PUBLICADO EL 18 MARZO, 2025
Conciertos 13 y 14 de marzo de 2025
Repertorio interpretado en presentaciones en el Centro Cultural Tío Lalo Parra de Cerrillos y en el Teatro California de Ñuñoa, junto a los Ensambles de la OCCh.
Giovanni Gabrieli (1554—1612)
Canzone n°1 para cornos y trompetas
Es una de las muchas composiciones para conjuntos de metales escritas por el músico italiano, género en el que destacó por su innovadora escritura antifonal y su magistral uso del color instrumental. Inspirada en la tradición de las canzoni da sonar —piezas instrumentales derivadas de las canciones vocales— esta obra combina líneas melódicas imitativas con un uso dinámico del contraste y el diálogo entre las diferentes voces. Gabrieli emplea ritmos marcados y figuras enérgicas, creando un sentido de movimiento y expansión sonora. La interacción entre los cornos y las trompetas genera una textura rica y resonante, típica de su música ceremonial.
La música de Gabrieli influyó profundamente en el desarrollo de la música para metales y sentó las bases para la escritura orquestal del Barroco. La Canzone n.º 1, con su combinación de solemnidad y esplendor, sigue siendo una pieza esencial en el repertorio de metales.
Giovanni Gabrieli fue uno de los compositores más influyentes del Renacimiento tardío y una figura clave en el desarrollo de la música veneciana. Como organista y compositor en la Basílica de San Marcos en Venecia, Gabrieli perfeccionó la técnica del cori spezzati (coros divididos), que aprovechaba la arquitectura de la iglesia para crear efectos espaciales con grupos instrumentales y vocales situados en distintos puntos del recinto. Su estilo sirvió de puente entre la polifonía renacentista y la nueva expresividad del Barroco temprano.
Edgar Girtain (1988—)
Trio n°1 para flauta, violín y violoncello
La obra fue escrita en el año 2013 y es producto de sus impresiones con el encuentro con la música folclórica chilena, mientras residía en Llifén (Lago Ranco) en la Región de Los Ríos. Tras meses de búsqueda de lenguajes musicales entre danzas folclóricas, como la cueca o tonada chilena, con el folclor norteamericano, surgió finalmente este primer trío que ha sido interpretado tanto en Chile, como en el extranjero.
“Vine por trabajos voluntarios, enseñando inglés, hace más de 12 años, comencé a formar lazos, y en 2016 me radiqué, ya que me contrataron como profesor de música en un colegio de Puerto Montt, y luego salió un concurso en la sede local de la Universidad Austral, donde enseño desde 2019”, señala el compositor estadounidense que reside en Puerto Montt desde 2016 Edgar Fikes Girtain IV.
Girtain obtuvo su licenciatura en Educación Musical de la Universidad Rutgers, donde también obtuvo una maestría en Teoría de la Música y Composición. En 2023, obtuvó su Doctorado con una beca en la Universidad Estatal de Nueva York bajo la dirección del renombrado compositor de música experimental contemporánea, David Felder. Sus composiciones han sido interpretadas y encargadas en diversos países de Europa Occidental, América, Asia y el Medio Oriente.
El trío que interpretará la pieza lo conforma Paula Barrientos (flauta), Marisol Infante (violín) y Julio Barros (cello).
Wolfgang A.Mozart (1756—1791)
Obertura de la Flauta Mágica para doble quinteto de vientos
La flauta mágica, la última ópera completa de Mozart, se estrenó en Viena en 1791, solo dos meses antes de la muerte del músico. Concebida como un Singspiel—una ópera con diálogos hablados—mezcla elementos de cuento de hadas, simbolismo masónico y una estructura inspirada en la ópera seria y la comedia popular. La obertura, una de las más célebres de Mozart, introduce magistralmente el carácter de la obra y su trasfondo simbólico.
Compuesta en Do mayor, la obertura presenta una estructura en forma sonata con una introducción lenta seguida de una sección fugada de gran energía.
La obertura comienza con tres acordes solemnes y majestuosos, interpretados por la orquesta completa. Estos acordes, a menudo asociados con la masonería —organización a la que Mozart pertenecía— aparecen también en otros momentos clave de la ópera.
Luego, el Allegro desarrolla un fugato enérgico que recuerda el estilo de J. S. Bach, mostrando la habilidad contrapuntística de Mozart. La música avanza con vitalidad y ligereza, creando una atmósfera de expectación y aventura, acorde con el carácter fantástico de la ópera.
El equilibrio entre solemnidad y dinamismo en esta obertura encapsula perfectamente la esencia de La flauta mágica, con su combinación de lo elevado y lo popular, lo espiritual y lo lúdico. Desde su estreno, ha sido considerada una de las mejores oberturas de la historia de la ópera, manteniendo su lugar en el repertorio sinfónico como una obra maestra de la música clásica.
Wolfgang Amadeus Mozart, uno de los compositores más influyentes de la historia de la música, dejó un legado extraordinario que abarcó casi todos los géneros musicales de su tiempo. Nacido en Salzburgo en 1756, mostró un talento prodigioso desde su infancia y desarrolló un estilo único que fusionó claridad formal, riqueza melódica y una profunda expresividad.
En esta ocasión, será interpretada por un un doble quinteto de vientos de la Orquesta de Cámara de Chile. Este tipo de ensamble permite una mayor riqueza tímbrica y posibilidades de interacción entre los instrumentos, como diálogos, contrastes dinámicos y efectos de alternancia entre los dos grupos. También se pueden usar para crear una textura orquestal más completa sin necesidad de una gran cantidad de músicos.
