Artesanía / Patrimonio / Valparaíso PUBLICADO EL 11 JUNIO, 2014 “Bordadoras de Isla Negra” aumentaron sus ventas gracias a un proyecto Fondart

Una diseñadora industrial creó una línea de productos para difundir y visibilizar el trabajo de este grupo de artesanas.

Sofía Hott es diseñadora industrial y desde hace años conocía el trabajo de las bordadoras de Isla Negra y sentía que necesario encontrar una manera de visibilizar y difundir el trabajo de estas artesanas. Fue así como decidió crear el proyecto “Bordadoras de Isla Negra”, que postuló al Fondart y finalmente ganó este año.

Desde pequeña Sofía tuvo interés por el patrimonio textil, y desde ese impulso planteó este proyecto para contar la historia y trayectoria de estas artesanas. Con esta inspiración construyó su idea y con ella logró aumentar el ingreso de las artesanas por sus bordados.

Para fortalecer este trabajo y refrescar la memoria nacional, la diseñadora creó una serie de productos para visibilizar este arte. Una postal bordada con el poema de Pablo Neruda que dedicó a las bordadoras, un bolso que permite guardar un bordado sin que se deteriore y un kit que permite conocer la técnica de las bordadoras. Todos los productos se venden en las tres casas museos de Pablo Neruda.

“Encontré que estaban con varios problemas en la difusión de su artesanía. En el proyecto propuse el desarrollo de una línea de productos para revalorizar y difundir la importancia de este grupo, que son parte de nuestra identidad local”, explica Sofía.

Al respecto, Tania Salazar, coordinadora Área de Artesanía del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, explica que este proyecto fue muy bien evaluado. “Es difícil encontrar iniciativas que consideren desde el diseño al artesano y a la artesanía en todo su proceso. Este proyecto pone en valor el oficio a través de nuevas creaciones. Es importante la asociación que tienen con la Fundación Pablo Neruda, generando un ciclo virtuoso entre la artesanía, el turismo y el valor de un oficio que permite generar recursos a las artesanas”, agregó.

Iris Donoso, bordadora isleña, es una de las beneficiadas por el proyecto. “Desde que Sofía se interesó por nosotras, han aumentado las ventas, porque no estábamos vendiendo casi nada. Ella nos dio a conocer con los turistas que visitan la Isla”.

Las bordadoras de Isla Negra son un grupo de mujeres que se formó el año 1966 gracias al empuje de Leonor Sobrino, quien impulsó a estas artesanas a organizarse con el propósito de mejorar sus ingresos familiares. Con el tiempo se convirtieron en creadoras conocidas internacionalmente y sus logros han marcado un verdadero hito en el arte latinoamericano.

La primera vez que se mostraron al público fue en la exposición realizada en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1970, donde el público y la crítica reconocieron en ellas un arte auténtico, cálido y espontáneo. Desde entonces, las bordadoras han paseado su arte por el mundo, destacando las muestras en el Institute of Contemporary Arts, Londres (1972); la Galerie du Passeur y L’Espace Cardin, París (1972); la Bienal de Sao Paulo, Brasil (1973); el Metropolitan Museum of Art, Miami (1975); el Musée de L’Athenée, Ginebra (1978) y la Fondation Le Cachot de Vents, Neuchâtel (1979).

Más información en http://bordadorasdeislanegra.com/