Artesanía / Biobío / Folklore y cultura tradicional PUBLICADO EL 01 MARZO, 2017 Consejo Nacional de la Cultura anuncia medidas para cultores afectados por incendios forestales

Como respuesta a la emergencia forestal vivida hace unas semanas en la zona, el Consejo de la Cultura y las Artes dispondrá de varias medidas para ayudar a los grupos de artesanos, comunidades y cantores, poniendo a disposición instrumentos de financiamiento, iniciativas de mercado y talleres que fortalezcan las prácticas culturales.

 

Tras los incendios forestales, es evidente la necesidad de generar acciones inmediatas para, en el mediano plazo, ayudar a todos aquellos que forman parte de la red cultural de nuestro país. Es por eso, que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través de sus direcciones regionales de O’Higgins, Maule y Biobío, una vez mitigada la situación de emergencia, inició acciones inmediatas de mediano plazo para la reconstrucción en relación a la focalización de programación cultural e instrumentos de financiamiento.

La directora regional del Consejo de la Cultura del Biobío, Marcia Orellana, manifestó que “los grupos focalizados comprenden principalmente artesanos, comunidades de pueblos originarios y cantores populares. En este sentido, se generó un trabajo articulado con la Fundación Artesanías de Chile e INDAP para el levantamiento del catastro y la ayuda directa a comunidades de artesanas y artesanos de las zonas afectadas, así como la compra de sus productos disponibles. El 13 y 14 de febrero visitamos Copiulemu, Florida y Hualqui, donde se concentran los cultores afectados”.

Durante este catastro, el Consejo de la Cultura, junto con la Fundación Artesanías de Chile, visitó durante esas dos jornadas las instalaciones y hogares de las personas afectadas. Los pobladores relatan que la sede de la agrupación de bordadoras de Copiulemu estuvo a punto de ser consumida por las llamas, pero gracias a la acción de los vecinos se logró salvar, y con ello, cientos de piezas de artesanía. “Volvimos cerca de las 11 de la noche de Yumbel, a donde habíamos arrancado y vimos que no había pasado nada. Estábamos muy contentas porque es harto trabajo el que se pierde, las mujeres han trabajado por años en esto”, relata Eva Araneda, quien administra y atiende la sede de la agrupación.

A pesar que recién se reunirán todas durante la segunda semana de marzo, comentan que al menos tres de las bordadoras sufrieron pérdida total de sus hogares y con ello, sus materiales para trabajar.

En tanto, la propulsora de este grupo, Rosmarie Prim, expresa temor por el futuro de la población de Copiulemu, ya que la mayoría de ellos perdieron sus cultivos y reservas para el invierno. “Gracias a dios no se quemaron más casas habitacionales. Pero los alrededores, la chacra y la siembra de esta temporada está toda quemada. Entonces ese es el dilema, no tienen ahora para subsistir más adelante, la ayuda inmediata fue muy generosa por parte de los penquistas, pero este año va a ser duro para la gente”, explica la artista.

Para mitigar esta situación, el Consejo de la Cultura considerará acciones de fomento, redes e instrumentos de financiamiento orientados a artistas, cultores y patrimonio a través del Fondo del Patrimonio, que considera priorizar las zonas de catástrofe dentro de los criterios de evaluación para promover la selección de proyectos en las zonas que lo necesitan.

Este Fondo iniciará el proceso de convocatoria en abril con $600 millones destinados a los territorios declarados zona de catástrofe. “De esta forma, permitiremos que los territorios afectados postulen a medida que vayan teniendo la capacidad o vayan detectando las necesidades. En este fondo, podrán postular todos los proyectos, sean patrimoniales o no, que tengan relación con infraestructura cultural incluyendo municipios de zonas de catástrofe y organizaciones privadas sin fines de lucro”, agrega la seremi.

Además, el Fondart Nacional creará una línea de concurso modalidad ventanilla abierta orientada a la recuperación de las tres regiones, por un monto inicial de $80 millones, con el objetivo de apoyar directamente a los artistas y cultores afectados permitiendo la implementación de talleres, la inversión en equipamiento artístico (folclor) y materias primas. El lanzamiento de este concurso está programado para fines de abril.

Para fortalecer ámbito de Economía Creativa, se apoyará con iniciativas de mercado, considerando ferias, encuentros comerciales y otras acciones organizadas para facilitar la realización de ruedas de negocios e intercambio comercial, priorizando el mercado de la artesanía proveniente de la zona afectada, así como también los sectores que sean focalizados desde Consejo Regional de la Cultura.

En este contexto, durante la visita a la Quebrada de las Ulloa, las tradicionales creadoras de la zona dedicadas a la alfarería manifestaron su preocupación por el futuro de la actividad. Llevan 14 años como agrupación y por varias generaciones dedicadas al trabajo en greda, pero esta es la primera vez que se ven limitadas de esta forma. María Ulloa, una de las integrantes de esta asociación expresa su inquietud: “Los lugares a donde vamos a buscar greda también se quemaron. No hemos ido a buscar porque no podemos trabajar; no podemos cocer greda por la alerta roja. Dejamos de utilizar los hornos hace casi un mes… Ahora nos vienen a comprar, pero ahora yo misma no tengo piezas porque no he podido cocer”.

En terreno, la Fundación Artesanías de Chile junto con las alfareras acordaron programar más ventas y aumentar la participación en otras ferias a nivel nacional, lo que les permitiría tener mayor visibilidad para vender sus productos. María Ulloa además explica que muchos de los hombres que viven en el sector se dedicaban a la actividad forestal, y que tras los incendios se perdió mucha leña y astillas que tenían guardadas para el invierno. Agrega que necesitan un camión para ir a buscar greda y leña, la que muchas veces se ubica en sectores de difícil acceso.

Finalmente, desde el Área de Gastronomía se dispondrá de un presupuesto regionalizado que permita apoyar la presentación de cultores y usuarios de ese sector en las Ferias que se programen durante el año; y desde el Departamento de Patrimonio se propone realizar talleres de portadores de tradición con los cultores directamente afectados en sus territorios para apoyar e inyectar recursos en el ámbito de la cultura y fortalecer las prácticas patrimoniales que se han visto afectadas por el contexto de emergencia.