(Santiago, 1986)
Artista visual. Realizó el máster en Documental de Creación en la Universidad Pompeu Fabra, estudió Antropología Visual en la Universidad de Barcelona, fotografía en la Pontificia Universidad Católica y en International Center of Photography (ICP) de Nueva York y es licenciada en Artes con mención en Escultura de la Universidad de Chile. Ha participado en muestras de videoarte, performance y en distintos proyectos que combinan el mundo audiovisual con el patrimonio oral inmaterial en Chile y España. Propone una técnica de bordado a mano en papel, que ha exhibido individualmente en Galería Nac, en colectivas en Galería ArteSpacio, en concursos y muestras nacionales e internacionales.
El trabajo de María Jesús Valenzuela consiste en un estudio permanente del dibujo y el trazo con los lenguajes de la danza, performance, el video-experimental, la fotografía y el bordado sobre papel. Al experimentar con el bordado construye un ritmo de figuras geométricas y abstracciones hiladas sobre el papel blanco, transita desde formas orgánicas, corporalidades con modulaciones temporales propias, hacia una patrones geométricos que trazan relaciones, variaciones, estructuras y sistemas perceptuales que luego se disuelven en líneas simples y sueltas.
Descripción de la obra
El caos tiene orden está basado en el encuentro entre dos planos de dibujos, desplegados por el reverso y por el frente del papel. El cruce de ambas composiciones deja a la vista un esbozo de órbitas bordadas superpuestas y entretejidas sobre la superficie. Asimismo, por medio de una paleta de colores ocres y plomos, la lectura de la obra se desliza de manera fluida en el blanco del fondo, donde estas figuras parecieran flotar en su propio mapa.
La composición alude a un imaginario astral lunar, a los movimientos de la Tierra y el Sol. El caos de líneas grafito parecieran apropiarse del espacio, pero a medida que el ojo se sumerge en la oba, los trazos adquieren un orden y estructura propia. Los hilos crean discos y elipses con simetrías y equilibrios, formando una partitura visual. Así, el ojo continúa un recorrido que salta de una estructura a otra, de forma libre y aleatoria.