Colección de Arte Contemporáneo
PUBLICADO EL 11 NOVIEMBRE, 2022 Paula de Solminihac Castro Paula De Solminihac Castro

  • Libros de nubes y hongos III, 2014
  • Cerámica troquelada
  • 60 × 23 × 15 cm

Biografía

(Santiago, 1974) 

Artista visual. Magíster en Artes con mención en Artes Visuales por la Universidad de Chile y licenciada en Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha participado en exposiciones y bienales, dentro de las que destacan el programa Identidades en Tránsito en el Museo del Barro (Asunción, 2000) y la curatoría del Taller Artes del Barro para la Trienal de Chile (2010). También su participación en la exposición internacional Ceramix (Bonneffantenmuseum, Países Bajos, 2015), en la Bienal Internacional Revelations sobre artes y oficios (Grand Palais, París, 2017) y en las residencias internacionales Territorios (Sierra de Santa Marta, 2015) y Lara (Galápagos, 2016). Es directora ejecutiva de Nube Lab, fundación dedicada al trabajo en arte y educación.

Su obra está basada en una forma particular de escultura instalativa que involucra el uso de elementos blandos, como la cerámica y la materia orgánica. Su obra tiene una naturaleza archivística e investiga el fenómeno cosmológico y natural, el tiempo y las capas de sedimento y el significado de la forma en que sus obras son producidas. La naturaleza de la materia es clave en la forma en que Paula de Solminihac concibe sus instalaciones o trabajos más íntimos. Expande la noción de escultura, la materia y el modo en que la abstracción puede tener significación hoy en día.

Descripción de la obra     

Los Libros de nubes y hongos tienen distintos puntos de partida que se conectan entre sí. Primero, que el organismo vivo más grande del planeta es un hongo que vive bajo los bosques de Oregon; segundo, pequeños hongos brotan permanentemente de las obras en arcilla que Paula De Solminihac realiza su taller; y por último, cuando podemos ver los hongos, es decir, cuando brotan, es para compartir sus esporas antes de morir.

Cualquiera de esos puntos lleva al mismo destino: lo inasible, lo fugaz y lo invisible. En 2014, la artista fotografiaba nubes a diario y eran más o menos lo mismo: cambiantes, ligeras, siempre abstractas. Estos libros en sus bordes tienen dibujados los contornos de los nombres científicos de hongos que encontró y anotó en las hojas de sus cuadernos. Y sin embargo, es la cocina de la cerámica la que revirtió todo lo anterior: después que pasaron por el fuego de la cocción, nada más se pudo mover ni cambiar. Como si fuera una fotografía concreta, la arcilla pasó de lo fugaz, a ser materia dura y firme para siempre.