Las celebraciones comenzaron ayer, domingo 19 de octubre, con una intervención en el espacio público en la Diagonal Pedro Aguirre Cerda, donde se presentó el remontaje de la obra “Cai Cai” de Patricio Bunster, con autorización de su hija, Manuela Bunster, cuya reposición estuvo cargo de coreógrafa Lorena Zurita. Esta acción callejera abrió las actividades del primer Día Nacional de la Danza, promulgado oficialmente el pasado 9 de septiembre, y que se conmemorará cada 19 de octubre en homenaje al natalicio del maestro Patricio Bunster Briceño, figura esencial de la danza chilena.

Hoy lunes 20 de octubre, desde las 10:00 horas, la programación continúa en la Corporación Cultural Artistas del Acero con un desayuno junto a agentes clave del sector y la presentación de la obra “Divertimento”, dirigida por el maestro Gabriel Valencia, con coreografía de Hugo Zárate e interpretada por Nataly Lagos, Antonia Caamaño y Maite Andrade, elenco de la Academia Lorena Zurita. La jornada incluye además la exhibición de un video de Paola Aste, quien releva el trabajo articulado de organizaciones, como el Sindicato de Trabajadores de la Danza, que hicieron posible la creación de este nuevo hito cultural.

La reconocida coreógrafa Paola Aste, quien participó en el proceso legislativo, relevó el sentido de este hito nacional al señalar que “como Sindicato Nacional de Prácticas y Trabajadores de la Danza estamos profundamente contentas y contentos. Tras un largo proceso de articulación con diversas organizaciones del sector y con el Ministerio de las Culturas, logramos que el 19 de octubre, en el natalicio de nuestro querido y recordado maestro Patricio Bunster, sea reconocido como el Día Nacional de la Danza. Esperamos que este hito se celebre con entusiasmo en todo el territorio, desde Arica a Punta Arenas”.

La Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Biobío, Paloma Zúñiga, puntualizó que este acto legislativo y su conmemoración instalan a la danza como un componente sustantivo en el desarrollo cultural del país. “El Día Nacional de la Danza reconoce una disciplina que ha acompañado procesos sociales, políticos y educativos de nuestro país. La danza es memoria, promueve bienestar, identidad y comunidad; es una expresión viva que articula territorios y emociones”, afirmó.

La autoridad agregó que “como Gobierno estamos comprometidos con fortalecer la cultura como un derecho. En este contexto, desde la Seremi nos encontramos ad portas de presentar la Primera Cartografía de Artes Escénicas del Biobío, una herramienta que permitirá reconocer a las y los creadores, identificar brechas y oportunidades, y construir políticas públicas basadas en evidencia, que promuevan la creación, la circulación y el trabajo cultural decente en toda la región”.

La conmemoración, creada oficialmente el 9 de septiembre de 2025 mediante su publicación en el Diario Oficial, también permite relevar el legado de las trayectorias fundantes de la danza regional. Entre ellas, la de Manuela Bunster, fundadora del Centro Calaucán en Concepción (1983), y de figuras como Paola Aste, Viviana Campos y Mariela Raglianti, continuadoras de un proyecto artístico que situó a la danza del Biobío como referente nacional, aun en contextos adversos como la dictadura.

La región del Biobío destaca hoy por su diversidad de lenguajes: contemporáneo, académico, folklórico, urbano, experimental y de creación comunitaria. En reconocimiento a su trayectoria, el Premio Regional de Artes —categoría Danza— lleva el nombre del maestro Patricio Bunster e incorpora desde este año el de la maestra Belén Álvarez, cuyo legado formativo y escénico marcó a generaciones.

Un pilar de la danza en el Biobío 

Belén Álvarez Cabezas (1938–2020), es una figura fundamental de la danza chilena y precursora de la danza contemporánea en Concepción. Se formó en danza clásica en el Teatro Municipal de Santiago, integrando el elenco estable del Ballet de Cámara del Municipal durante los años 70, bajo la dirección de Malucha Solari. Posteriormente, estudió danza moderna con maestros como Xavier Francis y Joan Turner, quienes influyeron en su visión integradora del arte escénico.

En 1973 se trasladó a Concepción, ciudad en la que al año siguiente fundó y dirigió el Ballet Contemporáneo de Concepción, el primer elenco profesional del sur de Chile, que reunió a más de treinta jóvenes intérpretes. Con esta compañía estrenó la obra “Coppélia” junto a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción y en 1976 se presentó en el Teatro Municipal de Santiago con las obras “Cuadros de una Exposición”, con la música de Emerson, Lake & Palmer, y “La Consagración de la Primavera” de Stravinsky, marcando un hito histórico para la danza regional.