Fotografía / Nacional PUBLICADO EL 06 SEPTIEMBRE, 2016 Consejo de la Cultura amplía plazo para postular al concurso fotográfico Antonio Quintana

Fotógrafos con más de 20 años de trabajo podrán presentar sus datos hasta el 14 de octubre. La selección está a cargo de un jurado compuesto por seis profesionales de diversos ámbitos del sector. El premio consistirá en un estímulo económico de $6.000.000, otorgado por una sola vez. Las bases del premio ya están disponibles.

Hasta el 14 de octubre se puede postular al nuevo premio de fotografía Antonio Quintana, a la Trayectoria, que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes creó este año para destacar a experimentados fotógrafos, con más de 20 años de trabajo.

Las postulaciones deben realizarse mediante el patrocinio de personas jurídicas (fundaciones, agrupaciones, universidades, corporaciones, etc.) y la selección está a cargo de un jurado compuesto por seis profesionales de diversos ámbitos del sector, que serán designados por la jefatura del Departamento de Fomento de la Cultura y las Artes, del CNCA, a través de la respectiva resolución administrativa. El jurado estará presidido por el Ministro Presidente del Consejo o a quien designe.

El premio consistirá en un estímulo económico de $6.000.000, otorgado por una sola vez.

Postulación

Para efectos del concurso -y según está estipulado en las bases- se considera que un fotógrafo es de trayectoria cuando tiene 20 o más años de experiencia y ha participado en exposiciones, bienales, ferias u otras instancias internacionales que den cuenta de su calidad y aporte a la disciplina. Además, debe haber publicado ensayos u otros trabajos de investigación y haber obtenido otros premios o distinciones.

Los antecedentes solicitados en las bases deben entregarse en las respectivas oficinas de las Direcciones Regionales del CNCA, en un sobre cerrado con el nombre del premio y dirigida al Departamento de Fomento de la Cultura y las Artes del CNCA.

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Sobre Antonio Quintana (1904-1972)

Antonio Quintana fue profesor de química y física y su exoneración del magisterio por motivos políticos, durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, hizo que se acercara a la fotografía de manera autodidacta durante la década de 1930. Desde esa fecha empezó a colaborar con revistas de arte y arquitectura.

Desde 1940, se dedicó a la enseñanza de la fotografía en el Instituto de Artes Gráficas y en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, convirtiéndose en el formador de una generación de fotógrafos chilenos, entre los que se cuenta Domingo Ulloa. En esos años introdujo la fotografía mural, de veinte metros por dos, hasta entonces desconocida en nuestro país.

La obra fotográfica de este artista abarcó los más diversos géneros fotográficos como la arquitectura, el paisaje y los retratos. A través de la vastedad de su obra y de las temáticas abarcadas, es posible apreciar el fuerte compromiso social que marcó su proyecto fotográfico. Su trabajo revela las distintas caras de nuestro país: los trabajadores, los niños, los diversos rubros de la industria y la religiosidad popular, entre otros. Y es precisamente esto, lo que define a Antonio Quintana como el iniciador en nuestro país de la fotografía como documento social. Sin embargo, este compromiso social y su militancia en el partido comunista, fueron determinantes para que en 1948, durante el gobierno de Gabriel González Videla, el artista debiera abandonar el país por sus ideas políticas.

De vuelta en Chile, hacia 1954, reanudó sus clases en la Escuela de Periodismo y emprendió varios proyectos, entre ellos el libro Las piedras de Chile en conjunto con su amigo Pablo Neruda y una de sus series de fotográficas más impactantes: Las manos de Chile, en el que registró cientos de manos de trabajadores y campesinos del país.

En octubre de 1960, se inauguró la exposición fotográfica El Rostro de Chile, quizá la exposición colectiva más importante que se haya producido en el país, concebida por Antonio Quintana en su afán por rescatar la esencia de nuestro país a través de la fotografía.

Fuente: Memoria Chilena