Gordon Jacob (1895—1984)
Vino viejo en botellas nuevas para orquesta de vientos
Gordon Jacob fue uno de los compositores y pedagogos británicos más destacados del siglo XX, con una producción prolífica que abarcó desde la música orquestal y de cámara hasta arreglos y obras para conjuntos de viento. Nació en Londres en 1895, estudió en el Royal College of Music bajo la tutela de Vaughan Williams y desarrolló un estilo accesible, caracterizado por una refinada artesanía, claridad estructural y un uso imaginativo de la instrumentación.
Su interés por la música para vientos quedó reflejado en numerosas obras y arreglos, siendo Vino viejo en botellas nuevas (Old Wine in New Bottles) una de sus más célebres composiciones para orquesta de vientos. Escrita en 1958, esta suite toma melodías populares inglesas tradicionales y las reinventa con una orquestación vibrante y moderna, combinando el encanto de las melodías folclóricas con la frescura de un lenguaje armónico más contemporáneo.
La suite consta de cuatro movimientos, cada uno basado en una canción popular inglesa:
I. The Wraggle Taggle Gypsies (Los gitanos andrajosos). Un movimiento enérgico basado en una conocida balada sobre un noble cuya esposa huye con un grupo de gitanos. La música refleja el carácter aventurero de la historia con ritmos animados y una instrumentación colorida.
II. The Three Ravens (Los tres cuervos). Este movimiento, más melancólico y contemplativo, se basa en una balada medieval sobre tres cuervos que observan el cuerpo de un caballero caído en el campo de batalla. Jacob emplea armonías evocadoras y líneas melódicas expresivas para capturar el tono sombrío de la canción.
III. Begone, Dull Care! (¡Fuera, preocupaciones!). Un contraste vivaz con el anterior, esta es una melodía festiva que celebra la despreocupación y el buen humor. Jacob la trata con ritmo ligero y una instrumentación brillante que resalta el espíritu lúdico de la pieza.
IV. Early One Morning (Una mañana temprano). El movimiento final es una interpretación serena y nostálgica de una de las melodías más conocidas del folclore inglés. La textura rica de la orquestación resalta la belleza melódica de la canción, cerrando la suite con un tono cálido y expresivo.
A lo largo de la obra, Gordon Jacob demuestra su maestría en la escritura para vientos, explorando la diversidad tímbrica y dinámica del ensamble, rindiendo un homenaje a la tradición musical inglesa con una perspectiva fresca y sofisticada.
Desde su estreno, esta suite se ha convertido en un referente del repertorio para orquesta de vientos, interpretada frecuentemente por bandas sinfónicas y conjuntos de metales en todo el mundo. Su combinación de ingenio, tradición y modernidad sigue cautivando tanto a músicos como a oyentes.
Antonín Dvořák (1841-1904)
Serenata para cuerdas en Mi mayor, Op. 22
Obra compuesta en apenas dos semanas, en 1875, la Serenata es una de las obras más encantadoras de Dvořák. Escrita en un momento de creciente éxito y estabilidad personal, la serenata refleja un carácter apacible y melódico, con una estructura elegante y una calidez típicamente bohemia.
Desde su estreno, la Serenata ha sido apreciada por su belleza transparente y su riqueza expresiva, consolidándose como una de las piezas más queridas del repertorio de cuerdas. A través de su combinación de sofisticación y simplicidad, Dvořák nos brinda una obra que captura el espíritu sereno y nostálgico de la música checa del siglo XIX.
I. Moderato. Este movimiento inicial presenta un tema principal lírico introducido por los segundos violines y los violonchelos, mientras las violas mantienen un pulso constante de corcheas. La melodía se desarrolla con elegancia, alternando entre las secciones de cuerdas. Posteriormente, modula a sol mayor, introduciendo un tema bailable con ritmo de puntillo, antes de regresar al tema principal en mi mayor y concluir con tres acordes que cierran el movimiento.
II. Tempo di Valse. Este vals en Do sostenido menor se caracteriza por una melodía cadenciosa y elegante. La primera sección se repite, dando paso a una segunda sección en mi mixolidio, donde una serie de corcheas en los violines conduce a un segundo tema en la mayor. La estructura del movimiento sigue una forma ABA, concluyendo con un acorde cadencial en do sostenido menor.
III. Scherzo: Vivace. El scherzo, en Fa mayor, es vivaz y enérgico. Presenta un tema que se desarrolla a través de diferentes tempos y estados de ánimo, incluyendo una incursión en la mayor. Este movimiento es notable por su carácter monotemático y culmina con una coda que combina elementos del scherzo y el trío.
IV. Larghetto. Este movimiento lento es tranquilo y melancólico, ofreciendo melodías fluidas y frases tiernas que contrastan con la vivacidad de los movimientos anteriores y posteriores. Actúa como un amortiguador emocional, proporcionando un momento de introspección y lirismo.
V. Finale: Allegro vivace. El movimiento final es animado y refleja el espíritu de una danza popular bohemia. El tema principal es una figura descendente basada en terceras con acentos en los tiempos débiles. A lo largo del movimiento, se reintroducen temas de movimientos anteriores, creando una cohesión cíclica en la obra. La serenata culmina con una coda en Presto y tres acordes finales en mi mayor.
Antonín Dvořák, una de las figuras más destacadas del nacionalismo musical checo, dejó un legado lleno de lirismo, profundidad emocional y una inconfundible influencia del folclore de su tierra natal. Nacido en 1841 en un pequeño pueblo de Bohemia, mostró un talento musical temprano y estudió en el Conservatorio de Praga. Aunque inicialmente tuvo dificultades para establecerse como compositor, su estilo comenzó a ganar reconocimiento gracias al apoyo de Johannes Brahms, quien lo recomendó al editor Fritz Simrock.