Biobío / Libro y Lectura / Patrimonio PUBLICADO EL 06 NOVIEMBRE, 2015 50 estudiantes de la Región del Biobío se certifican como mediadores de animación lectora

Estudiantes universitarios de las Provincias de Ñuble y Concepción culminan el proceso de formación del Programa de Voluntariado de Animación Lectora, en el marco del Plan Nacional de la Lectura.

Como una forma de fomentar los espacios de lectura en espacios convencionales y no convencionales, el Programa de Voluntariado de Animación Lectora, impulsado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, formó a cerca de 50 futuros profesionales del área de educación parvularia, básica y media con herramientas de animación lectora que fueron utilizadas en encuentros con diferentes grupos infantiles y juveniles en Ñuble y Concepción.

Cuentacuentos, narración con títeres, láminas Kamishibai y obras de teatro formaron parte de las actividades que desarrollaron los Voluntarios de Animación Lectora en 25 comunas de la Región del Biobío, en el marco de la iniciativa que busca incentivar la lectura en los niños y jóvenes de la zona a través del trabajo con estudiantes de la Universidad San Sebastián en Concepción y la Universidad del Biobío en Chillán.

Luego de casi un mes de trabajo, que comenzó con el Seminario Internacional de Animación Lectora y Literatura Infantil y continuó con diversos encuentros con niños y jóvenes, los voluntarios se reunieron en la Universidad San Sebastián para recibir un certificado que los califica como mediadores de animación lectora. En la oportunidad, además, se exhibió una muestra de las intervenciones realizadas por los voluntarios de la USS y UBB Chillán, quienes serán los primeros mediadores de la lectura en la región.

Al respecto, Marcia Orellana, directora del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, felicitó el reconocimiento ya que “una de las cosas que nos llama la atención es el impacto que esta experiencia tiene en los estudiantes, ya que les otorga un aprendizaje que no está presente en las mallas curriculares de las carreras, que son precisamente las herramientas para fomentar la lectura en niños y jóvenes” sostuvo y agregó que “más allá de esta iniciativa, lo que se puede rescatar de esta experiencia los va a acompañar en todo su desempeño profesional y esa es una de las cosas más valiosas que nos deja el Programa de Voluntariado de Animación Lectora”.

Por su parte, María Regina González, académica de la Universidad San Sebastián y coordinadora del Programa VALE en Concepción destacó las conclusiones extraídas durante la implementación del proyecto: “la experiencia ha sido extremadamente exitosa, especialmente por el compromiso de los estudiantes y por las nuevas formas de intervención lectora que descubrieron. Los estudiantes de Concepción que participaron del Programa hicieron un gran trabajo y gestionaron las actividades desde su propio esfuerzo, porque el deseo que impera es lograr cambios en la educación chilena a través de acciones concretas que realmente contribuyan”.

Y así lo reconoce Maite Basauri, estudiante de 4° año de Pedagogía Media en Lenguaje y Comunicación de la Universidad San Sebastián, quien realizó una dramatización el cuento Pulgarcito de Charles Perrault para niños de 1° básico del Colegio San José de Lomas Coloradas, con la colaboración de estudiantes de enseñanza media del mismo establecimiento: “las herramientas que recibí contribuyeron a la experiencia porque pude integrar a los estudiantes de enseñanza media a la actividad, quienes son los más reticentes a la hora de leer y eso refuerza la idea de que con la lectura se pueden hacer muchas cosas” explicó y agregó que “esta iniciativa no sólo repercute en los estudiantes, sino que es importante también para la sociedad porque son conceptos que no están incorporados a la educación tradicional”.