AX. Encuentro de las Culturas Indígenas y Afrodescendiente

Encuentro de las Culturas 2018

Un total de 15 obras de artistas indígenas contemporáneos formaron parte del Tercer Encuentro de las Culturas 2018, muestra organizada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Departamento de Pueblos Originarios, y que estuvo abierta del 25 de octubre y al 4 de noviembre en el Museo de Arte Precolombino de Santiago.

Las obras escogidas resultaron del veredicto de un jurado especializado en artes visuales contemporáneas que dirimió un primer, segundo y tercer lugar, además de 12 obras seleccionadas.

El concepto articulador de esta versión del Encuentro de las Culturas fue “Estéticas de la diferencia. Tradiciones indígenas: representaciones e inflexiones”. Esta idea propone asumir la creación indígena contemporánea como un lenguaje, que al referenciar y resignificar a través de la obra de arte distintos aspectos de la tradición cultural de un pueblo originario, posibilita su reactualización y al hacerlo, cuestiona y reflexiona acerca de la cultura propia de la cual el/la artista forma parte.

Primer lugar

Obra: “Nielan mapu (no tengo tierra)”

Artista: Rodrigo Castro Hueche

Rodrigo Castro Hueche, artista mapuche, obtuvo el primer lugar del Encuentro de las culturas con su obra “Nielan Mapu” (“no tengo tierra en mapuzugun”). Se trata de una obra en formato audiovisual, que en clave de performance registra el tránsito por distintas locaciones de la ciudad de Santiago de su obra “Errante”, consistente en un mueble velador intervenido con simbología mapuche.

Este periplo posibilita el desarrollo de una reflexión acerca del desarraigo y a la vez, reconfiguración de la identidad mapuche urbana, reflejando de en lenguaje estético uno de los hitos históricos contemporáneos más cruciales y desafiantes para los pueblos indígenas.

 

Segundo lugar

Obra: “Mongeley taiñ dungun” (está viva nuestra lengua)”

Artista: Paula Baeza Pailamilla

El segundo lugar lo obtuvo la artista mapuche Paula Baeza Pailamilla con su obra “Mongeley taiñ dungun” (“está viva nuestra lengua” en mapuzugun). Es un video performance que aborda temas como: la lengua mapuche, sus pérdidas y procesos de revitalización, las yerbas medicinales tradicionales ancestrales; la historia mapuche y la sobreexplotación de la tierra.

La lengua mapuche cruza toda la obra, a través del propio rostro de la artista, reproducido 4 veces en una secuencia lineal. La obra apela como matriz central, a través del propio cuerpo y gestualidad de la artista, a la condición femenina como territorio subalterno de mujer mapuche, heredera de la diáspora, la negación pero también de la resistencia cultural.

 

Tercer lugar

Obra: “Cabeza de indio”

Artista: Antil

El tercer lugar correspondió al artista mapuche, Antil, quien obtuvo el tercer lugar del Encuentro de las Culturas con su obra “Cabeza de indio”, instalación conformada por un díptico fotográfico acompañado con piedras recolectadas en la Plaza de Armas, además de una recopilación de audios con testimonios. Esta obra problematiza los espacios públicos de representación indígena y el contexto en el que estos se han erigido.

“Cabeza de indio” toma como referencia la obra escultórica ubicada en la Plaza de Armas de Santiago, emplazada con motivo de los 500 años de la llegada de los europeos a América. La escultura urbana, originalmente denominada “Al Pueblo Indígena”, con el tiempo ha sido informalmente apodada como «Cabeza del Indio», provocando diversas opiniones que van desde la indiferencia al rechazo explícito, ya que su forma de cabeza fragmentada, para algunos ciudadanos mapuche rememoraría el año 1557, fecha en que posterior al asesinato de Leftraru o Lautaro, su cabeza fue exhibida como trofeo de guerra en esa misma Plaza de Armas.

 

Obras seleccionadas

Obra: “Lonko wente”

Gonzalo Castro Colimil

Lonko Wente (sobre la cabeza, enunciando lo divino), es un registro de una intervención realizada en el espacio público en el cerro Ñielol en Temuko. En esta se propone un diálogo sobre el derecho a culto y la espiritualidad mapuche a través de una instalación sonora. La instalación está compuesta por banderas y micro relatos de zugumachife (traductor de machi), kimche (sabia/o) y machi, que comparten sus perspectivas en relación a las prácticas culturales tradicionales mapuche, abriendo una reflexión sobre la tolerancia y el reconocimiento.

Las banderas son de colores blanco, azul y negro, remitiendo al Wenu Mapu (territorio de arriba) y al weichan (conflicto), emblemas usados en diversos Gillatuwe (lugar donde se realizan ceremonias de gillatun) cercanos a Temuko, haciendo alusión al estado actual de la espiritualidad en el territorio.

