PUBLICADO EL 21 NOVIEMBRE, 2024
Conciertos 6 al 9 noviembre 2024Repertorio interpretado en Las Condes, San José de Maipo, Ñuñoa y San Antonio, junto al solista Freddy Varela (Chile), y el director Emmanuel Siffert.
Ludwig Spohr (1784 — 1859)
Obertura de la opereta El examen
Obra compuesta por el compositor alemán, quien fuese figura prominente en la música clásica del siglo XIX, por su versatilidad como violinista, director de orquesta y prolífico compositor de conciertos, óperas, sinfonías y música de cámara.
La opereta “El examen” (Die Prüfung) fue compuesta en un período en que Spohr buscaba diversificar su obra hacia géneros más populares. Se estrenó en 1804, cuando todavía estaba consolidándose como compositor. Su estilo se caracteriza por la mezcla de elementos de la tradición clásica heredada de Haydn y Mozart, y los inicios del romanticismo, que más tarde desarrollaría más plenamente.
La obertura del “El Examen” funciona no solo como una introducción a la trama de la opereta, sino también como una muestra del talento musical de Spohr, que era considerado un innovador en la orquestación y el uso de recursos instrumentales.
La obertura tiene un estilo brillante y elegante típico de la época. Contiene melodías ágiles, con secciones que alternan entre lo lúdico y lo majestuoso, evocando la atmósfera de la comedia ligera.
Robert Schumann (1810 — 1856)
Concierto para violín en Re menor (WoO 23)
Es una obra singular, tanto por su contexto de creación como por la historia posterior a su composición, de uno de los compositores más destacados del Romanticismo.
La obra fue compuesta en 1853, un período difícil en la vida de Schumann, quien sufría de un deterioro mental progresivo, con síntomas que hoy se atribuyen a un trastorno bipolar y posiblemente otras condiciones neurológicas. La composición de esta obra se enmarca en el último año de su vida creativa activa, poco antes de ser internado en un asilo tras un intento de suicidio en 1854.
Schumann escribió este concierto para el violinista Joseph Joachim, un prodigioso músico y amigo cercano que también era amigo de otros compositores como Johannes Brahms. Joachim trabajó de cerca con Schumann durante la creación de la obra y la recibió con cierto escepticismo, ya que la consideró técnicamente desafiante y menos virtuosa en comparación con otras composiciones para violín de la época.
Tras la muerte de Schumann, el concierto fue guardado y prácticamente olvidado. Joseph Joachim lo dejó en manos de la Biblioteca Estatal de Prusia con la condición de que no se publicara antes de 100 años desde la muerte de Schumann. Sin embargo, en un giro inesperado, la obra fue redescubierta en la década de 1930 bajo circunstancias algo misteriosas. La violinista Jelly d’Arányi, sobrina nieta de Joachim, afirmó haber sido contactada por Schumann a través de una sesión espiritista en la que se le pidió que interpretara la obra.
El estreno mundial del concierto se llevó a cabo en 1937, en Berlín, con Georg Kulenkampff como solista y Wilhelm Furtwängler como director. Posteriormente, Yehudi Menuhin la interpretó en los Estados Unidos, popularizándola mundialmente.
El Concierto para violín de Schumann tiene tres movimientos, con una estructura clásica:
In kräftigem, nich zu schnellen tempo: Un primer movimiento melancólico y dramático, la traducción al español dice «con ritmo enérgico, no demasiado rápido». Tiene una orquestación rica que refleja el estilo lírico y expresivo de Schumann. Contiene un diálogo profundo entre el violín solista y la orquesta.
Langsam: El segundo movimiento, Lento, es un adagio conmovedor, mostrando una belleza nostálgica y un lirismo que es característico de los momentos más introspectivos de Schumann.
Lebhaft, doch nicht schnell: El movimiento final tiene un carácter más alegre y rítmico, “Animado, pero no rápido», con elementos musicales que sugieren una cierta contención emocional.
Carl Maria von Weber (1786 — 1826)
Sinfonía nº 2 en Do mayor (J. 51)
Es una de las principales obras orquestales del compositor alemán, conocido por sus contribuciones al desarrollo de la ópera romántica, escrita en 1813, durante un período en el que Weber trabajaba como director de orquesta en el teatro de Praga.
La Sinfonía nº2, y su antecesora, comparten un enfoque que combina la tradición clásica heredada de Haydn y Mozart con una exploración más audaz de colores orquestales y dramatismo. Este enfoque es un anticipo de su estilo maduro, que se desplegaría completamente en sus óperas y obras escénicas.
Esta etapa de su carrera fue particularmente productiva y marcó su evolución artística, pues comenzó a solidificar un estilo personal que posteriormente influiría en compositores como Richard Wagner y otros exponentes del Romanticismo.
La obra está estructurada en cuatro movimientos y se destaca por su uso brillante de la orquesta:
Allegro: Enérgico y vigoroso, con una forma sonata bien definida. Presenta una orquestación clara que muestra la habilidad de Weber para manejar el contrapunto y el desarrollo temático.
Adagio ma non troppo: Movimiento lírico, mostrando una sensibilidad que se anticipa a los momentos más conmovedores de sus óperas. Está caracterizado por un uso expresivo de las cuerdas y vientos.
Menuetto. Allegro – Trio: El tercer movimiento es un minueto con un carácter vivo y elegante, con un trío contrastante que aporta un toque de ligereza.
Finale. Scherzo presto: El movimiento final es rápido y vibrante, reflejando el gusto de Weber por la teatralidad y las sorpresas musicales. Incluye giros armónicos y un uso imaginativo de la orquesta que añade emoción y dinamismo.