• Este sábado, en un mesón de la tradicional Confitería Torres, el Ministro Ernesto Ottone, junto a algunos niños, participaron de un taller donde aprendieron a preparar los tradicionales barros lucos.

• En la actividad se dieron a conocer detalles del concurso de cocina patrimonial El Menú de Chile, organizado por el Consejo de la Cultura, que sigue abierto hasta el 5 de julio.

El entusiasmo y las ganas de aprender fueron los principales ingredientes del taller infantil de cocina patrimonial organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) e impartido esta tarde por el maestro de cocina de la tradicional Confitería Torres, lugar donde niños de distintas edades aprendieron a preparar barros luco y disfrutaron de unos calzones rotos, pero además conocieron detalles de “El menú de Chile”, concurso con que el CNCA, a través del Departamento de Patrimonio Cultural, busca valorar y recrear las cocinas familiares, locales y regionales.

“Hoy estamos haciendo carne el sentido del Día del Patrimonio, al juntar distintas generaciones para practicar y disfrutar la experiencia de cocinar recetas que nos unen y que activan nuestra memoria colectiva. Este año nos hemos propuesto valorar el patrimonio cultural inmaterial e ir un paso más allá, abriendo este día a expresiones como la cocina, el juego y las artes del espectáculo, donde destaca el circo al que invitamos a asistir mañana a las 11 horas frente al Museo de Arte Contemporáneo del parque Forestal. La cultura es tan diversa como nuestro país y por eso el llamado es a participar en las actividades agendadas a lo largo y ancho de Chile”, dijo el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone.

Además, el Secretario de Estado invitó a los amantes de la cocina a participar en “El menú de Chile, concurso ideado por la Premio Nacional de Humanidades, Sonia Montecino, quien explica que “la cocina forma parte de la cultura, es un lenguaje que define identidades. El patrimonio culinario es parte del patrimonio cultural inmaterial y lo importante ahí es que se trata de una tradición. No cualquier cosa es un patrimonio culinario y lo que nos interesa va más allá de una receta. Es un menú, que puede ser un desayuno, almuerzo o cena, con sus respectivas estructuras y que varía según cada región y estación. Nos interesa el contexto histórico y de la ocasión en que se va a consumir”.

La convocatoria, que cierra el 24 de julio, busca evidenciar la diversidad y riqueza de las cocinas patrimoniales arraigadas en el territorio nacional, así como fomentar su registro y difusión.

Los interesados deben presentar propuestas de menú integral que incluyan entrada, plato de fondo, postre y bebidas asociadas, o bien, de no existir una secuencia, dar cuenta de las características de todos los elementos que constituyen el plato y que lo hacen propio de alguna celebración, festividad, ritual religioso, etc. Por ejemplo, comer asado y choripán para el 18 de septiembre, tomar cola de mono para las fiestas de fin de año, comer legumbres los días lunes, y muchas más.

Resultarán ganadores aquellos proyectos que, además de cumplir con los estándares de calidad culinaria, representen de modo fidedigno, revitalicen y pongan en valor las múltiples dimensiones históricas, sociales y simbólicas de la cocina patrimonial, aportando contenidos relevantes acerca de ésta. El premio en dinero ascenderá a $4 millones.

Los proyectos deberán ser entregados presencialmente o enviados por correo certificado a las oficinas del Departamento de Patrimonio Cultural del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, ubicadas en Plaza Sotomayor 233, Valparaíso.

Bases disponibles en https://www.cultura.gob.cl/menudechile/