Artistas visuales de Wallmapu
María Francisca Fuentes Hernández (Curarrehue)

Nacida en la Sexta Región y titulada de Pedagogía en Artes en Valparaíso, profesión que combina con la música y el movimiento-performance desde el oficio del figurín. La variedad interior de diversas formas visuales que dibuja desde lo espontáneo han nacido de la constante búsqueda de libertad, llegando así a comprender el arte terapia como un medio de ser por medio del trazo. Hoy reside en Curarrehue, donde participa en diferentes proyectos artísticos y culturales como el baile y la música, ejerciendo actualmente de muralista en sus espacios.

 

– ¿De qué manera el territorio de La Araucanía ha influido o se refleja en su obra y procesos creativos? 

– Estar aquí me ha enseñado a complementar y reforzar lo que ya existe y así revalorizar desde el aporte que traigo. De este modo, la convivencia, la escucha y el sentir del entorno, me inspiran para seguir en el proceso de plasmar la flora y fauna local o lo que se me pida, mientras tenga sentido para las personas. Todo esto, como una forma de protección de lo que es propio y, además, enfatizar la presencia de la abundante naturaleza y valor cultural de la gente de las montañas.

– ¿De qué manera cree que su obra artística aporta al desarrollo cultural de su comuna y territorio?

– Poder pintar al exterior me ha permitido conocer a mucha gente. Los vecinos y niños que se acercan y han podido participar, ven pintados los animales que los rodean y sus plantas, constituyendo un reforzamiento visual al valor que tiene su zona. Al mismo tiempo, desde ellos y desde esta experiencia, surgen ideas de fomento a la identidad cultural –en conjunto o de manera personal– que me motivan a seguir aportando con el arte al pueblo.

¿Cuál es la importancia del artista y del arte en estos tiempos de crisis, ha influenciado la pandemia sus procesos creativos?

– Personalmente nunca me había atrevido a vivir del arte. No sabía pedir retribución por ello y siempre había sido un regalo para los demás, pero la situación económica en la que a muchos nos dejó la pandemia me hizo cambiar la forma y salir al exterior. Por eso ahora pinto en la calle, porque las condiciones no permitían el encuentro en el interior de un espacio. Además comprendí que, al pintar afuera, las personas te reconocen y aprenden la técnica mirando , siendo otra forma de compartir.

– ¿Qué opina de la situación actual de las Artes Visuales  en nuestra región y el desarrollo que ha tenido?

– Hablando desde Curarrehue, me sorprendió saber que las personas no han desarrollado el arte de la pintura o el dibujo, y los que sí lo han hecho han tenido que irse. Es entendible, pues es una zona rural y las actividades anuales importantes tienen absoluta relación con la tierra.

¿Qué proyectos está desarrollando actualmente, personales y/o colectivos y cuáles son los propuestas o proyectos que espera concretar en el futuro?

– Colaboro haciendo talleres en la técnica del papel maché y acuarela, tanto abiertos como para mujeres jefas de hogar. Además, apoyo en la biblioteca con un taller de creación visual para teatro en papel, técnica japonesa llamada kamishibai. En paralelo, sigo pintando muros a pedido con temáticas de homenaje a seres queridos fallecidos del pueblo, pinto aves y flores en espacios libres exteriores, y a futuro pienso realizar homenajes a la gente que realiza oficios importantes en la zona, con la intención además de invitar a otros artistas para así trabajar colectivamente.

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