Audiovisual / Interculturalidad y migrantes / Los Ríos PUBLICADO EL 28 DICIEMBRE, 2017 Documental Correspondencias Fílmicas retrata historias de migrantes en Valdivia

Dirigido por Vladimir Rivera y Rolando Carileo, la realización surge en el marco de la línea estratégica Interculturalidad e Inclusión de Migrantes, que desarrolla el programa Acceso Regional del Consejo de la Cultura.

  • Dirigido por Vladimir Rivera y Rolando Carileo, la realización surge en el marco de la línea estratégica Interculturalidad e Inclusión de Migrantes, que desarrolla el programa Acceso Regional del Consejo de la Cultura de Los Ríos.

Desde Valdivia la española Úrsula Fernández escribe una carta a su tía Amy, la que, le dice, luego traducirá al alemán. A través de la misiva, Úrsula va revisando la historia de su vida en la capital de Los Ríos, lugar al que llegó hace 20 años y donde ha formado una familia y se ha desarrollado profesionalmente en torno al cuidado de la naturaleza. Su historia es una de las siete retratadas en el documental “Correspondencias fílmicas. Migrantes en Los Ríos”, realización del Consejo Regional de la Cultura y las Artes a través de la línea Interculturalidad e Inclusión de Migrantes de su programa Acceso Regional.

En capítulos de cinco minutos, el relato de los protagonistas en forma de carta dirigida a alguno de sus familiares en su país natal, se mezcla con imágenes de su vida cotidiana y los datos de sus trabajos, familias y amistades que han formado durante su estadía en Valdivia, algunas de 20 años, otras de cuatro meses. A través de la narración de los propios migrantes, el documental explora en aquellas cosas que los han hecho quedarse, así como lo que les sorprende de la idiosincrasia nacional o lo que más extrañan de su país.

El pianista Armands Abols pudo ver retratada su historia en la pantalla, algo que, dice, le despertaba mucha curiosidad. “Fue muy entretenido ver ahora el trabajo terminado, quedó muy bonito”, afirmó y agregó: “Estoy muy feliz que por cosas del destino se haya producido el estar en Valdivia. Es un lugar que me gusta muchísimo, de hecho, he podido recorrer casi todo Chile y diría que es la ciudad donde más me gusta estar”.

Sobre ser un músico migrante en una ciudad con sello cultural, indicó: “Me alegra mucho que bajo el alero de la Universidad Austral tengamos un conservatorio de música, que es un centro importante en el sur de Chile y es en gran parte gracias a esto que yo puedo vivir aquí. Es muy importante comunicarme (como concertista) con el público, pero a través de la docencia también puedo transmitir mis conocimientos y descubrimientos a las generaciones de músicos jóvenes”.

La estilista colombiana Yesenia Salas vivió el estreno con mucha emotividad. “Sentí muchas ganas de llorar al ver la historia de cuando uno llega acá, como que se revive todo, pero quedó muy lindo”. Aun cuando señala extrañar mucho sus comidas y a su familia, Yesenia se reconoce feliz en Valdivia. “Al principio sufrí fue porque no tenía a mis hijas, pero gracias a Dios ya están acá, me ha ido bien y lo he superado. Tengo buenos amigos chilenos y hay personas que se han portado súper bien. He recibido más cosas buenas que malas”, señaló.

Bajo la dirección de Vladimir Rivera y Rolando Carileo, el documental también recoge las historias de Sandeep Dipke de India, Quentin de Neyer de Bélgica, Edmon Nassius de Haití y Querem Hapuque Frota Leite Chagas de Brasil.

Rolando Carileo destacó el trato de reciprocidad que primó durante el rodaje. “Hacer este proyecto fue muy importante tanto para nosotros como equipo, como para los migrantes. Siento que es el trato que debe existir cuando las personas llegan a un lugar, de acoger al otro y ser acogidos también. Ellos desde su posición de migrantes, estando en un lugar ajeno, nos acogen dentro de su vida, de sus espacios privados, para contarnos sus historias”, señaló.

Sobre el formato de correspondencias fílmicas, el realizador agregó que se trata de una figura retórica cinematográfica que surgió a mediados de los años 90 en España, donde cineastas grababan imágenes con una locución, que luego era enviada desde un lugar a otro. “Hicimos una adaptación de esa figura para que los migrantes que estuvieran en este documental escribieran una carta a un familiar de su lugar de origen. Ahora recién empieza la correspondencia fílmica, cuando se suban los videos a Youtube y las familias puedan verlos. Esperamos que manden un video de vuelta. Es como una semilla la que echamos con este documental”, dijo, sin descartar la difusión del material en festivales y otras instancias del circuito audiovisual.