PUBLICADO EL 28 ABRIL, 2025
Conciertos Semana Santa 2025Conciertos de Semana Santa, junto al coro y solistas de Arsis XXI, dirigido por Silvia Sandoval, bajo la conducción de la directora invitada, Lorena Suárez (Ecuador), interpretado en La Pintana, Las Condes y Ñuñoa.
Poema ecuatorial
Blanca Layana
Es una obra que rinde homenaje a la riqueza cultural y natural del Ecuador. Esta pieza se inscribe en el contexto de la producción musical de Blanca Layana Gómez, caracterizada por la fusión de elementos tradicionales y contemporáneos.
«Poema Ecuatorial» se presenta como una obra que busca capturar la esencia de ese país, integrando ritmos y melodías autóctonas con técnicas compositivas modernas. La pieza evoca paisajes sonoros que transportan al oyente a diferentes regiones del Ecuador, desde la majestuosidad de los Andes hasta la calidez de la costa y la exuberancia de la Amazonía. A través de su música, la compositora invita a una reflexión sobre la identidad nacional y la conexión con la tierra.
La obra ha sido interpretada en diversos escenarios, contribuyendo a la valorización y difusión de la música ecuatoriana en el ámbito académico y cultural.
Blanca Layana Gómez, nacida en Guayaquil, realizó sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional de Música Antonio Neumane y en el Conservatorio Estatal Chaikovski de Kiev. Su carrera abarca la composición, la docencia y la dirección, con un enfoque en la difusión de la música ecuatoriana y latinoamericana. Entre sus obras destacan composiciones para piano, música de cámara y arreglos corales que reflejan la diversidad cultural del país.
La trayectoria de Layana incluye también la publicación de «Expresiones del piano», que recopila más de 20 de sus composiciones, y «Expresiones de mi tierra. Canciones infantiles y populares, coros y música de cámara», donde rinde homenaje a las diversas culturas ecuatorianas.
Misa n°5 en La bemol mayor (D 678)
Franz Schubert (1797 – 1828)
- Kyrie
- Gloria
- Credo
- Sanctus
- Benedictus
- Agnus Dei
Compuesta entre 1819 y 1822, es una de las obras sacras más ambiciosas de Franz Schubert. A diferencia de sus primeras misas, esta pertenece al género de la Missa solemnis, por su escala, riqueza expresiva y complejidad estructural.
Esta pieza refleja la madurez compositiva del autor y su capacidad para fusionar la tradición litúrgica vienesa con una expresión musical profundamente personal.
La invocación inicial se caracteriza por una atmósfera contemplativa y serena. El coro y la orquesta introducen el Kyrie eleison con una textura homofónica, mientras que el Christe eleison presenta un dúo entre soprano y tenor, aportando un contraste lírico.
Luego, un Gloria in excelsis Deo enérgico y jubiloso, que incluye secciones contrastantes, como el «Domine Deus, Rex coelestis», aportando una tonalidad más introspectiva. El Cum Sancto Spiritu culmina con una fuga que demuestra el dominio contrapuntístico de Schubert.
El tercer movimiento comienza con una afirmación coral sólida, seguido de un Et incarnatus est que ofrece una sección grave y expresiva, mientras que el Et resurrexit retoma la energía inicial, concluyendo con una reafirmación del credo cristiano.
El Sanctus presenta una introducción orquestal , seguida por la entrada del coro, creando un efecto sorprendente. El Osanna in excelsis retoma con un carácter alegre y danzante.
El Benedictus es interpretado por los solistas en un cuarteto lírico, contrastando con la potencia coral del Osanna que reaparece para cerrar la sección.
El movimiento final, comienza con un Agnus Dei introspectivo y suplicante. El Dona nobis pacem introduce una sensación de paz, modulando suavemente hacia tonalidades más luminosas y concluyendo la misa con una afirmación serena.
La quinta misa no fue interpretada durante la vida de Schubert. Sin embargo, es considerada una de sus obras maestras en el ámbito sacro, destacando por su profundidad emocional y riqueza musical. La elección de tonalidades poco convencionales y la estructura compleja reflejan la evolución de Schubert como compositor y su capacidad para infundir una nueva vida al texto litúrgico tradicional.
Tiene una duración aproximada de 46 minutos.