 

Obra: “Küyen”

Juan Treuquemil Herrera

La obra es una composición plástica realizada mediante la utilización de pigmentos extraídos desde humo, sal y agua compuestos sobre cartulina plateada. Küyen (luna) en la creencia tradicional mapuche es la representación alegórica de la feminidad que se vincula con los ciclos de fertilidad de la naturaleza y de las personas, asociándosele además a la ornamentación elaborada con el metal plata que se ostentan en diversos adornos utilizados preferentemente por las mujeres mapuche en ceremonias y reuniones sociales.

Según indica el artista, “Küyen es una luna plateada realizada con humo y agua que simboliza la conexión de mi cultura con la naturaleza y el cosmos”.

 

Obra: “Butahuillimapu”

Demecio Imio Camiao

Obra ejecutada en técnica mixta sobre maderas antiguas y nuevas de roble, coihue y laurel ahumado, las cuales se han intervenido con pigmentación vegetal y textil negro en sustrato de impresión directa. La fotografía usada se denomina “Caciques Araucanos sentados en un banco de madera y fierro en la plaza de Osorno, esperando audiencia” (correspondiente a la colección del Museo Histórico Nacional), que una vez impresa, ha sido sometida a un proceso de ahumado.

La imagen evoca el pasado histórico de la tradición cacical, figura sociopolítica reconocida por ley y cuyo origen se remonta al Tratado de Las Canoas, celebrado el 8 de septiembre de 1793 a orillas del río de Las Canoas o Rahue, entre un grupo de caciques huilliches y el representante del Gobernador de Chile.

El trabajo revela el ejercicio de la autoridad indígena resistente al tiempo y a una historia marcada por la corona castellana, la república y la occidentalización. “Sin luna de guerra y sin Leftraru, solo queda el registro de fierros oxidados y tablas ahumadas y desteñidas en la espera de los guerreros prometidos”.

 

Obra: “Kalfucyan”

Arinsson Alvarado Paillavil

Kalfucyan es un concepto que mezcla kalfu correspondiente al color azul en mapuzugun y cyan como se denomina al azul primario, que junto al magenta y el amarillo conforman la base cromática de todos los colores. Para el artista, Kalfu, lo asume como más que un color, pues es la condición universal base de la cosmovisión mapuche.

La obra fotográfica releva el color azul de un huevo de gallina kollonka, que debe su característica a una mutación genética que se da solo en China y en Chile. Esta particularidad posee un relato ligado a las creencias y a la simbología mapuche, siendo protagonista en algunos ritos y como elemento anclado a la historia y territorialidad de este pueblo.

La obra intenta articular mediante la unión de estos dos conceptos derivados desde idiomas distintos, pero que en sus correspondientes traducciones significan “azul”. Por tanto, esta obra se plantea como un ejercicio poético que tensiona la persistencia de la cultura mapuche en su condición urbana, y a la vez reflexiona sobre la construcción de la identidad étnica.

 

Obra: “Menoko mapuche: kimün ancestral”

Marcela Riquelme Huitraiqueo

La obra está ejecutada en lienzo trabajado con pintura látex al agua y espátula. La artista utiliza esta técnica, asumiéndola como si se tratase del tallado de un rewe o un chemamull, gesto con el que pretende dejar su marca personal en la tela, como si sus manos quedaran en una madera.

La obra representa el menoko de la comunidad Huete Rukan, en las cercanías de la ciudad de Temuko. Los antiguos describen al menoko como un ojo de agua que jamás se seca.  A su vez, sus pantanosas aguas se pueden llenar de vida, saciar la sed de animales y curar enfermedades. Según las palabras de Zoila Huitraiqueo Neculqueo, madre de Marcela: “Debes pedir permiso antes de jugar en el menoko para cuidar tus pewma (sueños) del enojo del gen (espíritu protector)”.

 

Obra: “Cheuquetun”

Andrea Quintullanca Almonacid

Esta obra fue elaborada utilizando como material base fibras vegetales (manila y boqui) y cobre repujado, los que trabajados en fusión dan cuenta de una visión contemporánea de la artesanía mapuche williche.

Según señala la artista, la obra alegóricamente “alude a la práctica de intercambio de semillas y conocimientos, con el fin de reflexionar en torno a la tradición, resguardo y rescate, para poder construir nuestras propias historias”.

 

Obra: “Alférez N° 489760”

Natalia Montoya Lecaros

La obra es un políptico compuesto de 9 piezas irregulares enmarcadas en madera rústica, las cuales contienen una instalación de trozos de papel en su interior. Cada trozo corresponde, por un lado, a un documento oficial del certificado de calidad indígena otorgado por Conadi, al que elude el numero asociado en título de la obra y por otro, a una foto de la artista que se ha cubierto con base de maquillaje. Con ello, se busca poner traducir, de una parte, la validación social en función del estatus de belleza dominante, la que se confronta en el límite, develando a su vez la identidad, historia y memoria indígena aymara en este caso.

