Los Ríos / Teatro PUBLICADO EL 26 AGOSTO, 2025 Debutó en Los Ríos obra que fusiona teatro, ciencia y mitología japonesa

Más de seis décadas después del terremoto más fuerte registrado en la historia de Chile y el mundo, el de 1960 en Valdivia, la compañía Amigos Salvajes se vuelca en ese evento telúrico para preguntarse, desde el teatro, si es posible representar un desastre en escena. El resultado fue Namazu: conferencia del desastre (1960–2025), una performance que combina mito, comedia absurda, ciencia y memoria.

Cabe destacar que la obra contó con el financiamiento del Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas 2025 y el apoyo del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastre, Espacio Checoeslovaquia y la Asociación Patrimonial Cultural de la Región de Los Ríos.

Concebida como una conferencia científica, Namazu se construye a partir de tres pilares fundamentales: conocimiento científico proveniente de la geología y sismología, el concepto de materia vibrante y mitología japonesa. El título hace alusión a Namazu, el pez gato gigante que, según la tradición nipona, habita en las profundidades de la Tierra y provoca sismos cada vez que logra escapar del dios guardián Kashima Daimyojin.

Aunque la obra no representa directamente el Terremoto de Valdivia, toma como punto de partida ese evento histórico para imaginar y ficcionar lo que ocurre cuando un desastre irrumpe en un contexto inesperado como una conferencia académica. La puesta en escena retrata con humor y tensión la torpeza, el nerviosismo y el desconcierto que puede generar una situación así.

Tras casi tres meses de ensayos, que incluyó una clase de sismología impartida por el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN), los directores Román y Primus decidieron desarrollar la narrativa a través de una metodología que entrelaza los distintos roles de las artes escénicas con la sismología, inspirado en el concepto de materia vibrante. Este concepto plantea que la materia posee una agencia inherente: “una capacidad de actuar y de influir en el entorno que la rodea, incluso más allá de lo que la humanidad es capaz de percibir”.

Así los directores dieron forma a una experiencia escénica que se construye a partir de sonidos imperceptibles al oído, frecuencias bajas, cuerpos en tensión y elementos escenográficos que evocan placas tectónicas y escombros. “Trabajar con sonidos que no se perciben a simple oído, como ocurre con los sismos, implicó un proceso arduo junto al elenco”, señalan.

La propuesta se presenta como una metáfora viva del desastre, que se manifiesta sensorialmente en escena a través de temblores sonoros, polvo en suspensión y humo que remite al colapso estructural de un gran evento telúrico.

Valdivia, Lanco y Panguipulli

Con un Teatro Regional Cervantes completamente lleno, Namazu debutó en la Región de Los Ríos con dos funciones, marcando un hito para la escena teatral interregional. Además, se realizaron dos funciones en Lanco y Panguipulli.

La obra superó todas las expectativas y ratificó su original propuesta que fusiona ciencia y teatro. Con más de 600 butacas ocupadas, las funciones captaron la atención del público por su propuesta original y provocadora y que invitó a reflexionar sobre el desastre y la fragilidad del ser humano.

Entre los asistentes se encontraban estudiantes de enseñanza media, adultos mayores y comunidades provenientes de distintas zonas, como la Casa de la Cultura de Máfil, lo que dio al evento un carácter verdaderamente diverso e inclusivo.

“Una no siempre tiene la oportunidad de ver este tipo de obras, y por eso se agradece que existan iniciativas que permitan financiar espectáculos como este, para que podamos conocer lo que se está creando desde el norte”, expresó Cristina Albornoz, una de las espectadoras.

Un equipo interregional

El equipo artístico y técnico, integrado por profesionales de Santiago y Valdivia, trabajó intensamente durante tres meses previos al estreno afinando cada detalle del montaje. Ese esfuerzo se tradujo en una puesta en escena inmersiva, que destacó por el cuidado en el uso de luces, escenografía y diseño sonoro.

El elenco compuesto por María José Parga, Val Riffo y Nicolás Alaluf, destacó la relevancia de estrenar la obra en la región de Los Ríos y la riqueza del proceso de creación colectiva.

“La itinerancia en la región fue muy significativa. Trabajar con personas de Valdivia, que nos aportaron con su conocimiento y sensibilidad, fue realmente enriquecedor. Para mí fue un honor conocer tanto talento local”, señaló María José Parga.

Val Riffo, por su parte, comentó: “Tuvimos preguntas maravillosas del público. Aunque algunas personas no comprendieron del todo la propuesta, se mantuvieron cautivas y atentas. Eso demuestra que la obra genera algo, incluso más allá de lo racional. Siento que es un plato que merece repetirse”.

Nicolás Alaluf agregó: “Sentimos que el público se entregó por completo a la experiencia. La obra creció en escena y eso nos motiva a seguir desarrollándola. Para nosotros, fue muy significativo presentarnos por primera vez en Valdivia. A veces los desastres son inevitables, pero también pueden abrir nuevas posibilidades de encuentro y reflexión”.

Para Amigos Salvajes, este montaje no es solo una conmemoración. Es también una advertencia, una reflexión y una pregunta abierta: ¿cómo se recuerda un desastre? ¿Y cómo nos preparamos para lo que inevitablemente vendrá? A 65 años del gran terremoto, Namazu se alza como una obra que no solo habla del pasado, sino que también del presente.

“Ha sido una experiencia muy fructífera. Fuimos muy bien recibidos por la Región de Los Ríos, y hemos percibido un gran interés por parte del público, tanto por la obra como por las temáticas que aborda. La gente se mostró muy abierta a vivir una experiencia distinta desde el teatro. Nuestra intención fue cruzar las artes escénicas con las ciencias, sin perder la estructura de espectáculo, y creemos que lo logramos. Las personas lo agradecieron profundamente”, comentó Simón Román.

“A corto plazo, nuestro objetivo es presentar la obra en Santiago, y ya estamos trabajando en una circulación nacional para 2026. Queremos realizar una ‘gira sismológica’ a lo largo del país, porque la ciencia, hoy más que nunca a raíz de los hechos en Japón o en Rusia, tiene los ojos puestos en los desastres, especialmente en los terremotos”, finalizó Teresa Primus.

Equipo

Dramaturgia: Simón Román

Dirección: Simón Román y María Teresa Primus

Producción: Yasna Gómez

Elenco: María José Parga, Val Riffo y Nicolás Alaluf

Diseño escenografía: Valentina Kappes

Diseño gráfico: Isabella Alarcón

Composición musical: Octavio O’Shee

Sonidista: Alfonsina Ruiz

Audiovisual: Ximena Rosas

Vestuarista: Daniela Vargas

Asistente puesta en escena: Yuka Kato