Orquesta de Cámara de Chile

PUBLICADO EL 31 DICIEMBRE, 2024

Conciertos de Fin de Año 2024

Conciertos interpretados entre el 17 y 20 diciembre, en Providencia, Peñalolén y Ñuñoa, junto al Coro y solistas: Magníficat, dirigido por Marcela Canales; y la dirección de Rodolfo Fischer.

 

Antonín Dvořák (1841-1904)

Suite Checa, Op. 39

Obra escrita en 1879 que destila el espíritu de la música folklórica de Bohemia, la tierra natal del compositor. Los cinco movimientos combinan melodías y danzas populares checas, con su característico lirismo y maestría compositiva. Esta suite no solo refleja el amor de Dvořák por su patria, sino también su habilidad para traducir tradiciones musicales locales en formas accesibles para una audiencia global, demostrando la capacidad del músico para combinar lo tradicional con lo sinfónico, capturando la esencia de su cultura en un formato clásico.

  1. Preludio (Pastorale): Movimiento inicial, presenta una atmósfera serena y nostálgica, con temas líricos que evocan paisajes bucólicos.
  2. Polka: Un guiño a la danza tradicional checa, llena de energía y gracia.
  3. Sousedská (Minueto): Inspirado en la danza campesina «sousedská», que ofrece un contraste más relajado y elegante.
  4. Romance: El cuarto movimiento es un interludio lírico y contemplativo, que muestra la habilidad de Dvořák para escribir melodías conmovedoras.
  5. Finale (Furiant): Cierra la suite con una danza vibrante y enérgica, caracterizada por cambios rápidos de métrica que desafían tanto a los intérpretes como a los oyentes.

La pieza fue concebida originalmente para piano a cuatro manos, sin embargo, la versión orquestal es la más interpretada.

 

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)

Misa de Coronación en Do Mayor, K. 317

Obra sacra compuesta en 1779 que combina el esplendor ceremonial con una profunda sensibilidad espiritual, reflejando tanto el contexto litúrgico para el que fue escrita como la genialidad de Mozart al equilibrar el virtuosismo vocal, la orquestación y la devoción religiosa. Aunque su título sugiere una asociación directa con las ceremonias de coronación, esta denominación se le atribuyó más tarde, probablemente porque fue utilizada en la coronación de Francisco II como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1792 y en otras ocasiones similares.

La Misa fue escrita para la catedral de Salzburgo, probablemente para la celebración de la Pascua. Con esta obra, Mozart debía ajustarse a las estrictas limitaciones de tiempo impuestas por el arzobispo, lo que lo llevó a crear una obra breve pero rica en contenido musical y emocional, siguiendo el formato tradicional de seis partes:

  1. Kyrie: Abre con una solemne declaración coral que da paso a una línea melódica lírica en los solistas, reflejando una súplica sincera.
  2. Gloria: Un movimiento animado y jubiloso con secciones contrastantes, que subraya la exaltación y la adoración.
  3. Credo: Este movimiento, especialmente compacto, destaca por su energía rítmica y la riqueza de su textura coral. Una de las secciones más memorables es el «Et incarnatus est,» donde Mozart emplea un enfoque más íntimo y expresivo.
  4. Sanctus: Majestuoso y resonante, este movimiento introduce una atmósfera de reverencia y grandeza.
  5. Benedictus: De carácter más introspectivo, se centra en los solistas en diálogo con el coro, creando un contraste íntimo dentro de la misa.
  6. Agnus Dei: Con una melodía sublime en la soprano solista, este movimiento final anticipa el «Dona nobis pacem,» que retoma el material del Kyrie, cerrando la misa con un sentido de unidad y resolución.

La obra representa el genio universal de Mozart, capaz de inspirar tanto a creyentes como a amantes de la música en general.

 

George Frideric Händel (1685-1759)

El Mesías, HWV 56

Es una de las piezas más icónicas y veneradas del repertorio coral y orquestal, compuesto en 1741. Narra la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo, utilizando textos extraídos de la Biblia y el Book of Common Prayer. Su combinación de profunda espiritualidad y brillantez musical lo ha convertido en un pilar de las celebraciones religiosas y conciertos en todo el mundo, especialmente durante la Navidad y la Pascua.

El estreno tuvo lugar en Dublín el 13 de abril de 1742, en un concierto benéfico que fue un éxito rotundo. Para acomodar al mayor público posible, se pidió a los asistentes que no usaran faldas amplias ni espadas. La obra fue recibida con entusiasmo, y su popularidad se expandió rápidamente por toda Europa.

El Mesías está dividido en tres partes, con un total de 53 números que incluyen coros, recitativos, arias y conjuntos. La Orquesta de Cámara de Chile interpretará el coro más célebre del oratorio, el «Aleluya«, que cierra la segunda parte la obra con una explosión de gloria y triunfo; además de «Digno es el cordero de Dios» y el «Amén«, para un final grandioso.

Es una de las obras más interpretadas en la historia de la música occidental. Su universalidad radica no solo en su mensaje espiritual, sino también en la habilidad de Händel para combinar lo sublime y lo humano a través de la música. Desde los pasajes íntimos hasta los majestuosos coros, El Mesías sigue conmoviendo y elevando a audiencias de todas las generaciones.

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