Patrimonio PUBLICADO EL 22 OCTUBRE, 2013 Consejo de la Cultura entrega reconocimiento a los Tesoros Humanos Vivos 2013

En los cinco años de su creación, el Programa implementado por el Consejo de la Cultura ha recibido 596 postulaciones, condecorando a 26 comunidades y personas portadores de tradición y que corren serio peligro de desaparecer.

THV 2013: Corporación Organilleros de Chile (Foto: Paulina López)

En el centro del Museo Histórico Nacional, en plena Plaza de Armas Santiago, el Ministro de Cultura, Roberto Ampuero, encabezó esta mañana la ceremonia de reconocimiento a los Tesoros Humanos Vivos 2013, cultores de tradiciones de los más diversos rincones del país. La ocasión tuvo un especial sentido, ya que por primera vez se encontraban reunidos todos los reconocidos de este año, demostrando a los presentes la riqueza que poseen y que los hizo ser parte de este importante grupo.

Al respecto, al Secretario de Estado destacó la iniciativa que reconoce y resguarda tradiciones en peligro de desaparecer y dirigió especialmente sus palabras a los 6 reconocidos: “Los chilenos somos muy afortunados. Porque a través de ustedes, los Tesoros Humanos Vivos 2013, podemos conocer y apreciar expresiones artísticas, folclóricas, culturales, religiosas o costumbristas que conforman la riqueza de nuestro patrimonio inmaterial. Ese patrimonio, de valor infinito, es el que queremos cuidar, preservar y transmitir”, destacó.

Este año, los distinguidos en la categoría portadores individuales son Arturo Barahona González, el Caporal más antiguo de la Tirana (Tarapacá); Rómulo Ranquehue Marilicán, tabero de oficio (Aysén) y Manuel Ladino Coriqueo, cultor y transmisor de la lengua mapuche (Metropolitana).

Las comunidades destacadas son la Cofradía de los Fiscales San Juan Bautista de Calbuco (Los Lagos); Los Arrieros Cordilleranos de Paso El León (Los Lagos) y la Corporación Cultural Organilleros de Chile (Valparaíso/Metropolitana).

En esta quinta versión del programa creado por Unesco e implementado por el Consejo de la Cultura en Chile, se entregaron 3 millones de pesos a cada individuo, y 7 millones a cada comunidad, consolidándose como la más importante distinción en el ámbito del patrimonio cultural inmaterial, reconociendo la trayectoria de cada uno de los Tesoros Humanos Vivos y su entrega desinteresada hacia la comunidad.

Con 596 postulaciones recibidas en sus cinco años de existencia en nuestro país (desde 2009), el Comité Experto ha otorgado esta distinción a 26 individuos y comunidades portadoras del patrimonio cultural inmaterial.

“Como Consejo Nacional de la Cultura y las Artes el programa Tesoros Humanos Vivos nos llena de orgullo y satisfacción, porque tenemos la certeza de que, además del apoyo monetario que podamos entregar cada año, nos permite dar visibilidad a todos estos exponentes de maravillosas costumbres, disciplinas y manifestaciones artísticas y, con ello, poner en común, compartir y expandir su trabajo”, finalizó el Ministro Ampuero.

Tesoros Humanos de norte a sur

Tres individuos y tres comunidades fueron las distinguidas en la quinta versión del Programa que se implementa en distintos países del mundo, como China, México, Francia y República Checa, entre otras, siendo Chile el único país sudamericano que lo ejecuta.

La Corporación Cultural Organilleros de Chile fue reconocido debido a sus más de 100 años de oficio en Chile, pero recién el 2001 conformaron una Corporación Cultural que les ha permitido, además de alcanzar una valoración social de su oficio y mayores oportunidades para ejercerlo, conservar sus instrumentos, repertorio musical, danza y juguetes.

La Corporación fue reconocida como THV 2013 en la categoría Comunidades, junto a la Cofradía de Fiscales San Juan Bautista de Calbuco, de la Región de Los Lagos, formada por 34 fiscales que en su rol comunitario son considerados autoridades de cada pueblo y guía espiritual en la zona del archipiélago de Chiloé (desde el siglo XVII), además de responsables de coordinar y organizar actividades como procesiones y velorios.

La terna la completan Los Arrieros Cordilleranos de Paso El León, de Cochamó, uno de los pocos grupos que continúan desarrollando la actividad del movilizar el ganado cruzando la cordillera, y cuyo reconocimiento realza una labor que aún perdura a lo largo de Chile.

En la categoría individuos fue reconocido Arturo Barahona, Caporal piel roja más antiguo de la Fiesta de La Tirana, reivindicador de la tradición cultural e importancia de los bailes religiosos nortinos. Oriundo de la Región de Tarapacá.

También fue anunciado Manuel Ladino, de la comuna de La Granja, Región Metropolitana, cultor de la lengua mapuche y destacado transmisor de la visión del mundo mapuche en el espacio urbano, considerado un gran desafío para la generación migrante.

Finalmente, desde Coyhaique, en la Región Aysén, fue destacado el oficio del tabero Rómulo Ranquehue, fabricante de la taba (un tipo de tejo), que ha permitido la ejecución de un juego vinculado a otras expresiones del patrimonio cultural inmaterial. Se asocia a un evento de carácter social y comunitario de corridas de caballo, en el que participa toda la comunidad, ya sea como observante, apostador o jugador. Conlleva además la preparación de la cancha con las medidas y materiales correspondientes.

Reconocimiento y Comité Experto

La elección de los Tesoros Humanos Vivos 2013 estuvo a cargo de un Comité Experto Nacional integrado por: Christian Báez, jefe de la sección Patrimonio del CNCA; Bernardo Guerrero, sociólogo; Lautaro Núñez, doctor en Antropología; Héctor Molina, doctor en Antropología y Filosofía; Eliseo Huencho, arquitecto; Renato Cárdenas, director académico del Archivo Bibliográfico y Documental de Chiloé; y José Pérez de Arce, músico y museólogo del Museo Chileno de Arte Precolombino. Todo ellos eligieron a los reconocidos de un universo de 37 cultores destacados de forma honorifica por los Comités Zonales (norte, centro-norte, sur y austral).

El año pasado el reconocimiento recayó en la tradicional Bandita de Magallanes, las Arpilleristas de Lo Hermida y las Loceras de Pilén. De manera individual fueron reconocido Lorenzo Aillapán, de la Araucanía; María Virginia Haoa, de Isla de Pascua; y Uberlinda Vera, de Pozo Almonte, Tarapacá.