Pintora y orfebre Mapuche-Painemilla. Comenzó a pintar a los 16 años y la mayor inspiración de su arte está en difundir y crear conciencia respecto a la historia y problemática política-social mapuche, siendo censurada pero a la vez reconocida por sus obras sociales.

– ¿De qué manera el territorio de La Araucanía ha influido o se refleja en su obra y procesos creativos? 

– En 1999 sentí la necesidad de vivir en la región de La Araucanía Wallmapu. Así me inserté en mi identidad cultural y pude crear obras que difundieran las problemáticas mapuche, principalmente la defensa de la biodiversidad madre tierra y lo político-social de la crisis territorial, pero sin dejar de lado mi interés de aportar a través de lo pictórico, para así concientizar al país.

– ¿De qué manera cree que su obra artística aporta al desarrollo cultural de su comuna y territorio?

– La creación de obras pictóricas que relatan de forma visual una historia del territorio y cosmovisión mapuche, ha podido fortalecer y dar difusión a una historia no contada. Esto ha sido acogido de buena forma por la población mapuche y, también, ha servido como herramienta visual para quienes buscan saber o tener respuestas respecto a la causa de lucha mapuche. Por supuesto, todo esto se ha logrado gracias a un trabajo de investigación previo, a fin de avalar mi testimonio visual pictórico apoyada  por la voz de los mismos mapuche.

– ¿Cuál es la importancia del artista y del arte en estos tiempos de crisis, ha influenciado la pandemia sus procesos creativos?

– La pandemia para cualquier artista ha traído diversos problemas. El primero es no desarrollar muchas exposiciones presenciales, hecho que se agudiza viviendo en una zona tan lejana como una comunidad mapuche alejada del territorio urbano. Por otra parte,  la falta de circuitos presenciales impide generar ingresos que permitan avanzar en nuevas creaciones, dar clases o hacer giras por diversos territorios.

– ¿Qué opina de la situación actual de las Artes Visuales  en nuestra región y el desarrollo que ha tenido?

– Actualmente hemos tenido que buscar nuevas formas para tener un espacio artístico, situación que algunos han podido resolver a través de lo virtual.  Al menos, así he visto cómo algunos artistas se están moviendo. Pero en mi caso, viviendo en una zona aislada y sin red, lograrlo ha sido difícil. En esa misma línea, espero que se abran más espacios para los artistas visuales, pero sin tanta burocracia y que así podamos contratar más rápido una exposición o clases. Hoy todo lo que se postula es siempre para el futuro a largo plazo, o bien exige competencias académicas que muchos autodidactas no tenemos.

– ¿Qué proyectos está desarrollando actualmente, personales y/o colectivos, y cuáles son los propuestas o proyectos que espera concretar en el futuro?

– Hoy como pintora estoy investigando la espiritualidad mapuche a fin de crear en unos años más una nueva exposición. Además, estoy en conversaciones con diversas entidades institucionales para dar clases presenciales a niños o jóvenes. Por otra parte, como orfebre estoy creando en un nuevo taller para una colección de joyas mapuche, la que espero lanzar en un año más acompañada de un desfile con vestuario asociado.

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