Son seis meses de formación los que recibirán agentes territoriales de base comunitaria y encargados de cultura para potenciar la articulación territorial, la colaboración de redes y demandas de las comunidades en materia artística.

Desde los encuentros territoriales norte y sur ocurridos en Mañihuales y Chile Chico, en mayo, la Seremi de las Culturas Aysén y la Corporación Cultural Arte y Vida de Coelemu mantienen un ajetreado trabajo formativo para la entrega de herramientas y asesoría en planes de gestión a 23 representantes de la región bajo modalidad telemática.

A través del convenio colaborativo “Fortaleciendo las redes de Aysén”, que contó con un monto de $11.300.000, ambas entidades establecieron una hoja de ruta para capacitar a agentes locales provenientes de todas las comunas. Esta alianza tiene directo impacto en la proyección a mediano y largo plazo de las agrupaciones culturales al instalar herramientas de gestión que permitan planificar sus acciones en el tejido social.

“Hemos visto distintas unidades relacionadas a qué es la gestión, cómo aplicarla, hablado de diagnóstico, de planificación estratégica, entonces desde ahí estamos hoy trabajando”, sostiene Ricardo Valderrama, director ejecutivo de la Corporación Cultural Arte y Vida, que junto a la capacitación tienen el compromiso de realizar un trabajo en terreno con al menos cuatro mesas, agrupaciones o espacios culturales durante este segundo semestre.

Respecto a la modalidad, las clases son sincrónicas cada 15 días. El resto de material educativo y contenido multimedia, entre ellos grabaciones de aulas para acceder en horarios libres, se encuentra albergado en una plataforma especialmente diseñada para facilitar el acceso y la retroalimentación.

Para complementar los aprendizajes, cada asistente debe entregar tareas o avances, algo que la artesana de Cisnes, Noelia Cabrera valora: “Hasta el momento la capacitación con Arte y Vida ha sido bastante gratificante, nos han estado compartiendo sus experiencias en la formación de sus planes de gestión y, con el ejemplo, han mostrado la importancia del punto de partida de elaborar una visión, una misión, bien estructurada”.

Leila Nates, narradora oral de Los Torreones, pone el acento en las experiencias de aprendizajes y procesos formativos: “Lo que más destaco es que es bastante pertinente, son muy abiertos a propuestas y a lo que uno dice, y me gusta que uno va enfocando y ordenando mucho más las ideas que pueda tener para su organización”.

Desde Puerto Aysén, la gestora cultural e integrante de Colectiva Imaginarios, Isabel Aguilar, manifiesta: “Siento que en general uno puede proyectar este tipo de conocimientos no sólo a una organización, sino que a distintas formas de hacer cultura y arte. Creo que lo que te enseñan o evidencia los profesores, se puede aplicar tanto a un trabajo colectivo en esta área como también desde tu quehacer individual como gestor, como artista, incluso como cultor”.

En tanto, el seremi de las Culturas Aysén, Felipe Quiroz, rescató la demanda histórica orientada a la educación y formación de agentes culturales que componen la Región de Aysén, la que con el presente convenio abre posibilidades en una zona geográfica cuyas características difieren del resto de Chile. “Este tipo de trabajo también se hace necesario porque potencia las capacidades técnicas que tienen las organizaciones de base comunitaria en el territorio y que, además, va a tener la posibilidad de generar un diálogo con respecto al trabajo que han desarrollado durante estos meses en el Encuentro Regional con Identidad a fin de año en Melinka”.