación textil y escultórica intervenida con 6061 réplicas bordadas de tratamiento antirretroviral (TARV), elaboradas colectivamente. Este gesto —repetitivo y político— alude a la experiencia de vivir con VIH y convierte la acción de bordar en un acto de resistencia y cuidado. La confección la ha realizado el equipo nuclear, mientras que el bordado se realizó en colaboración con personas invitadas de la comunidad LGBTQI+, junto a voluntarios quienes han entregado su tiempo para bordar en diversas oportunidades.

“Bueno, aquí estamos nosotres bordando lo que significa Soñar en llamas, revivir este fuego que llevamos dentro y también conectar con este sueño que tenemos, este sueño colectivo de que se nos acabe la estigmatización y podamos seguir con nuestro fuego. Es importante siempre tenernos y abrazar el fuego que llevamos dentro. Así que les invito también a todes a seguir soñando en llamas”, mencionó uno de los colaboradores invitados a participar de la cena y encuentro de inicio del proceso de bordado.

Soñar en Llamas invita a reflexionar sobre la persistencia del estigma, la importancia de la memoria y las diversas formas de habitar un diagnóstico, proponiendo una obra donde el proceso es tan relevante como el resultado final: bordar, coser, reunirse y recordar en comunidad.

Durante las próximas semanas, el equipo continuará compartiendo avances del proyecto, y próximamente anunciará fechas y lugares de circulación.