Según señala la artista “a través de la configuración e intervención de imágenes, se busca poner en tensión cómo ser indígena en lo contemporáneo, considerando mi lugar, como última generación acreditable aymara, con el deber de hacer consciente la importancia y relación con el presente”.

 

Obra: “Famew mvlepan kaxvlew (Aquí estoy río herido)”

Antonio Catrileo Araya

Famew Mvlepan kaxvlew es un trabajo artístico en técnicas mixtas, compuesta por 7 ngerewe (artefacto ceñidor del tejido) elaborados en madera nativa del territorio de Neltume, que fueron pirograbados con el apellido Catrileo escrito en diferentes variaciones de grafemarios del mapuzugun. La composición incluye además una pieza textil en lana de oveja tejida en witral (telar) mapuche en técnica “pampa”, la registra una foto carnet de artista convertido al textil; por último, se agrega el fallo judicial que autorizó el cambio de nombre solicitado por el artista, desde “Jaime Antonio Araya Miranda” a “Antonio Calibán Catrileo Araya”.

El artista hace un ejercicio de descolonización de su propio nombre, que por pertenecer a la tercera generación, nació sin su apellido mapuche, a pesar que su familia mantuvo la memoria de su pueblo. El artista señala que “estas piezas ponen en tensión este proceso de cambio de nombre, que pone al límite y reflexiona cómo nuestras memorias mapuche persisten en el tiempo”.

 

Obra: “Saqraticones”

Joubert Yantén Gómez

Conjunto de máscaras moldeadas en yeso, aserrín y papel reciclado policromado con pinturas acrílicas. La obra consiste en un collage de máscaras en miniatura, las que representan diversos personajes y seres mágicos que son transversales a las culturas andinas y que se hacen presentes en carnavales y manifestaciones religiosas. El uso de máscaras tiene un fuerte componente mágico – religioso al representar a los espíritus y diablos en los danzantes que las usan.

Las máscaras son resignificadas y traídas a la cotidianidad. Cada imagen tiene un gesto distintivo que emula a los emoticones usados en redes sociales, adoptando rasgos y características según la realidad de la ciudad, como tristeza, depresión, lujuria, burla, desinterés, jolgorio y alegría. La disposición de las máscaras está dada según los colores de la bandera quechua.

 

Obra: “Antü küram”

Sebastián Calfuqueo Aliste

Se trata de una obra en formato audiovisual que aborda y problematiza el concepto Antü kuram, traducido en el diccionario Lingüístico-etnográfico (1995) de María Catrileo, como “Huevo sin embrión”, haciendo alusión indirecta a la condición homosexual, a través del bloqueo de la función reproductiva.

Se incorpora como parte substantiva del registro audiovisual asociado a esta obra, el testimonio del machi José Luis Nahuelcura, quien en el despliegue de su condición chamánica utiliza en su vestuario tradicional ropa y adornos asociados a la condición femenina mapuche, que en la tradición se entremezclan con lo masculino en la misma figura. A ser puesta en escena este doble estatus pone en evidencia y a la vez problematiza esa condición binaria absoluta heredada desde la tradición judeo cristiana.

 

Obra: “Kiñe (uno)”

Melina Rapimán Risco

La obra es una escultura textil compuesta por alambres de cobre, alpaca y bronce, que al fusionarse en la obra aluden a tres dimensiones de la cosmovisión indígena, donde según indica la artista “el espíritu y raciocinio no están divididos como nos hace creer el mundo occidental o huinca, sino que somos un ser que ama, piensa y siente con todo el cuerpo”.

Esta reflexión está materialmente representada por medio del tejido de distintos hilos de metal, que al ser combinados forman serpientes que están unidas entre sí, formando una sola obra.

 

Obra: “El resplandor”

Ricardo Pizarro Castro

Es una obra que utiliza un patrón inspirado en las grecas diaguitas, realizado a través de perforaciones manual-mecánicas sobre un soporte reflectante de un parabrisas de auto, cuya materialidad dificulta la visualidad pasiva del espectador. Con ello el artista establece una suerte de exaltación moderna minimalista, dada por la materialidad artificial del soporte, que se opone a a la estética ancestral de la ornamentación diaguita.

El patrón usado se enmarca a en los tres pilares de la gráfica diaguita, la abstracción geométrica, la simetría y el marco rectangular. La obra se presenta como la metáfora de una ancestralidad estética dificultada por la hiper modernidad, que subyace en lo moderno.