La primera obra del escritor, que en ese momento firmó bajo el pseudónimo de Darío Octay, fue ilustrada, rotulada y encuadernada a mano, por el propio novelista del pueblo (como era conocido) en diciembre de 1934.

El proyecto realizado por el Centro Cultural Altiro, apoyado por el Fondo del Libro en su línea de Fomento a la Industria, y que recibió la colaboración de la Biblioteca Nacional, Editorial Victorino Lainez y Fundación Nicomedes Guzmán, se llevará a cabo luego de la donación del único ejemplar a la biblioteca, restaurado y escaneado por la institución, para su posterior edición masiva.

El lanzamiento de este jueves contempla el conversatorio “Croquis del Corazón: el oficio autodidacta”, por Pablo Vásquez de Editorial Victorino Lainez, y una lectura poética de fragmentos de la obra que realizarán integrantes del Centro Cultural Altiro y de la familia del novelista.

Acerca de Nicomedes Guzmán

Nació en Santiago el 25 de junio de 1914, es uno de los miembros más destacados de la Generación del 38. Quizás el único integrante de extracción proletaria, participa activamente tanto en la acción cívica como de la creación literaria. Su literatura se aboca a los aspectos sociales que con el Naturalismo habían ingresado en forma determinista en la literatura universal, y se transforma en una literatura con pretensiones activas y de carácter reivindicativo.

Uno de los valores fundamentales en el sector social realista de esta generación, y sobre todo en la obra de Nicomedes Guzmán, es la elección de los temas vivos en su momento histórico y de la vida nacional de la época. Estos temas de Nicomedes Guzmán pueden resumirse en la injusticia social, la explotación, la vida miserable de los suburbios, la degradación moral en la pobreza y la corrupción en el poder, y son tratados en su obra desde una perspectiva de identidad nacional.

Su obra, que abarca tanto la novela y el relato como la crítica, cuenta entre sus títulos más importantes Los hombres oscuros (1939), La sangre y la esperanza (1943), La luz viene del mar (1951) y Una moneda al río y otros cuentos (1954). Su producción literaria indaga en la miseria de las zonas suburbanas y se puede leer como una profunda reflexión socio-histórica sobre las injusticias sociales de su época.

En su vasta trayectoria, Nicomedes Guzmán se preocupó de afianzar tradiciones, abrir nuevos surcos profesionales, impulsar el trabajo de escritores inéditos, divulgar y enriquecer lo nacional creando medios y tribunas. Murió el 26 de junio de 1964, un día después de su cumpleaños.