Hace 18 años un gran maestro le mostró la Abstracción y nunca más la dejó. Hoy enseña y pinta sin parar. El color es su vida y busca que sus alumnos lo sientan y saquen de su interior.
– ¿De qué manera el territorio de La Araucanía ha influido o se refleja en su obra y procesos creativos?
– El lugar que habito es un abrazo calentito y día a día espero que llegue una historia. Ya hace quince años disfruto esta paz y es un lugar mágico para crear.
– ¿De qué manera cree que su obra artística aporta al desarrollo cultural de su comuna y territorio?
– Creo que no lo sé, pero lo que quiero trasmitir es fuerza, alegría, cambios, suavidad y jamás saber qué vendrá. Un constante asombro.
– ¿Cuál es la importancia del artista y del arte en estos tiempos de crisis, ha influenciado la pandemia sus procesos creativos?
– Nos hemos reinventado por videoconferencias, aunque no es posible llegar a todos. También logramos tener clases de perfeccionamiento con profesores del extranjero. Y en cuanto a mis procesos creativos, ahora son más internos y relajados.
– ¿Qué opina de la situación actual de las Artes Visuales en nuestra región y el desarrollo que ha tenido?
– No he visto un desarrollo que llegue a todos… sólo casos muy puntuales y financiados por particulares.
– ¿Qué proyectos está desarrollando actualmente, personales y/o colectivos y cuáles son las propuestas o proyectos que espera concretar en el futuro?
–Como maestra, espero que pronto se puedan retomar los talleres para niños y adultos, suspendidos por la pandemia. Y en la galería y taller Portón Turquesa, realizar un catálogo presentando todas sus obras.
