Segundo Encuentro Regional reunió a 19 de las 26 organizaciones validadas en Magallanes, consolidando el fortalecimiento de la gobernanza cultural y el trabajo asociativo impulsado por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Con una convocatoria que reafirma la fuerza del tejido social en la zona austral, el pasado sábado se llevó a cabo el Segundo Encuentro Regional de Puntos de Cultura Comunitaria (PCC) 2025. La actividad se erigió como un hito para la gestión cultural local, logrando reunir a 19 de las 26 organizaciones que actualmente integran el registro en Magallanes, centrando la jornada en la potencia de la acción colectiva.
El propósito de la cita fue desarrollar, de manera participativa, la planificación regional que marcará el camino para el periodo 2026-2027. La instancia, impulsada por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, apuntó a superar la inmediatez para construir una estrategia a mediano plazo, fortaleciendo la gobernanza y el vínculo entre los distintos PCC.
Al respecto, Luis Navarro, Seremi de las Culturas, detalló el carácter estratégico de la reunión. «El objetivo central de este encuentro es poder fortalecer el diálogo y abrir un camino de planificación y articulación para el año 2026 y 2027, insumando a la política pública nacional y a la mesa nacional de gobernanza como principio fundamental».
La autoridad regional destacó además que este programa no es una iniciativa aislada, sino una política pública estructural impulsada por el gobierno del Presidente Gabriel Boric. El énfasis está puesto en reconocer y potenciar aquellas prácticas que transforman la vida de las comunidades desde sus propios territorios.
Para las organizaciones presentes, la valoración del encuentro radicó en la posibilidad de verse las caras y reconocerse como pares. Ignacio Morales, representante de la Fundación Artes de la Patagonia de Puerto Natales, subrayó la importancia de generar estas instancias. «Agradecido, obviamente, de todo el equipo que forma todos estos encuentros. Sin estos espacios de comunicación colectiva no podríamos articularnos entre nosotros y tampoco conocernos», sostuvo.
Durante la jornada, las agrupaciones trabajaron en dinámicas diseñadas para acordar conceptos claves y convertir los aprendizajes previos en un plan de trabajo regional colaborativo. Este enfoque busca que las decisiones no sean impuestas, sino que nazcan de la realidad de quienes mantienen viva la cultura en los barrios.
El resultado es la consolidación de la identidad grupal y la confianza. Así lo expresó Marión Gómez, del Colectivo de Artes Matices, quien destacó cómo estas dinámicas impactan en la autopercepción y proyección de las organizaciones. “Nos ayuda a afiatarnos más, a que creamos más en lo que nosotros hacemos y así proyectarnos a nuestros mismos colegas, que conozcan lo que hacemos nosotros, y a aquellas personas que estén interesadas en ser parte de esta gran comunidad», recalcó.
El encuentro contó con la participación de diecinueve Puntos de Cultura Comunitaria de las provincias de Magallanes, Última Esperanza, Tierra del Fuego y Antártica Chilena. Asistieron el Club de Adultos Mayores Renacer, de Porvenir; Club de Rodeo Chileno, de Laguna Blanca; Comité Cultural Tejiendo Raíces y Club Deportivo Social y Cultural Beagle, de Puerto Williams; Colectivo Cultural Sónico (Circo del Viento), Conjunto Folklórico «Llapui», Fundación Artes de la Patagonia Austral y Centro de Mineros Río Turbio, de Puerto Natales; Flor de Calafate, de San Gregorio; Agrupación Plumas Literarias, Amigos del Centro Juan Wesley, Batucada Timbalada Do Sur, Circo del Sur, Esencias de Mi Tierra, Colectivo de Artes Matices, Comité Cultural Río Seco, Junta de Vecinos N°51 Juan Pablo II, Sociedad Tolkien y Zur Vértice, de Punta Arenas.
La reunión concluyó reafirmando el valor esencial del trabajo solidario y asociativo. La hoja de ruta trazada para los próximos dos años promete no solo una mayor articulación entre los actores culturales, sino un impacto directo en la calidad de vida de los habitantes de la región de Magallanes, potenciando el tejido comunitario a través de prácticas socioculturales transformadoras.