Con el objetivo de fortalecer la participación ciudadana en el seguimiento e implementación de las políticas públicas, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio convocó durante esta mañana al Plenario Ciudadano, instancia permanente de la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, en el que se busca informar a la ciudadanía los principales avances y desafíos de esta hoja de ruta y, a su vez, recoger sus inquietudes y reflexiones.
La ocasión contó con la presencia de la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo, la subsecretaria del Patrimonio, Carolina Pérez, la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, la secretaria ejecutiva del Libro y la Lectura, Aracelly Rojas, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, Pilar Barba, consejeros del Libro y la Lectura y representantes de gremios, organizaciones, asociaciones, colegios profesionales e instituciones del sector del libro.
“Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la ciudadanía y el ecosistema del libro y la lectura para seguir haciéndonos preguntas, integrar otras y responderlas, como parte de un proceso sistemático, metódico y estratégico”, afirmó la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo Marzán. Y agregó: Este Plenario Ciudadano de la Política de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas busca ser un espacio de colaboración, intercambio, crítica y construcción conjunta. Los frutos de las políticas públicas a veces cuesta reconocerlos, ya que suponen cambios graduales y procesos de largo aliento. Sin embargo, creo que hoy podemos destacar aspectos que son relevantes para el país y que son impulsados desde esta política. Entre estos, el enfoque territorial, la perspectiva de género, y la ecoedición y sustentabilidad como desafíos fundamentales”.
¿Cómo mejoramos el vínculo significativo entre las personas con los libros y la lectura?, ¿cómo fortalecer la industria editorial y qué acciones se deberían impulsar para la profesionalización del ecosistema?, fueron algunos de los temas e interrogantes que se abordaron durante la jornada, que contempló un balance de las acciones y desafíos de la Política de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas por parte de la Secretaria Ejecutiva del Libro, Aracelly Rojas; un panel de conversación titulado El lector en el centro: experiencias y desafíos de la Política de la Lectura, e Libro y las Bibliotecas, en el que participaron la escritora, Lola Larra, autora de Al sur de la Alameda; Blanca Coloma, mediadora de Diálogos en Movimiento y Soledad Camponovo, Coordinadora General de Fundación Plagio y moderado por la periodista cultural, Javiera Tapia.
La jornada terminó con la charla Leer ¿para qué? ¿por qué?, a cargo de Diego Romero, profesional de la Biblioteca de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá en Colombia, quien detalló las diferentes acciones y estrategias que se impulsan para el trabajo de promoción y animación lectora en sectores de alta vulnerabilidad.
Esta política sectorial es una hoja de ruta que reconoce el acceso a la lectura y a los libros como un derecho que debe ser garantizado por el Estado. Para esto, la política se compone por un conjunto de orientaciones estratégicas que invitan al Estado y la sociedad civil a abordar de manera colaborativa el fortalecimiento del ecosistema de la lectura y el libro en Chile.
Como política pública, tiene el desafío de mejorar los indicadores nacionales asociados a la lectura, a la creación, a la industria e internacionalización, al patrimonio bibliográfico y a las legislaciones correspondientes. El año pasado, el Presidente de la República de Chile, Gabriel Boric, presentó su actualización, lo que significó ampliar sus marcos de acción, sumando nuevos actores a los desafíos de implementación.
Esta actualización compromete 81 medidas en cinco ámbitos, además de fortalecer la articulación de los instrumentos institucionales, la definición de estrategias de seguimiento más eficientes y la formalización de su sistema de gobernanza. Es la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, a través de la Secretaría Ejecutiva del Libro, la encargada de liderar el seguimiento con la activa participación de la sociedad civil organizada y representantes de distintas entidades gubernamentales.